Pregunta: Somos niñas del Colegio Las Pachas y queremos preguntarle por qué nos dicen que no es correcto decir “lo amo demasiado”, si es una frase tan bonita.
Respuesta: Mis queridas pachas, la palabra “demasiado” significa ‘en exceso’, y “en exceso” es ‘más de lo necesario’, ‘más de lo correcto’, ‘más de lo debido’, lo que permitiría pensar que “lo amo demasiado” significa que quien lo dice tiene una relación salida de madre con el amado o, como se dice ahora, tiene una relación tóxica.
Fíjense que si alguien se toma una copa está bien, se pone contento, si acaso chispón, pero si toma demasiado, media botella, se puede poner tonto y somnoliento o, por el contrario, agresivo y grosero. Ninguna de las dos situaciones es buena. Bebió demasiado y se enfermó o se salió de quicio. Si alguna de ustedes come demasiado, recibe inmediatamente la advertencia de su mamá o de su profe, que le va a decir que comer demasiado la engorda y le echa a perder la vida. No se debe comer demasiado, sino solo lo suficiente para estar bien alimentada.
Eso es lo que significa “demasiado” en primera instancia. Si se toma así el “lo amo demasiado”, no habrá otro remedio que ir a la psicóloga, abrir el corazón y decirle qué hace que el amor sea dado en demasía en el caso concreto de cada una, y la psicóloga dirá si efectivamente hay demasiado amor y hay que mermarle a tanto cariño, que ya es obsesión enfermiza.
Hipérbole
Pero, no se preocupen. La Academia, que es muy buena persona y muy comprensiva, le dedica en el Diccionario de la lengua española, DLE, 23.7, más tinta a la palabra “demasiado”, que no solo denota ‘exceso’, sino que también sirve para “valorar de manera apreciativa personas o cosas”. Y si ustedes valoran, aprecian, estiman ese amor, pues nada mejor que decirlo de la manera como lo dicen, “lo amo demasiado”.
Además, así no viniera en el DLE esta segunda acepción, decir “lo amo demasiado”, con el gesto, el tono, la mirada, el sonrojo y el contexto con que lo dicen, no es otra cosa que una hipérbole. ¿Y qué es una hipérbole? Una figura literaria que consiste en exagerar lo que se quiere decir para hacerlo más claro.
La palabra en este caso se usa no para agregar significado, sino para agregar viveza a la expresión. Es como cuando mamás y profes les dicen “te lo he dicho mil veces”. En la vida real, lo habrá dicho dos o tres veces, quizá cinco o máximo seis, pero no mil. La expresión es válida como hipérbole. También decimos con mucha frecuencia “todo el mundo lo hace”, cuando en realidad no son los ocho mil millones de terrícolas los que lo hacen, sino ‘la mayoría’ de algún grupo o comunidad, que tal vez no pasen de mil o ni siquiera de cien.
No es error
Por favor, sigan amando demasiado, y sigan haciendo hipérboles, que no son errores, como dirían el profesor Super-Ó y la Sevichica, sino secuencias poéticas cercanas a las metáforas y válidas como ellas, para expresar las ideas no con lenguaje de robot, políticamente correcto, monocorde y aburrido, sino con emoción y convicción como corresponde a cualquier enamorada.
FERNANDO ÁVILA
Experto en lenguaje y ortografía
Para EL TIEMPO
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