En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Exclusivo suscriptores
1 2 3 Andrés: la inspiradora historia de los colombianos ganadores del Grammy
Galardonados por We Grow Together, los artistas de origen colombiano hablan de su trabajo.
Andrés Salguero y Cristina Sanabria, son el dúo 1 2 3 Andrés. Foto: Cortesía 1 2 3 Andrés
Cristina Sanabria, de madre colombiana pero nacida en Estados Unidos, y el bogotano Andrés Salguero crecieron oyendo, cada uno en su país, canciones como La bruja loca o Trencito cañero, del célebre álbumCanticuentos, de Marlore Anwandter.
Sanabria se hizo maestra de escuela en Estados Unidos. Salguero, por su lado, participó en coros infantiles, estudió música en la Universidad Javeriana, después fue a hacer maestría y doctorado en Estados Unidos. Y allí formó parte de una banda de música infantil.
Justo cuando Salguero, convencido de que ese era su camino, empezaba a pensar en su propio proyecto, conoció a Cristina, en el 2009. Él tenía el conocimiento en lo que llama la “magia” de la creación musical. Ella conocía a los niños y empezaron a trabajar juntos. Y también se enamoraron. De allí surgió 1 2 3 Andrés, que el domingo se alzó con el Grammy más importante de su género: el de mejor álbum de música para niños, por su trabajo dedicado a chiquillos de preescolar, We Grow Togheter.
1 2 3 Andrés se caracteriza por hacer álbumes en inglés y en español. Foto:Marcelo Quiñones
En la premier del Grammy los vimos acudir a recibir el trofeo entre saltos de felicidad. Él llevaba una sombrilla, en alusión a que estaba lloviendo al fin en Bogotá. Ella afirmó que los verdaderos ganadores eran los niños. “En momentos como el Grammy –dice Cristina–, parece que el premio hubiera llegado de la noche a la mañana, pero fueron años de trabajo”. De hecho, era su segunda nominación. Y en los Latin Grammy, llevaban tres nominaciones y una estatuilla. Aún más atrás está el trabajo de años.
“Ha sido un camino larguísimo, enfocado en la educación en dos idiomas –dice Andrés–, en celebrar nuestras culturas. Somos latinos viviendo en Estados Unidos. Ha sido una carrera enfocada en la niñez, en la educación bilingüe, en la celebración del español, porque a veces se olvida que Estados Unidos es uno de los países con mayor número de hispanohablantes: unos 40 millones de personas. Pero se sigue con la percepción de que solo se habla inglés. Nuestra meta es abrirle los ojos al mundo, apoyar a familias que crían a sus hijos aquí, hablando español, tal como pasó con Cristina, que creció en Estados Unidos y su familia le dio el regalo de mantener su idioma”.
Cristina recuerda lo mucho que le marcó que una prima colombiana le llevara los Canticuentos. Además, en su trabajo como maestra de niños latinos. “Veía cómo la música los animaba, hacía que el aprendizaje fuera más divertido. Cada uno de nuestros proyectos no solo tiene que ser divertido y educativo, sino que debe tener una calidad y cuidar que las letras sean pegajosas y buscar que los adultos quieran seguir oyéndolas después de dejar a los niños en el colegio, cuando van solos en el carro”.
We Grow Togheter (Crecemos juntos) se hizo pensando en niños que acaban de entrar al preescolar. Y detrás hubo un trabajo con un de educadores y expertos en temas de desarrollo infantil. Si bien tiene una canción para aprender las figuras geométricas y otra para los colores o los números, la mayoría de las 15 canciones tienen un componente socioemocional, subraya Cristina. “Identificamos sentimientos y emociones de esa etapa, como el de enfrentarse a nuevos retos –relata–, a decir ‘Yo soy valiente’ o ‘Yo sí puedo’ o a controlar los impulsos. Hay una canción que dice: ‘Yo paro, yo pienso, yo hago lo correcto’. Pensamos en niños que por primera vez van al colegio, aprenden rutinas nuevas y lidian con nuevos amigos. De eso hablan las canciones”.
Crecemos juntos, versión en español del álbum de 1 2 3 Andrés, ganador del Grammy. Foto:Cortesía 1 2 3 Andrés
Con el de expertos hubo muchas reuniones, a lo largo de meses. Los maestros daban observaciones, proponían temas y hasta letras. Con esto como base, los artistas creaban canciones en inglés y en español. “Fueron compuestas de forma paralela, para que rima y métrica funcionaran en ambos idiomas. No es una traducción directa para que el lenguaje fuera coherente y pudiera llegar a salones de clase de Estados Unidos y Latinoamérica”. El resultado fueron dos álbumes independientes, uno en inglés, otro en español. El primero triunfó en los Grammy.
“Los maestros nos decían que querían cierto tema para incluir en su currículo, sobre lecciones que darían a los niños –dice Andrés–. Y nosotros queríamos canciones para nuestra audiencia: niños que antes iban a la guardería y ahora tenían que montarse en un bus solitos, cuando van al kínder”.
Esa imagen, la de montarse en bus solitos, alimentó la letra de Yo sí puedo. Surgió de la necesidad de crear un tema sobre enfrentar retos. “Viene la magia de la producción musical –añade él–. Fue idea nuestra decir: ‘Run run, estoy nuevo y diferente’. Este run run es el sonido de un motor y atrapa al niño para que aprenda con el sonido. Tiene esa magia poética y pedagógica del mensaje. Resultó una balada bonita y tierna, pero el pegante es el run run que a los niños les fascina”.
La colaboración con maestros continuó en los videos de cada canción. Ayudaban a definir el tipo de recursos gráficos en ellos. Porque 1 2 3 Andrés trasciende las canciones: incluye actividades, libros, es una propuesta pedagógica. Así, que pese a haber dejado su trabajo como maestra, Cristina ha encontrado en el proyecto una manera de seguir enseñando.
“Las escuelas que utilizan este trabajo en su currículo tienen a actividades y materiales –dice ella–. Pero los videos están en YouTube y familias de fuera de Estados Unidos lo encuentran útil para trabajar con sus niños. Nos escriben de Chile, de Perú, Colombia, oyen este álbum y las canciones que hicimos a lo largo de los años”.
Ganaron con un álbum en inglés, pero que en su creación tuvo su equivalente en español. “Desde siempre trabajamos así –enfatiza Cristina-, porque los dos tuvimos la experiencia de ser bilingües. Fue una bendición para nuestras vidas, por eso nos comprometimos a hacerlo todo en ambos idiomas”.
Andrés Salguero y Cristina Sanabria, en la alfombra del pasado Grammy 2024. Foto:Cortesía 1 2 3 Andrés
De la experiencia del Grammy, más allá de la pose con el trofeo y de la visibilidad que consigue ahora su proyecto, Andrés Salguero afirma que el premio para un álbum como el suyo, latino aunque esté en inglés, “refleja lo que sucede en la comunidad de la música infantil”. Añade que todos los nominados esta vez son cercanos, amigos. “Al aceptar el Grammy, Cristina dijo que los verdaderos ganadores son los niños que se ven representados en esta gama de sonidos y de artistas que han enriquecido a nuestro género –recalca Andrés–. No trataba de sonar altruista, sino de decir lo que es”.
Cuentan que existe una red de artistas dedicados a la música para niños, tanto en Estados Unidos como en Latinoamérica. Los integrantes de 1 2 3 Andrés trabajan con colegas de ambos ‘mundos’. “En Latinoamérica es una Red Internacional de Artistas para las Infancias (RIA). Siento que es nuestra responsabilidad estar en una plataforma como esta y hablar de los movimientos que están ocurriendo. No es solo hablar de nosotros, sino de los demás”.
-Y hablando de visibilidad, cómo competir con músicas que suenan hasta en los taxis. Se sube uno con un niño y está el reguetón explícito a todo volumen...
-Lo importante –responde Cristina– es que los niños que están en tu vida tengan a una música apropiada para ellos, que también sea divertida. Hay que concientizar a los adultos para que escojan música diferente cuando están en familia, pero también saber que la música para niños no es solo una idea estereotipada, puede ser rica, divertida, guapachosa.
Andrés agrega que el atractivo de la música contemporánea para adultos está en el ritmo: “En el dembow –explica–, que viene de la habanera. Somos una cultura enamorada del ritmo. En otro álbum hemos hecho canciones con dembow, con tremendo flow, que habla de forma muy moderna y cool acerca de frutas y verduras. El problema no es el ritmo o la música, sino las letras. Tenemos una plataforma para decirles a los padres: hay momentos para todo. La música de adultos no debería ser algo “gracioso”, como cuando el niño dice por primera vez una grosería y se lo aplaudimos. Es más nuestro deber como adultos proteger a nuestros niños, porque ellos no tienen todavía cómo juzgar lo que está bien o mal”.