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Billy Wilder: de cineasta a protagonista de novela
El director de 'Fedora' inspiró la novela El señor Wilder y yo, del escritor británico Jonathan Coe.
El británico Jonathan Coe no tiene ningún empacho en reconocer que quien más le ha influido en su carrera como escritor ha sido el cineasta Billy Wilder, protagonista de su nueva novela, El señor Wilder y yo, y a quien calificó de “artista completo, de una gran humanidad”.
En la presentación del libro en Barcelona, Coe desveló que su nuevo título llevaba más de una veintena de años en su cabeza, porque pensaba que se lo debía a Billy Wilder, cuyas películas ha visto centenares de veces desde que en la adolescencia descubriera La vida privada de Sherlock Holmes.
Artista completo, auténtico, porque en toda su obra se puede constatar su gran humanidad
En el libro realiza un retrato del director estadounidense a través de su criatura literaria Calista Frangopoulou, una mujer en la cincuentena, compositora de bandas sonoras, establecida en Londres, con dos hijas gemelas que empiezan a independizarse.
Calista recuerda el mes de julio de 1976, cuando en su primer viaje en solitario a Los Ángeles coincidió con Wilder en una cena y este la contrató como intérprete para que le asistiera en la filmación de Fedora, que se iba a rodar en Grecia.
Jonathan Coe considera que Wilder es un “artista completo, auténtico, porque en toda su obra se puede constatar su gran humanidad y cómo la pudo expresar en un medio de masas, que necesita muchos millones para funcionar, haciendo al menos seis o siete obras de arte en una industria donde se persigue el éxito y está en juego mucho dinero”.
“iro –prosigue– su compromiso para intentar llegar a un público amplio sin comprometer nunca su visión”.
El libro es editado por Anagrama. Foto:Archivo particular
El novelista confesó que antes de sentarse frente al ordenador, de una forma “instintiva”, supo que tenía que centrarse en Fedora, que no es una de las obras más conocidas de Wilder, pero “es la que cristaliza mejor sus temas y su creatividad”.
A su juicio, se trata de un filme “oscuro, intimista, donde se tocan cuestiones como hacerse mayor o cómo te tomas el hecho de haber sido famoso mucho tiempo y, de repente, ya no lo eres. También hay una historia importante detrás, que tiene que ver con el retorno de Wilder a Alemania, donde consiguió financiación y donde tenía familia”, explicó.
Jonathan Coe advierte que, aunque en la novela aborde el Holocausto, no se trata de este momento histórico, que en el cineasta siempre estuvo muy presente, descendiente como era de judíos austríacos.
Lo que ha querido reflejar en estas páginas es “cómo un artista transforma su propia experiencia en arte. En el caso de Wilder, es señalar que él sufrió mucho la pérdida de su familia durante la Segunda Guerra Mundial, y el libro muestra cómo él transforma este sufrimiento en comedia muy brillante”.
A la vez, es un relato sobre las transiciones, “sobre cómo se pasa la vida, cómo uno se va adaptando, haciendo un paralelismo entre la historia del director norteamericano y su concepción de Fedora y la protagonista, Calista Frangopoulou, quien, a sus 57 años, igual que Wilder en el momento de esa película, llegan a la conclusión de que aquello que tienen que dar al mundo parece que el mundo ya no lo quiere”.
Coe, que siempre ha sido reconocido por su particular sentido del humor, señala que este puede parecer un libro serio. “Pero creo que es mi libro más divertido y cómico, algo que digo sin ninguna vergüenza, porque todos los chistes o juegos de palabras que aparecen son de Billy Wilder”, asegura.
El lector de El señor Wilder y yo se encontrará con un retrato amable del cineasta, “sin mostrar qué tan cruel podía ser con su humor agresivo y desagradable si en algún momento sentía desprecio por alguien”, añade.
“De estos aspectos más crueles de su humor ya se ha hablado mucho y yo he querido poner el acento en otros aspectos como su generosidad, tanto en términos de dinero como de tiempo, puesto que animó siempre a los jóvenes directores en su carrera”.
Aunque la película de Wilder que más veces ha visto es Fedora, precisamente para hacer este libro el escritor inglés cree que la más perfecta es El apartamento, por “el equilibrio entre el humor y la seriedad, por mostrar una elegancia clásica, así como una increíble estructura y guion que permiten ir descubriendo diferentes puntos de la narrativa con un ritmo perfecto”.