La fuerza de las raíces tradicionales colombianas ha hecho que, históricamente, la categoría de mejor álbum de folclor del
Grammy Latino sea una de las que frecuentemente albergan talentos nuestros.
En este 2020 hay una interesante competencia de gaiteros vs. gaiteros. Por un lado están los legendarios Gaiteros de San Jacinto, que ya ganaron una vez, con Un fuego de sangre pura, en el 2007. Es inolvidable la ceremonia de ese año, en la que, en medio de tanto famoso, los tres gaiteros mayores de esa agrupación, con sus trajes blancos y pañuelos rojos al cuello, alternaron en escena con los puertorriqueños de Calle 13.
Aún ahora dan ganas de agradecerles de nuevo a Residente y Visitante por esa invitación que nos permitió ver a estas leyendas de nuestra música en ese colorido escenario de la vitrina más grande de la música latina. Fue todo un orgullo.
Ahora, los Gaiteros de San Jacinto vuelven a estar nominados. Esta vez, con el trabajo titulado Toño García: El último Cacique.
Pero ahora, en la misma categoría, compiten con los Gaiteros de Pueblo Santo, otra propuesta basada en su formato musical que es el de los pueblos de la Costa, pero más joven y experimental, ya que la historia de los de San Jacinto se remonta a generaciones.
No son los únicos colombianos presentes entre los cinco del folclor.
Cabe mencionar al Quinteto Leopoldo Federico, agrupación que tiene como instrumento principal el bandoneón y, gracias a sus interpretaciones en el pasado, ya fue nominado antes a mejor álbum de tango. Este año, el grupo, en principio instrumental, llegó a la nominación con sus exploraciones de ritmos colombianos con voces invitadas, entre ellas Victoria Sur, Laura Mayolo, el Dueto Primavera, César López, Marta Gómez y Natalia Bedoya.
La contienda nunca es fácil, si se tiene en cuenta que los otros dos aspirantes a este trofeo que en años anteriores también se han llevado los colombianos El Cholo Valderrama (2008) y Palo Cruza'o (2016), son grandes de la música folclórica como Susana Bacca y el grupo paraguayo Tierradentro.
Sin embargo, cabe destacar que tres de cinco puede ser para artistas locales y audiencia como un mensaje: el de valorar cada vez más nuestras raíces porque en ellas está nuestra identidad y nuestra fuerza.
Más sobre los nominados a estos premios
LILIANA MARTÍNEZ POLO
REDACCIÓN CULTURA