Cuando tenía 17 años, el joven bajo barítono Valeriano Lanchas tuvo la oportunidad de debutar con la Ópera de Colombia, gracias a una invitación de Gloria Zea. El montaje era 'El barbero de Sevilla', y Lanchas hacía un pequeño papel en el primer acto, Fiorello, criado del conde de Almaviva. Cuando acabó de cantar y salió del escenario, el artista respiró y se dijo: ‘Lo hice; pase lo que pase en la vida, ya me paré en un teatro con una orquesta, con un vestuario, con unos colegas y canté una ópera en mi vida’.
“Esa es una sensación de la que nunca me olvido y que además no se ha bajado de voltaje después de 25 años; yo cada vez le tengo más respeto al escenario, más respeto al público, y los retos son diferentes, obviamente... La gratitud que siento por tener la oportunidad de pararme ahí se ha ido acrecentando, y no lo contrario”, relata ahora Lanchas, sentado en uno de los camerinos del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de Bogotá.
El bajo barítono colombiano se prepara para un nuevo montaje de 'El barbero de Sevilla' –será el número 12 de su carrera–, esta vez encarnando a don Bartolo, su papel favorito. Y es un rol que tiene otro significado emocional, puesto que significó el debut de Lanchas en uno de los templos más importantes de la lírica mundial: el Metropolitan Opera de Nueva York.
Fue en el 2015 cuando se subió por primera vez a las tablas de ese histórico escenario, y el colombiano recuerda cuando escuchó a la orquesta afinar detrás del telón, de ese famoso telón dorado del Met que se abre por la mitad.
“Ya vi que ahí estaba, que iba a empezar 'El barbero de Sevilla' y que yo era Bartolo. Volví a sentir físicamente otra vez todo lo que había sentido a los 17 años, pero no porque lo buscara, sino que el cuerpo empezó a reaccionar igual. Y también, cuando se bajó el telón al final, me dije: ‘Haga lo que haga, pase lo que pase, ya canté una ópera en el Met’. Entonces fue como un nuevo nacimiento”, apunta.
Y lo que pasó fue que Lanchas volvió a cantar en el Met, otra vez con El barbero de Sevilla y también en Las bodas de Fígaro, y ahora celebra su cuarto de siglo con la Ópera de Colombia con este montaje, en el cual lo acompañan el barítono Pablo Martínez, la mezzosoprano Paola Leguizamón y el español Borja Quiza. En la producción, que cuenta con la dirección escénica de Pedro Salazar, también estará la Orquesta Filarmónica de Bogotá, bajo la batuta de Alejandro Roca.
Para acrecentar el significado emocional de la pieza, Lanchas recuerda que esta fue la última ópera que le ofreció Gloria Zea, quien falleció en marzo pasado. “Gloria decía que era mi segunda mamá, y sí que lo fue. Sin Gloria, mi historia hubiera sido muy distinta; obviamente, hubiera cantado, pero mi historia y mi vida fueron de la manera que fueron, que ha sido muy especial, y he logrado cumplir mis sueños, con una persona ahí como Gloria Zea apoyándome desde el día uno”, afirma Lanchas.
Este Barbero de Sevilla es el primer montaje que la Ópera de Colombia hace tras la muerte de su fundadora y directora –Zea falleció justamente un par de días antes de que se estrenara el montaje anterior, 'Madama Butterfly'–.
Esta ópera bufa del compositor italiano Gioachino Rossini se centra en las estrategias que una pareja de enamorados, la huérfana Rosina y el conde de Almaviva, emprenden para burlar la vigilancia de don Bartolo, el tutor de la joven protagonista.
Gloria decía que era mi segunda mamá, y sí que lo fue
Lanchas sostiene que el papel de Bartolo es extremadamente difícil, pero, al ser un rol cómico, uno de los grandes retos es que el público no perciba esa dificultad. “Tiene partes, llamadas silabato, en las que uno tiene que cantar como una metralleta, o sea, son un montón de palabras muy rápido junto con la orquesta; hay que estar sincronizados, y eso es muy difícil, pero no se debe ver así. Encima de que es difícil, tiene que verse totalmente relajado, porque si no, no es cómico... El público no viene a sufrir con uno, sino a gozar con lo que uno hace”, explica el bajo barítono.
Y, aunque ha ganado más experiencia desde que empezó a cantar el papel, y asegura que incluso se siente tan cómodo que ya lo siente bajo la piel, para Lanchas sigue siendo un reto lograr que suene bien. “La voz está en un cuerpo al que también le pasan los años, entonces uno tiene que estar muy pendiente de cuidar la técnica y trabajar, porque no es lo mismo cantar cuando uno tiene 43 que cantar cuando uno tenía 30”, afirma.
Una de las estrategias que Lanchas tiene para mantener ese nivel es que graba religiosamente todos sus ensayos y, cuando está en su casa, se escucha y toma notas para hacerse una crítica personal y constante. “Cuando escucho la grabación trato de salirme de mí y ver todas las cosas que sean mejorables o quiera cambiar, o que funcionaban antes y ahora no funcionan. Entonces, esto siempre está vivo y siempre es divertidísimo”, finaliza.
Dónde y cuándo
Miércoles y viernes, 8 p. m. Domingo, 5 p. m. Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo. Calle 170 n.° 67-51, Bogotá. Informes: 377-9840. Boletas desde 20.000 hasta 300.000 pesos.
YHONANTAN LOAIZA GRISALES
Cultura y Entretenimiento
En Twitter: @YhoLoaiza