La gran diferencia entre el Ineos y el resto de los participantes en el Tour de Francia es que la formación británica diseñada por Dave Brailsford solo persigue un objetivo: que uno de sus corredores entre de amarillo en los Campos Elíseos de París.
A ese fin están dedicados todos los esfuerzos de los ocho integrantes del grupo, que renuncian a cualquier ambición personal. “Otros equipos van por las victorias de etapa, pero nuestro único objetivo es intentar ganar el Tour”, asegura el británico Geraint Thomas, segundo de la general, en el primer día de descanso del Tour.
Si el año pasado el galés compartía galones con su compatriota Chris Froome, en esta edición está respaldado por el colombiano
Egan Bernal en caso de que sus fuerzas no sean suficientes.
“O es el uno, o es el otro, todo dependerá de cómo se desarrolle la carrera”, asegura el director deportivo, Nicolas Portal.
El Ineos no suele perder tiempo en caídas o cortes, como el que ocurrió camino de Albi, que afectó a importantes rivales, como el francés Thibaut Pinot o el danés Jakob Fuglsang. “Todo el equipo está concentrado en un objetivo. No estamos aquí para ‘sprintar’ o ganar algún otro maillot”, dice Portal.
El propio Bernal, que podría afianzar sus ambiciones personales, prefiere escudarse en la disciplina de grupo y, por el momento, pone por delante la experiencia de Thomas para situarse un paso por detrás. A sus 22 años, el colombiano tiene claro que no dará ningún paso en vano que aleje a Ineos de su gran fin. Ni siquiera el maillot blanco de mejor joven del Tour que tiene al alcance y que en Albi le hizo subir por primera vez al podio del Tour. “El maillot blanco no fue para él una prioridad, porque sabe que algún día puede ganar el Tour. Y este es el camino para conseguirlo”, señala Portal.
Tras la jornada de descanso, hoy será la etapa 11, un recorrido prácticamente llano, entre Albi y Toulouse, de 167 kilómetros.
EFE