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El regreso de Paulo Coelho a las librerías con 'El camino del arquero'
Lea un fragmento del nuevo libro del afamado escritor brasileño.
El escritor brasileño Paulo Coelho reside en Suiza desde hace varios años. Foto: Efe
Paulo Coelho regresa a librerías con 'El camino del arquero', una fábula acerca de un joven en busca de la sabiduría de un maestro y las enseñanzas que este le imparte.
Frente al excepcional arquero que ha venido a desafiarlo, el maestro Tetsuya —cuya habilidad con el arco y la flecha fue legendaria y vive ahora retirado como carpintero—ofrece mucho más que una lección ante él y ante el muchacho de su aldea que observa el desafío. El joven, asombrado testigo del encuentro, insiste en que Tetsuya le transmita sus conocimientos en el arte del tiro con arco. El maestro le advierte que le ensenará las reglas necesarias, pero el joven tendrá que aprender a emplearlas para convertirse en un mejor hombre. Así es como ambos descubren el misterioso “camino del arco”, el recorrido de una vida con sentido.
"El autor vuelve a ofrecernos una luminosa fábula que nos invita a reflexionar sobre nosotros mismos y a encontrar nuestro propio camino. Cada lector hallará en ella los preceptos que le ayudaran a tomar decisiones y a encontrar la senda de una vida gratificante: el esfuerzo diario, la pasión, saber adaptarse a los cambios, mantenerse enfocado en los objetivos, y encontrar el valor para tomar decisiones difíciles", anota sus editores.
Los invitamos a leer un fragmento* del libro
El libro es editado por Penguin Random House. Foto:archivo particular
Cuando Tetsuya dejó de hablar, ya estaban en la puerta de la carpintería.
—Gracias por la compañía —le dijo al muchacho. Pero este no se movió.
—¿Cómo puedo saber si lo estoy haciendo bien?
¿Cómo estar seguro de que tengo la mirada concentrada, la postura elegante y el arco sujetado de la forma correcta?
—Imagina que tienes un maestro perfecto siempre a tu lado, y haz todo lo posible para respetarlo y honrar sus enseñanzas. Ese maestro, a quien muchos llaman Dios, otros llaman “algo”, otros llaman talento, siempre está ahí, mirándonos. Él merece lo mejor.
”Y acuérdate también de tus aliados: debes apoyarlos, porque ellos te ayudarán en los momentos en que los necesites. Procura desarrollar el don de la bondad: este don te permite estar siempre en paz con tu corazón. ”Pero, sobre todo, no olvides esto: lo que te he dicho son tal vez palabras inspiradas, pero solo tendrán sentido si las experimentas.
Tetsuya extendió la mano para despedirse, pero el muchacho le dijo:
—Solo una cosa más: ¿cómo aprendiste a tirar? Tetsuya reflexionó un poco: ¿valía la pena contestar? Pero como aquel había sido un día especial, terminó abriendo la puerta de su taller.
—Voy a preparar un té. Y te voy a contar una historia, pero tendrás que prometer lo mismo que le pedí al extranjero: nunca hablarás con nadie sobre mi habilidad como arquero.
Entró, encendió la luz, volvió a envolver su arco con la larga tira de cuero y lo colocó en un lugar discreto; si alguien lo hallara por casualidad, pensaría que era solo un pedazo de bambú retorcido. Fue a la cocina, preparó un té, se sentó junto al muchacho y comenzó a contar su historia.
—Yo trabajaba para un gran señor de los alrededores: era el encargado de cuidar sus establos. Pero como él siempre estaba de viaje y yo tenía mucho tiempo libre, decidí dedicarme a lo que consideraba la verdadera razón de vivir: la bebida y las mujeres.
”Un buen día, después de varias noches en vela, sentí un vértigo y caí en medio del campo. Pensé que iba a morir, y me rendí. Pero un hombre al que jamás había visto pasó por el camino, me recogió, me llevó a su casa, que se encontraba muy lejos de aquí, y cuidó de mí durante varios meses. Mientras reposaba, lo veía irse al campo todas las mañanas con su arco y sus flechas. ”Cuando me sentí recuperado, le pedí que me enseñara el arte del arco: era mucho más interesante que cuidar caballos. Él me dijo que la muerte se había acercado demasiado, y ahora no podía hacerla retroceder: yo ya había causado mucho daño a mi cuerpo físico y ahora la muerte estaba a tan solo dos pasos.
”Si quería aprender, sería solo para que la muerte no me tocara.
”Un hombre de un país lejano, al otro lado del océano, le había enseñado que era posible desviar por algún tiempo el camino hacia el precipicio de la muerte. Pero en mi caso, yo debía ser consciente por el resto de mis días de que estaba caminando al borde de ese abismo, y que podía caer en él en cualquier momento.
”Entonces me enseñó el camino del arco. Me pre- sentó a sus aliados, me obligó a participar en las competencias, y pronto mi fama se extendió por todo el país. Cuando vio que yo ya había aprendido lo suficiente, me quitó las flechas y el blanco, y solo me dejó el arco como recuerdo. Me dijo que empleara todas esas enseñanzas para hacer algo que verdaderamente me llenara de entusiasmo.
”Yo le dije que lo que más me gustaba era la carpintería. Él me bendijo, me pidió que partiera y me dedicara a lo que me gustaba hacer, antes de que mi fama como arquero terminara por destruirme o me llevara de vuelta a mi antigua vida.
”Desde entonces, cada segundo libro una batalla contra mis vicios y mi autocompasión. Necesito estar concentrado, mantener la calma, hacer con amor el trabajo que escogí, y jamás apegarme al presente. Porque la muerte todavía sigue muy cerca de mí, el abismo está a mi lado, y yo camino por el borde.
Tetsuya no dijo que la muerte estaba siempre cerca de todos los seres vivos: el muchacho era todavía muy joven, y no necesitaba pensar en eso.
Tetsuya tampoco dijo que cada etapa del camino del arco estaba presente en cualquier actividad humana. Solo bendijo al muchacho, de la misma forma en que él había sido bendecido hacía muchos años, y le pidió que se fuera, porque había sido un largo día y necesitaba dormir.