Andrés Mosquera Marmolejo, el guardián del arco y del sueño de estrella en Santa Fe: 'Vamos en el camino correcto'

Y así, con unos guantes que emanan fuego de tanto trajín, es como Marmolejo (nacido en Carepa, Antioquía, de familia de arqueros, padre de cuatro hijos y irador de Courtois y David Ospina) se ha convertido en el responsable de que Santa Fe duerma tranquilo, porque ahí está él para custodiar no solo el arco, sino la preciada ilusión de toda la hinchada de conseguir la estrella.

La gente se fija mucho en el ‘9’ o en el ‘10’, pero en Santa Fe también se fijan en el ‘1’ y en su gran desempeño...
Sí, los más destacados siempre son el delantero, el de los goles o el de los pasegoles, el jugador diferente es el que resalta, pero la posición de nosotros tiene algo particular y es que cuando lo hacemos bien, te lo reconocen, pero cuando te va mal, te lo hacen saber. Una equivocación en un arquero es muy notoria, el error del arquero casi siempre termina en gol. Estamos solos, no hay quien te salve y se nota mucho el error. Estoy feliz por este gran momento en Santa Fe y por poder ayudar al equipo en cada partido y que el trabajo sea bueno y lo valoren.

Usted es un arquero que gana puntos; cada atajada suya es como un gol...
Siempre resalto el trabajo colectivo, nunca me quedo en lo individual. Somos 11 los que entramos a la cancha y está el banco, el cuerpo técnico, los jugadores que no van al partido. La prensa resalta al más destacado, pero yo siempre valoro el colectivo, mi defensa que me ayuda, los de adelante que trabajan para el gol...

¿Qué siente después de cada atajada y cuando escucha el eco de la gente, ese ‘uyy’?
Me da mucha alegría, y siento ese deseo de seguir tirándome a cada balón, sacando cada pelota, porque como dices, uno escucha el grito de la gente, y al compañero que se acerca y te dice ‘lo hiciste muy bien’, eso te llena de alegría, saber que se hace un buen trabajo, luego llegar al camerino y abrazarnos y saber que ganamos y cumplimos a cabalidad lo que dijo el profe: me dan deseos de continuar por ese camino.

Se dice que un equipo sale campeón con un buen arquero y un goleador...
Je, je, je, tiene gran parte de verdad eso de contar con un arquero sólido y un goleador, que tiene que ver porque es el que define, y nosotros tenemos a Hugo (Rodallega), pero para mí somos todos, el defensa que te ayuda, los volantes, los compañeros que entran con la mayor disposición. Todo eso suma para un campeonato, incluso los utileros, los médicos, el que limpia los guayos...

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Rodallega dijo hace poco: ‘Tenemos mucho arquero’. ¿Qué opina de esa confianza?
El verle la cara al compañero, al cuerpo técnico y ver que creen en ti, que se sienten seguros contigo, es motivo de alegría, de iración, y más me llena saber que hay confianza plena en uno, porque saben que hay una persona que dará todo por ellos. Hugo es muy exigente, me exige y me dice: ‘Hay que dar más y más’.

¿Cuál es su atajada más difícil con Santa Fe?
Recuerdo una contra Fortaleza, un mano a mano de frente, quedó el rebote y otra vez atajé, y quedó otro rebote y otra vez fui por el balón, es una atajada que recuerdo mucho, con la emoción maravillosa de atajar 3 veces en una jugada y levantarme y oír el aplauso del hincha, eso me llena.

¿De dónde saca su agilidad, como la forjó?
Dios me brindó esa capacidad de hacer bien lo que hago. Pienso que las cosas se deben al trabajo, ahí es donde uno ve la evolución, el crecimiento, hasta donde puedes llegar… Siempre voy a dar un poco más, no encuentro una zona de confort, no encuentro límite, cada día voy a dar más, esforzándome, todo eso lo encuentro en el trabajo.

Un arquero que ataja mucho, quizá es un arquero al que le llegan mucho...
Es verdad, ojalá pasara un partido donde no le llegaran a uno, uff, para los técnicos sería de mucha tranquilidad que el arquero no se ensucie el uniforme. Pero si hay una acción, en esa hay que ayudar, y si hay dos, en esas hay que estar. Pasan partidos donde nunca te llegan y estuviste tranquilo, pero en otros te llegan 10 o 12 veces y hay que responder.

¿Por qué llegó a Santa Fe?
No fue fácil llegar a Santa Fe, yo estaba en Medellín, me quedaba un año, pero venir acá fue un reto de decidir. Santa Fe me abrió las puertas en un momento difícil, venía de una lesión, de perder una final contra Junior en penaltis, un momento clave donde uno como arquero sabe que sus compañeros confían en ti, no se dio. Perdimos otra final contra Pereira en la misma instancia. Todo eso me golpeó, no haber brindado lo que todos esperaban de mí. Tomamos la decisión con mi familia de mirar otro aire.

Es un arquero serio, silencioso, o eso aparenta. Usted habla con sus atajadas…
Sí, eso es fundamental y tu persona habla de ti fuera de la cancha, hay que dar ejemplo, mostrar lo que eres para que vean en ti a una persona sólida, líder, comprometida, seria, que hablen de lo que tú eres. Somos espejos pero queremos ser espejos de referencias buenas.

¿Y con la Selección (Marmolejo estuvo en selección juvenil y en un partido amistoso con la de mayores en 2022) hay alguna ventana abierta?
No sé, creo que con el nuevo proceso no sabe uno si esté en el radar o no, si te miran o no… Siempre vamos a estar atentos, pendientes de que algún día se abra de nuevo la oportunidad, es el sueño, el deseo, representar al país, vestir esos colores. Seguiré trabajando y demostrando.

Arrancaron ganando el cuadrangular B contra Tolima y eso los llena de más confianza...
Arrancar de local ganando, con un Tolima sólido, que hizo 38 puntos, nos llenó de ilusión. Ahora es seguir creyendo, trabajando igual o más en cada partido para buscar el resultado. Tenemos un buen rival como La Equidad, esperamos estar bien preparados para buscar el resultado.

¿Es su hora de ganar la Liga?
Ojalá que sí, que esta sea una oportunidad maravillosa para mi carrera, para Santa Fe, para el hincha y todos los que estamos trabajando para que se pueda conseguir la décima estrella. Ojalá podamos lograrlo, no es fácil, pero vamos en el camino correcto.


PABLO ROMERO
​DEPORTES
​@PabloRomeroET