En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Contenido automatizado
Sintió un hormigueo en sus brazos, fue al médico y le dieron un diagnóstico devastador: ‘Pregunté si me iba a morir’
Cristian Sosa dice que no entendía qué le estaba pasando. Estaba consciente y podía hablar, pero ya no podía mover ninguna de sus extremidades.
Con el apoyo de su familia y el equipo médico, Cristian continúa luchando día a día para recuperar su vida. Foto: La Nación
Cristian Sosa, de 48 años, había regresado de unas relajantes vacaciones en Pinamar, Argentina, junto a su pareja. Disfrutaron de la playa y compartieron momentos con amigos, lo que lo dejó con energías renovadas para retomar su vida cotidiana.
Cristian estaba particularmente entusiasmado con uno de sus proyectos personales: finalizar la carrera de Martillero Público Nacional.
Sin embargo, su vida dio un giro inesperado cuando, tras experimentar una infección gastrointestinal leve que lo llevó a la guardia de un hospital, días después comenzó a sentir un extraño hormigueo en su brazo izquierdo, que luego se extendió al derecho.
“Pensando que era algo muscular, no le di importancia, pero el miércoles estaba solo en mi casa, me agaché y al querer incorporarme no tuve fuerza en las piernas, no me respondían. Seguido de eso, el hormigueo se extendió a la mandíbula, pensando que era un ACV por lo que llamé a emergencias donde me trasladaron nuevamente a la guardia”, recuerda Cristian.
En el hospital, después de realizarle varios estudios y descartar un accidente cerebrovascular, los médicos le istraron analgésicos. Cristian volvió a casa, pero al día siguiente su cuerpo dejó de responder.
“Volví a mi casa por la madrugada. Me quise levantar de la cama y me caí al piso porque el cuerpo no me respondía, me ayudaron a incorporarme y como con el correr de las horas no mejoraba nuevamente, llamé a Emergencias y quedé internado en Terapia Intensiva”, relata.
A pesar de estar completamente consciente y poder hablar, Cristian ya no podía mover ninguna de sus extremidades. Su pareja, que lo acompañó durante todo el proceso, también estaba llena de incertidumbre. Finalmente, tras una punción lumbar, el diagnóstico fue claro: Cristian padecía el Síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad en la que el sistema inmunitario ataca los nervios, provocando debilidad muscular, parálisis y otros síntomas graves.
“Lo primero que pregunté es si me iba a morir porque me asusté mucho, pero me dieron tranquilidad y me explicaron el tratamiento al que me iban a someter. Consistía en istrarme inmunoglobulina durante cinco días", explicó Cristian. Tras el tratamiento, fue trasladado a una habitación individual, pero le indicaron que necesitaría rehabilitación intensiva para recuperar su movilidad.
El largo camino de la rehabilitación
Cristian ingresó al Centro de Rehabilitación de Los Pinos en Pacheco, en Argentina, donde comenzó su proceso de recuperación. Según la doctora Betina Llanes, médica fisiatra, "cuando Cristian ingresó aquí venía en una etapa aguda de su enfermedad, con un compromiso motor severo en los cuatro , donde no podía mover ni los brazos ni las piernas y tenía que ser asistido en forma completa para todas sus actividades de la vida diaria".
El equipo médico implementó un programa intensivo de rehabilitación, con el apoyo de psicólogos, kinesiólogos y terapistas ocupacionales. Uno de los aspectos más novedosos fue la canoterapia, donde el o con perros ayudó a estimular la movilidad de sus extremidades. “Eso en mi caso me hizo pensar mucho en mi perrita y me motivó para mover mis manos de forma rápida”, comenta Cristian con gratitud.
Cristian Sosa, junto a su compañero fiel que lo ha acompañado en su rehabilitación. Foto:La Nación
Avances notables en su recuperación
Después de siete meses de rehabilitación, Cristian ha logrado avances significativos. Actualmente, puede pararse y dar algunos pasos con ayuda. “He podido volver a controlar el cuerpo y recuperar la marcha en forma asistida. Hoy en día ya puedo caminar con andador acompañado por un kinesiólogo. Poder volver a mover las manos, agarrar una taza de café, girarme solo en la cama, propulsar yo mismo la silla de ruedas. Todo esto es gracias a la rehabilitación diaria que tengo mañana y tarde todos los días de la semana”, celebra.
El apoyo constante de los profesionales de la salud, así como su propio optimismo, han sido clave en su proceso de recuperación. "El paciente tuvo una gran resiliencia para afrontar esta situación... su historia nos enseña que con resiliencia todo es posible", destaca la doctora Llanes.
Para Cristian, el camino aún es largo, pero mantiene una actitud positiva. Su principal objetivo es recuperar la movilidad completa de su cuerpo, aunque reconoce que no hay una fecha fija para ello. “Lo más importante es recordar que cada pequeño avance cuenta y es el combustible para seguir avanzando en la recuperación. Ya sea volver a mover una mano, caminar con un andador o simplemente mantener una actitud positiva, cada paso es una victoria”, concluye.
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.