Ramón Jesurún: escándalo y arresto en Miami lo tiene bajo crítica; ¿debe seguir como presidente de la Federación Colombiana de Fútbol?

El presidente de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), Ramón Jesurún, está en el ojo del huracán por el escándalo en el que se vio implica el domingo pasado en la final de la Copa América entre Argentina y Colombia, cuando fue arrestado en Miami junto a su hijo Ramón Jamil, en medio de una pelea con agentes de seguridad, por lo que tuvieron que asistir a audiencia antes de obtener la libertad bajo fianza. Aunque el vértigo noticioso del país parece haber minimizado la controversia, sí se abrió el debate sobre si el dirigente debería dar un paso al costado.

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La polémica no ha parado, ya que por lo sucedido no solo Ramón Jesurún, de 71 años, tendrá que presentarse a una nueva audiencia el 14 de agosto, sino que corre el riesgo de perder su Visa para Estados Unidos, lo que afectaría su carrera dirigencial, teniendo en cuento la disputa del próximo Mundial en ese país, junto a México y Canadá. 

El pasado lunes EL TIEMPO se comunicó con la Cancillería y buscó a dos fuentes del Ministerio del Deporte para confirmar que están documentando los hechos para evaluar la situación de Jesurún. Este diario estableció que funcionarios del Gobierno de Gustavo Petro empezaron a indagar sobre el episodio, a pesar de que la FCF es un ente privado (que recibe fondos públicos).

Las imágenes de la pelea, la detención, la transmisión de TV en la que aparece Jesurún de naranja (como se identifican a los presos en ese país) dando declaración ante la jueza Mindy Glazer, son factores que encendieron el debate nacional. 

En las únicas declaraciones públicas que ha dado Jesurún, dijo: “Esta credencial dice total y un guardia de seguridad que quiere hacerse el importante lo desconoció, me empujó y se armó un tumulto ridículo. Yo a nadie golpeé”. 

Luego, la FCF emitió un comunicado en el que expresó que Jesurún reaccionó en defensa de su hijo: “Ramón Jesurún impulsado por su instinto paternal, pues uno de los reclamantes y posteriormente reducido por los guardias fue su hijo Ramón Jamil, se apresuró a reclamar por lo sucedido pero terminó desbordado por la situación, al encontrarse en el corredor con su esposa, hijos, hijas y nietos menores de edad”.

Los 36 clubes profesionales, afiliados a la Dimayor, emitieron un comunicado de respaldo hacia el máximo dirigente del fútbol colombiano. Por su parte, el presidente de la Dimayor y vicepresidente de la FCF, Fernando Jaramillo, salió en su defensa: “Nos hemos pronunciado oficialmente tanto la Federación, como la Dimayor, como la Difútbol, apoyando al presidente en este momento difícil que vive él y su familia y creemos que obviamente lo trataremos en el seno del Comité Ejecutivo cuando él esté de regreso, pero nuestro apoyo a él y a su gestión es importante y definida. No podemos opacar todas las buenas cosas que nos pasaron por un momento difícil que él ya ha explicado, pero lo importante es lo que viene detrás, el proceso que venimos teniendo, lo importante que es la consistencia del proceso en todas las selecciones... y ese proceso se debe a un esfuerzo en cabeza del presidente Ramón”.

Mientras las voces del fútbol lo respaldan, líderes de opinión y personalidades de la política nacional son enfáticos en pedir su salida del cargo. Ricardo Silva Romero, escritor y columnista de EL TIEMPO, opina: “Por supuesto que tiene que irse. En Colombia nadie renuncia porque -incluso antes de la llegada de las posverdades- la gente se ha aferrado a su versión de los hechos, pero por supuesto que tiene que irse ya: ya mismo. Tenía que haberse ido desde el principio, porque no ha hecho nada por los derechos de los futbolistas, pero, si no estamos de acuerdo en eso, si sueno exagerado, al menos tendremos claro que el Fifagate y el escándalo de las boletas fueron dos gotas que rebosaron la copa. Pensemos que fuera el rector de nuestro colegio. Pensemos que fuera el presidente de nuestro país. ¿No tendría que irse luego de ponerse el overol anaranjado? ¿No tendría, en el peor de los casos, que haber salido con un comunicado que fuera una disculpa? Pensemos que fuera un ministro: por supuesto que tendría que irse, pero como ser dirigente del fútbol ha sido tener un fuero como de cura —una ley fuera de la ley— entonces da igual que uno le pida que se vaya y da igual lo que uno piense".

En la misma sintonía está Adriana Villegas, analista política y columnista. “Jesurún debería renunciar pero no va a hacerlo porque tiene un enorme conglomerado de respaldos políticos, mediáticos y empresariales construido durante años, y porque es común que los hombres con poder cuando son pillados en situaciones comprometedoras armen todo un discurso para autojustificarse y mostrarse como personas supuestamente incomprendidas. Como víctimas. Las imágenes de lo ocurrido en Miami me recuerdan el cuento de "El traje nuevo del emperador": todos pudimos verlo violento, delante de niños, y luego esposado y en traje naranja. Sólo él y su círculo no notan que está desnudo. Es el representante del fútbol nacional, de una Federación que además ha sido muy cuestionada por el sexismo con el que trata a la liga femenina, por la reventa de boletas, etc. Lo ocurrido esta semana es apenas otra situación que se suma a un estado de cosas que en otros lugares sería insostenible, pero acá no".

Las voces que piden su salida no paran. Néstor Humberto Martínez, ex ministro y ex Fiscal General de la Nación, dijo: “La columna que justamente publico este domingo en las páginas editoriales de este diario trata sobre la responsabilidad política, refiriéndome a otros aspectos de la vida nacional. Esa responsabilidad política es independiente a las decisiones judiciales que se tomen en su momento. En determinados cargos de representación por su naturaleza hay que poner la cara y asumir. En ese sentido, este hecho lamentable del presidente de la Federación de Fútbol, puede que se den todas las explicaciones, pero la representación del fútbol colombiano no pude quedar en entredicho a nivel mundial. La responsabilidad política debe tener decisiones y efectos".

Otro líder de opinión que cree que Jesurún debe salir del cargo es el periodista Félix de Bedout. "Pues yo creo que esta situación sí debe dar para la salida de Jesurún del cargo porque un directivo no solo es la persona encargada de la parte istrativa de una institución, sino que también es la a imagen de esa institución ante los órganos donde se desarrollan los círculos de los círculos de poder. Todo lo que pasó, independientemente de las circunstancias, más las imágenes, pues debilita la posición institucional de Colombia institucional frente a la Fifa y las diferentes organizaciones del fútbol".

Para Cecilia Orozco, periodista galardonada con el reconocimiento a toda una vida por el premio nacional de Periodismo Simón Bolívar 2023, dijo: “Ver a un dirigente tan popular como Ramón Jesurún –y tan intocable en el territorio nacional-, vestido con el overol naranja de los presos en Estados Unidos y esposado como cualquier delincuente, es una vergüenza para él, para su familia y para el país entero. Jesurún, el poderoso presidente de la también poderosa Federación Colombiana de Fútbol, ¿compareciendo ante un estrado norteamericano para responder por violaciones de ley? Su detención, el proceso penal abierto a su nombre y su imagen de reo que no se nos va a borrar fácilmente, constituyen motivos más que suficientes para su renuncia o para la expulsión de su cargo actual. Pero no va a pasar: en cuanto pise suelo patrio, el enorme manto de silencio que cubre sus frecuentes tropelías, volverá a cubrirlo. Y seguirá campante e impune como siempre".

La periodista María Jimena Duzán dijo: “Debería renunciar. Es un déspota que maneja el fútbol como si fuera su finca, utiliza su poder para agrandar su figura, le importa un carajo el fútbol femenino, pero sobre todo por evitar que las varias investigaciones en su contra que tienen que ver con escándalos de corrupción permanezcan dormidas. Por la carga que lleva en sus hombros debería haber renunciado hace rato, no solo por la vergüenza que nos hizo pasar en Miami”.

Gonzalo de Francisco, analista político y experto en asesorías de comunicaciones, pidió su salida: “A Jesurún le faltó de lejos la humildad de los grandes, prefirió la soberbia de los que son poquito. Ni se disculpó. Un presidente de la Federación debe ser respetado, y eso se perdió. Su capacidad de gestión quedó lesionada ante todos los actores, incluidos los patrocinadores de la Selección, autoridades medios de comunicación, etc... Es lógico que renuncie, el fútbol colombiano necesita que renuncie”.

A su vez, Enrique Gómez, excandidato presidencial, opinó en su cuenta de X: “Lo ocurrido con Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol y con su hijo es una vergüenza mundial. Debe ser apartado de su cargo, no se puede seguir tolerando a gente que bajo ninguna excusa o ideología haga llamados a la violencia. Vergonzoso”. 

Hay más voces críticas. “Da pena ajena el comunicado de la @FCF_Oficial sobre el bochornoso comportamiento de su mandamás en Miami: "Ramón Jesurun impulsado por su instinto paternal, pues uno de los reclamantes y posteriormente reducido por los guardias fue su hijo Ramón Jamil". Pura solidaridad mafiosa!”, escribió en X Juan Carlos Flórez, analista político. 

Por su parte, Cathy Juvinao, Representante a la Cámara, fue contundente y en su cuenta de X expresó: “Ahora resulta que el Sr. Jessurú golpeó a una guardia por un ‘instinto paternal’. Definitivamente este señor representa la validación de la cultura de la ilegalidad, del todo vale, de la violencia y del ‘Ud no sabe quién soy yo’. Estos son los personajes que dañan a Colombia".

No todas las posturas son críticas. Jesurún, además del respaldo de los equipos, Jesurún tiene una imagen favorable entre otros lideres de opinión. Juan Lozano, periodista y político, destacó en La FM. “Todos sabemos que es un hombre de muy buenos modales, superdecente, un tipo de muy buen trato, que en los momentos más caldeados del fútbol se porta bien, se dirige bien a sus interlocutores, que siempre tiene buen trato con los demás”, dijo. EL TIEMPO quiso ampliar en su opinión pero no fue posible.

Hay otras voces más neutras. Alfonso Gómez Méndez, ex Fiscal General de la Nación y ex ministro, dijo: “Una cosa es lo que rige para el sector privado y otra, para el sector público. La Federación de Fútbol es una organización privada que tiene sus propios normas. No conozco cuáles sean esas esas normas al interior de la Federación en donde se regulan situaciones de esta naturaleza. Aplicando normas de carácter general habría que esperar", dijo. 

Y agregó: "Como los hechos están tan recientes y están tan en caliente y hay versiones distintas sobre qué fue lo que pudo haber pasado, yo creería que aún en esta escena de organización privada deberían esperar un cierto tiempo para ver qué rumbo finalmente toman esas esas investigaciones. Si yo fuera miembro de la Federación hablaría con él y le preguntaría si él mismo no considera que en su posición esta situación puede afectar la legitimidad o la credibilidad de él y de la Federación, más allá de las normas internas que tenga esa entidad privada”.

Iván Ramiro Córdoba, exfutbolista de la Selección Colombia, dijo: “Es una situación lamentable que deja muy mal parado a todo el país y como cualquier colombiano que desea lo mejor para su selección me duele y me preocupa”. 

Y Víctor Hugo Aristizábal, máximo goleador colombiano de la historia, campeón goleador de la Copa América 2001 y ista de Espn Colombia, opinó: “Lo veo más como un inconveniente familiar, cualquiera de nosotros se puede equivocar o reaccionar a un momento de tensión con un familiar. Si no hay algo grave se puede solucionar”.

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