Chichi Peralta vino a Colombia por primera vez a un Festival de Música del Caribe hace más de 30 años. Y desde ese momento se familiarizó con el país, que visitó cuando hizo parte de la Familia André y del 4:40 de Juan Luis Guerra.
La historia siguió el mismo curso cuando a finales de los 90, luego de mucho aprendizaje y de haber trabajado en la producción para distintos artistas, se lanzó como solista.
El dominicano pegó su proyecto propio con creces, gracias a canciones como 'Procura', 'Amor narcótico' y 'La ciguapa', entre otros, y ha seguido visitando el país con sus sonidos, que son una mezcla de son, jazz, merengue, músicas africanas y brasileñas, hip hop, rap, bachata, guaguancó, plena, salsa, vallenato, cumbia y uno que otro dejo sinfónico.
Es conocedor de su trabajo en música y letras y ahora regresa para presentarse mañana en el Chamorro City Hall de Bogotá con el grupo Niche.
El espectáculo se llama ‘Club de baile’, y tiene como fin hacerles homenaje a los clásicos salones de baile de otras épocas, con conciertos de ambiente caribeño y presentando a grupos de renombre en estas músicas para bailar.
Para el dominicano es una forma de juntarse con
Niche, el grupo que creó alguien a quien sigue considerando su mentor:
Jairo Varela, a quien conoció de manera rápida en Cartagena.
“Fue un momento muy agradable, bendecido y especial. Yo pienso que Jairo Varela creó con Niche una banda sonora para América Latina. En ese mismo viaje también conocí al Joe Arroyo, otro grande”, cuenta.
El músico nació como Pedro René Peralta Soto, en Santo Domingo (República Dominicana), el 9 de julio de 1966, y siempre tiene en su mente que su música “toque las fibras de las personas. Cuando una canción es un éxito, la verdad es que todo empieza en la mente y en un cuartito, y luego pasa al estudio. Uno agradece que el trabajo que se hace con un equipo sea bien recibido, más cuando hay temas que se vuelven parte de la banda sonora de la vida de las personas”, dice.
Recuerdo que a los 4 años a mí se me ocurrió hacer unas tamboras. Nosotros no fuimos una familia pobre, pero no teníamos dinero. Decidí hacer las tamboras con dos galones de aceite
Y una de esas canciones, sin duda, es Procura, “que tuvo una conexión inmediata con la gente. Yo recuerdo que cuando estaba haciendo el arreglo y la orquestación, pensé que estaba chula, pegajosa, bonita. Tiene son montuno y la hicimos con congas, guitarra de doce cuerdas, tres... pero uno no piensa que la canción va a ser principal, solo la pone, la expone”.
Peralta ha grabado seis discos y también obtuvo un premio Grammy Latino en el 2001 con su disco De vuelta al barrio.
Y dando un pasón por su vida, agrega que lo de ser músico se lo debe a su papá, Eugenio Peralta Sterling, un trovador que luchó mucho para sacar adelante a su familia.
“En mi casa siempre hubo música y yo recuerdo que como a los 4 años a mí se me ocurrió hacer unas tamboras. Nosotros no fuimos una familia pobre, pero no teníamos dinero, que no es lo mismo ni es igual. Y decidí que podía hacer las tamboras con dos galones de aceite”, dice.
La narración del músico es pausada y sigue soltando detalles: “Entonces, agarro los dos envases que mi mamá tenía guardados para varios meses, boto el aceite y organizo mis tamboras”.
Cuando Eugenio Peralta Sterling llegó de su trabajo, encontró una gran congestión en su casa, “empezando por un piso lleno, repleto de aceite”, cuenta.
“Preguntó qué pasaba, mi mamá le contó y él le pidió que nunca me ponga las manos por algo así. Me cambiaron de overol y de zapatos, y fuimos al Mercado Modelo. Allí, mi papá me puso a escoger entre muchas tamboras, me regaló las que yo quería y me pidió que tocara. De esa forma empezó todo”, dice. Y sigue todo.
OLGA LUCÍA MARTÍNEZ