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¿Qué significa dormir con las muñecas dobladas o los puños apretados?

Uno de los principales factores vinculados con esta postura es el cortisol, una hormona relacionada con el estrés.

Investigaciones sugieren que existen factores más profundos detrás de esta postura nocturna. Foto: iStock

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Noticias GDA

12.09.2024 09:51 Actualizado: 12.09.2024 11:33

PERIODISTA12.09.2024 09:51 Actualizado: 12.09.2024 11:33

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Despertarse con las manos entumecidas, los dedos en una posición encorvada o con los puños apretados es un fenómeno relativamente común, conocido coloquialmente como "manos de dinosaurio". Este suceso afecta a personas de diversas edades y estados de salud, y aunque a simple vista podría interpretarse como una cuestión de comodidad, investigaciones sugieren que existen factores más profundos detrás de esta postura nocturna.

Relación entre el cortisol y la posición de las manos al dormir

Uno de los principales factores vinculados con esta postura es el cortisol, una hormona relacionada con el estrés. Producido por las glándulas suprarrenales, el cortisol cumple un rol esencial en la respuesta del cuerpo ante situaciones de amenaza, sean estas reales o percibidas.

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Dormir bien proporciona una mayor energía y rendimiento durante el día. — Incorporar técnicas de relajación, como la meditación o ejercicios de respiración profunda antes de dormir, pueden ser útiles. Foto:iStock

Durante un ciclo de sueño saludable, los niveles de cortisol disminuyen por la noche, favoreciendo el descanso, y aumentan de manera gradual al amanecer, alcanzando su pico máximo en las primeras horas de la mañana.

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No obstante, cuando una persona está sometida a altos niveles de estrés o presenta hábitos de sueño deficientes, este equilibrio hormonal se altera. Un exceso de cortisol puede manifestarse en diferentes formas, entre ellas, la tensión en las manos y muñecas durante el sueño, lo que provoca que estas se doblen o que los puños se cierren involuntariamente.

Otros factores que influyen en la postura nocturna de las manos

Aunque el estrés y el exceso de cortisol son factores predominantes, existen otras causas que podrían explicar esta posición peculiar de las manos durante el sueño:

Posturas incómodas: Dormir en posiciones que ejercen presión sobre las muñecas o los dedos por periodos prolongados puede generar entumecimiento o molestias.
Esfuerzo físico reciente: La práctica de actividades físicas que impliquen un uso intenso de las manos, como el levantamiento de pesas o trabajos manuales, puede llevar a que la tensión muscular en las manos se mantenga durante el descanso.
Medicamentos: Algunos fármacos, como las estatinas utilizadas para controlar el colesterol o ciertos antidepresivos, pueden generar dolores musculares que se reflejan en la postura de las manos al dormir.
Condiciones médicas: Enfermedades como la artritis reumatoide o la epilepsia han sido vinculadas con el apretamiento de los puños durante el sueño.

Estrategias para prevenir las manos entumecidas o en posición de garra

Si experimenta regularmente esta incomodidad al despertar, existen diversas estrategias que pueden ayudar a reducir o prevenir este fenómeno:

Manejo del estrés: Incorporar técnicas de relajación, como la meditación o ejercicios de respiración profunda antes de dormir, puede ser útil para reducir los niveles de cortisol y facilitar un descanso más reparador.
Optimización de la postura al dormir: Dormir en posiciones que disminuyan la presión sobre las muñecas, como boca arriba o de lado con los brazos a los costados, puede ayudar a prevenir la tensión en las manos.
Uso de almohadas: Colocar una almohada pequeña entre las rodillas si duerme de lado, o utilizar una para elevar ligeramente los brazos, puede reducir la presión sobre las extremidades superiores.
Hidratación y nutrición: Mantenerse bien hidratado y considerar el uso de suplementos de magnesio, un relajante muscular natural, siempre bajo supervisión médica, puede ayudar a reducir la tensión muscular.
Rutinas de relajación: Incorporar baños calientes o utilizar aromaterapia con aceites esenciales como lavanda o manzanilla antes de dormir puede promover una relajación profunda y un sueño más reparador.
Tés relajantes: Beber infusiones de hierbas como la manzanilla o la valeriana antes de acostarse puede contribuir a relajar los músculos y favorecer un descanso sin tensiones.

En conclusión, dormir con las muñecas dobladas o los puños apretados es un reflejo que puede estar relacionado no solo con el estrés y los niveles elevados de cortisol, sino también con factores posturales, físicos o médicos.

Tomar medidas para reducir el estrés, mejorar la postura al dormir y cuidar la salud física general puede ser clave para evitar este incómodo fenómeno.

La Nación / GDA

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial basada en información de la La Nación (GDA) y contó con la revisión de una periodista y un editor.

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