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Relocos, papi, relocos... (Meluk le cuenta)
En el fútbol colombiano siguen pasando cosas que no se pueden creer.
Colombia da motivos a diario para que sea declarada el reino del mundo al revés. Son demasiados, exagerados, y el fútbol, ¡faltaba más!, pues hace su aporte de manera generosa para que esta tierra se convierta en potencia mundial del absurdo.
Unión Magdalena ya perdió la categoría, descendió a la B otra vez, pero todavía puede clasificar a los cuadrangulares semifinales y ser campeón de la Liga.
Unión Magdalena vuelve a la B. Foto:X: @UnionMagdalena
Esta disparatada posibilidad ya se ha presentado antes y, quizás, los dueños de los equipos (la Dimayor) solo están esperando a que el que se vaya a la B sea el campeón de la Liga para entrar a los récords Guinness más absurdos de todos los tiempos y, ahí sí, cambiar el sistema de descenso. Parece un chiste, pero no lo es.
El regreso del Unión a la B tras su polémico ascenso
Unión regresa a la B, de la que salió con el insólito partido contra Llaneros, en el que los defensas se quedaron parados y Magdalena en los minutos 96 y 98 remontó y ganó 1-2. Y nada pasó.
De verdad, estamos “relocos, papi, relocos”. Léalo como lo viralizó en TikTok una rapera de acento muy bogotano, muy urbano, muy popular, muy agudo y muy cantadito: “Relocos, papi, relocos”. Dos equipos del mismo dueño definen un cupo de entrada a la semifinales de la B en la última fecha, y en la última jugada del partido el que va perdiendo voltea el marcador con un penalti grosero que obviamente terminó en gol, para que así pudiera pasar uno de los dos. Es que nos creen muy pendejos...
El mundo al revés: parece anécdota que Wílmar Roldán, el árbitro más importante de Colombia, con kilómetros de ventaja sobre los demás, empiece el partido entre Junior y Once Caldas... ¡y no había balón! Un descuido que no le puede pasar a Roldán, uno de los mejores jueces de América. Parece otro chiste, pero tampoco lo fue.
Colombia es Locombia, y en fútbol, más. Jugó la Selección y la culpa de fallar el penalti contra Ecuador no fue del que lo pateó mal, porque dizque fue del que no lo disparó. Vayan viendo.
Pero hay más: en este país al revés con su fútbol al revés, pues resulta que el que debe ser el ‘goleador' de Colombia, su atacante más letal, pues dizque es un megacrac porque defiende, porque evita los goles del rival y no hace lo que tiene que hacer. ¡¿Ah...?!
Estamos a nada de repetir eso del mejor futbolista sin balón. Este mundo al revés gira sobre sí mismo y jamás se endereza.
“Relocos, papi, relocos”, con los genios del sobreanálisis, intelectuales y catedráticos del juego, que exprimen los hechos y los retuercen para explicar por qué el elogiado creador de juego, evidente destacado del equipo, dizque resultó ser el más malo porque no marcó.
Además, dan mil vueltas y revueltas para asegurar que el marcador es malo porque no crea, en largas exposiciones en las que explican por qué el agua hirviendo ablanda la papa, pero endurece el huevo...
En este mundo al revés el buen goleador es el que no hace goles, el gran armador es el que marca y el peor marcador lo es el porque no crea.
En fin: el futbol colombiano sí es potencia mundial del absurdo. Aquí, “perder es ganar” y “no cumplir una meta ya de por sí es cumplir una meta”. Como diría Condorito: “¡Exijo una explicación!”.
El mundo al revés. Estamos relocos, papi, relocos...