El poeta, ensayista y novelista polaco Adam Zagajewski, fue anunciado como ganador del Premio Princesa de Asturias de las Letras 2017, uno de varios de los galardones otorgados bajo este título y que se van anunciando uno por uno durante esta época del año.
Zagajewski es considerado un intelectual valiente, capaz de escapar del universo de las palabras para luchar por la libertad de sus compatriotas durante el periodo comunista, pese a que le costó un exilio de 20 años.
La vida del autor de poemarios como 'Deseo' o 'Tierra del fuego' es un exilio en sí misma, una disidencia de sus propia existencia desde su más temprana infancia, ya que nació en 1945 en Lwów (actualmente Lviv, en Ucrania), una ciudad que entonces todavía pertenecía a Polonia, algo que cambió después de la conferencia de Yalta.
Yalta modificó las fronteras polacas y también la vida de Zagajewski, quien se trasladó junto a su familia a la Silesia polaca, primero, y a Cracovia después, para cursar estudios de psicología y filosofía en la universidad Jagiellonia de esa ciudad, donde llegaría a ejercer como profesor asistente.
Allí se gestó la figura del poeta libertario, donde comenzó a hacerse un nombre como uno de los máximos exponentes de la llamada Generación del 68 de Cracovia, en un contexto donde las letras debían ajustarse a las exigencias socialistas impuestas desde una Varsovia controlada por Moscú.
Zagajewski bebió de la tradición de la poesía polaca, y como otros intelectuales marcados por la azarosa historia de este país, formó su propio grupo de poetas y se adentró en el peligroso terreno de la reivindicación política, al firmar varios manifiestos en los que se pidió más libertad.
En aquellos años su creatividad eclosionaba, y llegaron sus primeros éxitos, los poemarios 'Comunicado' y 'Tienda de carne', donde denunció la falsedad del lenguaje oficialista y demanda sinceridad en el discurso público.
Con su fama y sus relaciones con movimientos de intelectuales independientes también llegan los problemas con el Gobierno comunista, en plena imposición de la ley marcial en Polonia.
Es uno de los exponentes de la llamada generación del 68 de Cracovia.
Zagajewski se exilió finalmente en 1982 en Francia y en Estados Unidos, países en donde encontró el cobijo de universidades para seguir su carrera como profesor y, sobre todo, su actividad literaria.
El poeta volvió a su tierra hasta 2002, varios años después de la caída del comunismo, donde le aguardaba una Polonia que le recibió con los brazos abiertos.
Mas allá de su poesía indomable frente al régimen comunista que caracterizó sus trabajos en los años 70 y 80, en las últimas décadas sus poemarios pasaron a ser más contemplativos para adentrarse en el terreno de lo biográfico y existencial, con obras como 'Solidaridad y soledad' o 'Antenas', donde muestra una fina sensibilidad estética.
Actualmente es editor de la revista de literatura 'Zszyty', miembro de la Asociación de Escritores Polacos, y cuenta con un prestigio internacional innegable, con numerosos premios y reconocimientos como el Vilenica en 1996 o el de la Fundación Konrad Adenauer en 2002, al que ahora se suma el Princesa de Asturias.
El anuncio del premio Princesa de Asturias de las letras 2017 se suma a los otorgados en el 2017, en diferentes categorías, como el de Comunicación y Humanidades otorgado recientemente a la agrupación argentina Les Luthiers. También se otorga a personalidades destacadas por la investigación científica y técnica o en los deportes, entre otras especialidades.
EFE