
Cuando nadie nos ve

FECHA 22 / OCTUBRE / 2018
En Colombia los derechos de los niños no son para todos. Muchos ni siquiera saben que los tienen, nadie los cuida porque nadie los ve.
Jenny, Liliana y Miguel son tres jóvenes que, siendo menores de edad, sufrieron las peores vulneraciones en Medellín. Ellos ya son adultos jóvenes, pero sus historias se siguen repitiendo: según cifras de la Unidad de Niñez de la ciudad, en lo que va de 2018, 438 niños, niñas y adolescentes han sido internados en seis programas de confinamiento del Sistema de Protección por violencia intrafamiliar y/o externa, explotación sexual comercial y amenazas contra su vida dentro o fuera de Medellín.
Jenny, Liliana y Miguel también intentaron salvarse entrando a un internado, pero no todos consiguieron culminarlo. De los 389 casos de niños y adolescentes que han salido de esos mismos seis internados en lo que va 2018, solo 73 terminaron exitosamente sus procesos: 316 se evadieron antes de terminarlo, según se desprende de la información suministrada por la Unidad de Niñez.
Pero ¿por qué resulta tan difícil para los niños dejar de estar vulnerados?, ¿qué pasa con ellos cuando nadie se hace corresponsable de su cuidado?
A continuación, tres testimonios para empezar a mirar lo que nadie ve.
Jenny vigila niñas sexualmente
explotadas porque no quiere ser una
Entrevista con Liliana,
una niña en la calle
Miguel se salva a sí mismo
datos de una ESCLAVITUD MODERNA
La Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes (ESCNNA) aparece de diferentes maneras, pero siempre como una promesa de libertad: permite a los niños adquirir el dinero que necesitan para sobrevivir por fuera de un hogar malsano. La paradoja es que la ESCNNA es considerada, por la ONU, la Unesco y la OIT, como una forma de esclavitud moderna.
Solo que, a fuerza de no mirarla, se ha naturalizado.
Sin embargo, sus estragos son cada vez más evidentes. En el Caivas (Centro de Atención Integral a Víctimas de Violencia Sexual) de Medellín se tiene registro de 801 procesos penales por ESCNNA entre 2013 y 2018. Por lo menos 144 involucran niños entre 6 y 11 años y, del total, el 85% son mujeres y el 15% hombres.
Desde la Unidad de Niñez de la Alcaldía de Medellín se creó un modelo especializado para atender niños y adolescentes víctimas de violencias sexuales. Este surge de una discusión que se ha dado en los niveles académicos, institucionales y de la sociedad civil organizada, así como de cierta voluntad política que quiere derribar el estigma de que en Medellín los cuerpos de los niños se pueden comprar, como ha sido revelado en prensa nacional y extranjera.
Así, en el último periodo de gobierno (desde 2016) hasta agosto de 2018
La Unidad de Niñez reporta por lo menos 983 niños, niñas y adolescentes atendidos, así:
Y, aunque no hay datos oficiales de cuántos están pasando por esa vulneración en este momento, se sabe que la atención aún se queda corta. Armando Zuluaga era educador en calle del proyecto Crecer con Dignidad y dice que, en promedio, encontraba un caso nuevo en las calles del centro cada semana: "no se nos disparan las cifras porque apenas cumplen 18 años salen del sistema", dice.
Sobre por qué cuesta mirar algo tan evidente Marcela Zuluaga, ex secretaria de Grupos Poblacionales de Medellín, intenta una respuesta: “supongo que debe ser para la gente muy difícil reconocer que detrás de esa ropa sucia, ese olor a veces nauseabundo y esas cicatrices y el moco chorreando… debe ser muy difícil encontrar un rostro, encontrar un nombre, encontrar una vida detrás de eso que nos genera repugnancia".
Si bien este fenómeno tiene diversas causas, muchas de ellas estructurales, como la falta de empleo de los padres y acudientes, la desigualdad social y el crimen organizado, hay algo que Natalia Naranjo, quien encarna a la Maga Pati para trabajar con niños y adolescentes que sufren la explotación sexual en la ciudad, resalta como una clave para empezar el cambio: “para los niños, cualquier situación que les devuelva la palabra es curativa, que les devuelva el protagonismo, les quite el lugar de víctimas y les entregue la posibilidad de ser y de hacer, es una oportunidad”.
Niños y adolescentes necesitan
un cambio en la forma de protegerlos
La recuperación de los niños internados en ICBF no se completa la mayoría de las veces

Edición Ginna Morelo
Investigación, fotografía y montaje Sara Castillejo Ditta
Diseño de portada Jorge Daniel Morelo

La confección de estos relatos empezó con el trabajo de grado 'Del país para la calle: ¿cómo salir de la ESCNNA en Medellín?', asesorado por Julio César Orozco y que está disponible en la Biblioteca Carlos Gaviria de la Universidad de Antioquia ©
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