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Luis Miguel dio un concierto impecable en Bogotá
Ofreció lo mejor de sí en su show en la capital. El público fiel y nostálgico salió satisfecho.
El cantante Luis Miguel durante su concierto en el Estadio Nemesio Camacho El Campín, de Bogotá. Foto: Rodrigo Sepúlveda / EL TIEMPO
Con una noche despejada y brillante, sin frío, como aliada, el cantante mexicano Luis Miguel dio su esperado concierto este sábado 16 de marzo, en el Estadio Nemesio Camacho El Campín, de Bogotá.
Allí, 31.000 espectadores (muchos de estos alcanzaron a conseguir boletas en el último momento en las taquillas del mismo estadio) fueron testigos de que Luis Miguel, a sus 48 años, es una estrella que sigue en forma. Su voz subió y bajó y demostró su potencia a lo largo de poco más de dos horas, acallando toda crítica sobre el estado de su voz que haya trascendido desde sus conciertos previos.
En otros conciertos de la gira 'México por siempre' el artista se hizo esperar hasta una hora. En Bogotá, la espera no fue tanta: Luis Miguel estaba en la tarima del Campín, a las 8:50 p. m., en un concierto con sillas numeradas, en el que la organización, Ocesa, advirtió que por primera vez se permitía ofrecer cerveza y otras bebidas alcohólicas (además de una oferta mejorada de comidas, a cargo de reconocidos restaurantes, dentro del Estadio).
Concierto de la gira 'México por siempre' de Luis Miguel, en Bogotá. Foto:Rodrigo Sepúlveda / EL TIEMPO
El preámbulo a la aparición del cantante, con las primeras imágenes proyectadas en las pantallas, generó el esperado grito de histeria, que no deja de sorprender. El sentimiento de los seguidores se sentía desde antes, en la forma como iban manifestando su iración eterna -a veces desde la infancia- en redes sociales, donde subían fotografías de su presencia en el concierto.
La lista de canciones fue la esperada. El espectáculo siguió, en su mayoría, el repertorio establecido en los conciertos de Chile, Argentina, Paraguay y Perú: 'Amor, amor', 'Devuélveme el amor' y 'Suave' estuvieron entre las primeras interpretaciones.
El 'Sol de México' apareció en escena con un traje impecable, camisa blanca y corbata, que hacen parte de su inconfundible imagen, esa que está -con todo y forma de bailar- en la memoria del público que lo sigue desde que era una estrella adolescente.
Sentado, el cantante interpretó 'Por debajo de la mesa', 'No sé tú' y 'Oro de Ley'. Canciones como 'Culpable o no' (Miénteme como siempre) o 'Fría como el viento' suscitaban gritos de emoción.
Como se sabía, varios de sus éxitos fueron interpretados a manera de popurrí y tal como hizo en otros conciertos, dejó que el coro de 'La Incondicional' y algunas otras canciones -en su versión corta- fuera interpretado por el público, lo que no necesariamente confirma las críticas del concierto de Perú, que lo acusaban de haber convertido el show en un karaoke.
Si bien habría sido grato oír su voz en estos coros (que no fueron muchos), Luis Miguel dejó cantar al público en momentos muy puntuales, dejando claro que era parte del espectáculo y no cosa de un olvido de las letras.
El show, de más de dos horas, tuvo varios momentos de silencio que, vistos en conjunto, aumentaban la expectativa sobre las canciones que seguían o le permitían a Luis Miguel hacer algún cambio en su aspecto. Uno de estos lapsos, comenzó con un solo de saxo y continuó con algunas de sus melodías más famosas al piano. Acto seguido, 'El Sol de México' apareció ya en camisa y chaleco.
Fue cuando interpretó su tanda de boleros: 'La barca', 'Contigo en la distancia', 'La historia de un amor', entre ellos.
Después legó la tanda de 'Será que no me amas', 'Decídete' y 'Cuando calienta el sol'.
Luis Miguel no es un artista de darles muchos discursos a los asistentes a sus conciertos, apenas hizo alusión a Bogotá al comienzo y al final dijo breves frases de agradecimiento: "De corazón, gracias, gracias. Los quiero", dijo poco antes de despedirse, pero tuvo el gesto de pasarse varios minutos repartiendo entre el público rosas blancas que le entregaba un asistente.
En una carrera musical tan extensa como la suya siempre habrá canciones que extrañar. 'La bikina' fue una de ellas. A la salida, otra de las preguntas que se hacía la gente al salir y comentar el espectáculo visto era si acaso un show titulado "México por siempre" no iba a incluir algún mariachi. Sin embargo, la percepción general fue la de haber disfrutado de un concierto de calidad y de muchas emociones.