En Bruno Mars hay tantos ingredientes de la música estadounidense que su imagen se proyecta como un ‘collage’ de varias épocas: por momentos, evoca a James Brown, a Jackie Wilson o a Percy Sledge, a la base del sonido Motown y el R&B; de repente, desde otro ángulo se lo compara con Michael Jackson y Elvis Presley –a quien caracterizó en un espectáculo–, pero a la vez se mueve en la vanguardia de la música pop.
Esta poderosa mezcla es el camino que eligió un joven talentoso llamado Peter Hernández, nacido hace 32 años en Honolulu, Hawái, y con una mezcla genética singular: su padre es mitad puertorriqueño y mitad húngaro, y su madre es filipina. Y con familia musical, con varios imitadores de Elvis y de Little Richard. Es decir, la receta ya era singular desde la cuna.
Mars, una de las figuras de mayor proyección de la escena pop mundial, llega a Bogotá con seis nominaciones a los premios Grammy, que se entregarán en enero, por su álbum ‘24K Magic’, que se caracteriza por evocar una fiesta al mejor estilo de la barriada, con elementos de los 80 en toda la propuesta estética. Los sintetizadores evocan el ‘new wave’ y los arreglos giran hacia el ‘funk’.
El toque de Midas
La comparación con
Michael Jackson puede resultar odiosa y peligrosa para un artista que ya ha logrado una propuesta muy personal en tres discos de estudio: ‘Doo-Wops & Hooligans’ (2010), ‘Unorthodox Jukebox’ (2012) y ‘24K Magic’ (2016).
Pero en cuanto a números, la comparación sí es justa: Mars logró en el 2010 ser el primer vocalista masculino, desde 1990, en incluir cuatro sencillos en el Top Ten de la ‘Billboard’. Y lo logró con su álbum debut.
También ha sido un genio de las alianzas: su empresa creativa con Mark Ronson condujo a uno de los mejores sencillos de la década, el alegre ‘Uptown Funk’ (2015). Pero le precedían otras colaboraciones muy importantes. Una que se volvió un clásico instantáneo fue ‘F*ck... You’, de CeeLo Green. Y por la misma época (2010) también aportó su toque de Midas a B.o.B. con ‘Nothin’ on You’ y ‘Billionaire’.
E incluso, yendo más atrás, fue en la tarea de componer para otros que Bruno Mars se fue haciendo a un nombre en el círculo musical de California: escribió ‘Long Distance’ para la cantante Brandy, y ‘Right Round’ para Flo Rida. Ambos, éxitos.
El título de su último disco le calza a la perfección a una máquina de éxitos que ha vendido más de 100 millones de copias, en una época en que es difícil generar recordación ante tanta oferta global.
¿Qué lo hace tan efectivo? Probablemente la explicación está en su insistencia y su seguridad.
El cantante se labró un camino desde que saltó de las presentaciones muy pequeñas en las fiestas y los restaurantes en Waikiki, Honolulu, hasta instalarse en California, en la casa de su hermana, tan solo con una maleta y 600 dólares que había ahorrado durante los años de colegio.
Y soportó rechazos, muchos, de los ejecutivos de las discográficas. Hoy, vaya contraste, pensar en el Super Bowl es recordar su presentación junto a los Red Hot Chili Peppers.
“Nunca quise esperar a que alguien más escribiera una canción para mí –comentó en una entrevista con Evan Carmichael en torno de las claves de su éxito–. Firmé con un sello discográfico a muy temprana edad y sentí entonces que debía esperar, y esperar, y esperar a todo el mundo: un productor, un compositor... Pero yo tocaba un poco de guitarra y un poco de piano, así que ¿por qué no debía hacerlo yo?”.
El cantante sí reconoce a Michael Jackson como la influencia más grande en su carrera. “Era todo en él: la forma en que se vestía, lo innovador que era. Si vas a cualquier parte del mundo, un niño de 5 años lo reconoce, porque era una parte fundamental de la música. Unió al mundo, básicamente”, explicó en aquella entrevista.
Dónde y cuándo
Estadio El Campín (Bogotá), 5 de diciembre, a partir de las 7 p. m. Los precios de la boletería oscilaban entre $ 95.500 y $ 550.000. Sin embargo, están agotadas. La apertura del espectáculo correrá por cuenta de otro fenómeno internacional de la música, más dirigido al público juvenil: DNCE, la banda de Joe Jonas.
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