Aún sin culminar los estudios que realiza, el pianista sincelejano Jesús Molina Acosta, de 21 años, ya hace giras de jazz por el exigente circuito estadounidense con el cuarteto que lleva su nombre. Lo patrocinan marcas de instrumentos, algunos que han buscado antes a virtuosos como Chick Corea o Herbie Hancock. Esto se dio a partir de la beca de estudios que la Fundación Cultural Latin Grammy otorga cada año en asocio con un artista latino reconocido y el Berklee College of Music, de Boston (Estados Unidos).
De niño aprendió a tocar saxofón. A los 15 años, su atención se enfocó en el piano. Pronto descubrió que muchos de los pianistas que iraba habían pasado por Berklee. Eso le dibujó un sueño.
Su primer intento de ingresar a la prestigiosa universidad no fue considerado. “No me itieron porque no hablaba inglés –relata–. En otro intento me aceptaron, pero no había dinero. Un día, mi abuelita, viendo Telemundo, supo de la Beca Enrique Iglesias (2015). Me dijo: ‘Mijo, aplique a esa beca’. Por algún motivo empecé a llenar la aplicación, pero no la completé, quedó para otra vez”.
La completó un año después, en el 2016, cuando la beca tomó el nombre de Juan Luis Guerra (la de este año es la Beca Carlos Vives). Envió el formulario en enero y en abril siguiente supo que era finalista. Más tarde, vía Skype le dijeron que, entre más de 100 candidatos, Juan Luis Guerra lo había elegido. “Lloré de felicidad”, recuerda.
¿Qué presentó para la beca?
Muchos de los que aplicaron eran profesionales y yo solo mandé un video casero de lo que monto en mi canal de YouTube, con un poco de lo que hago, que es jazz.
¿Cómo era su vida antes?
Estaba en mi ciudad, tenía un grupo de jazz, viajábamos por Colombia. Grababa mis videos y los subía a redes. Quería hacer música, venir a Estados Unidos, porque aquí sucede todo en el jazz. Quería ser el embajador latino por acá, porque si uno viene a un país tan competitivo, lo hace para ser el mejor, no uno más. Cuando llegué, para el programa en piano y 'jazz performance', hasta los profesores habían visto los videos. Llegué asustado. ¡Era Berklee! Me di cuenta de que estaba preparado, pero me faltaba la parte teórica. Es más fácil ir de la práctica a la teoría que de la teoría a la práctica. Entonces, estaba avanzado.
¿Qué pasó en estos dos años?
Se abrieron puertas, compañías importantes me han llamado a tocar para ellos. Soy patrocinado por varias firmas (entre estas los pianos Fazioli, Spectrasonics, Studiologic Nord Keyboards).
¿Qué lo sorprendió de Berklee?
La infraestructura, las instalaciones, es increíble. Aquí todo es fácil. Me refiero a conseguir los mejores músicos, los mejores estudios de grabación, además gratuitos. Ese tipo de cosas no existen en la vida real. Berklee es la ciudad de los sueños de cualquier músico.
¿En qué cambió su forma de hacer música?
Aprendí a acercarme a estilos americanos. Me he estado formando más en la composición y arreglos. Me ha servido el complemento teórico. Tengo el Jesús Molina Cuarteto. Hacemos bastantes presentaciones, vamos a festivales de jazz. Ha sido un privilegio que muchos músicos quieran compartir conmigo. Siempre hay gente dispuesta a gastar tiempo en la música de uno, porque cuando invito músicos a tocar, ellos invierten su tiempo en música que no es de ellos sino mía.
El ganador de la Beca Carlos Vives
Solo uno entre más de cien jóvenes talentos que respondieron a la convocatoria de la Beca Carlos Vives podrá cursar una licenciatura de cuatro años en el Berklee College of Music, en Boston.
El ganador de esta beca se anunciará este martes, desde Gaira Café, en Bogotá. Estarán presentes Carlos Vives –patrocinador de la beca de este año–; Gabriel Abaroa, presidente de Laras, en representación de la Fundación Cultural Latin Grammy, y Óscar Stagnaro, director ejecutivo de Berklee Latino. La beca tiene un valor máximo de 200.000 dólares y se otorga a un talento que necesite ayuda financiera para sus estudios.
LILIANA ANGÉLICA MARTÍNEZ POLO
Cultura y Entretenimiento