Carlos Paniagua, el guía que tiene a la Sub-17 femenina cerca del título mundial

Un puñado de jovencitas tiene a todo un país ilusionado con conseguir un título mundial de fútbol. Detrás de ellas hay un hombre de mucha experiencia, que las llevó a pensar en grande. Se trata de Carlos Paniagua, el técnico de la Selección Colombia Sub-17, que el domingo enfrentará a España en la final del Mundial femenino de la categoría.

“Es de irar que estas jugadoras a tan corta edad tengan la personalidad de ir a esta instancia. Nos estábamos jugando ir a una final del mundo”, dijo el DT a Gol Caracol, una vez la Selección eliminó a Nigeria en lanzamientos desde el punto penalti.

Paniagua, nacido en Medellín hace 59 años, encontró en el fútbol femenino el reconocimiento a una larga trayectoria. Pero ya había hecho parte de procesos exitosos. Fue asistente técnico de Carlos ‘Piscis’ Restrepo en el más reciente título de una selección sub-20 masculina, el del Suramericano del 2013, que se jugó en Argentina.

Le dicen ‘Fututo’ y el apodo tiene un curioso origen: en las calles de su barrio, La Floresta, nació su pasión por este juego. Pero ese nacimiento traía secuelas, como romper los vidrios de las casas de sus vecinos. Una de ellas, doña Ana, lo descubrió y dijo “Eso fue ese ‘Fututo’”. Y así se quedó.

Quiso jugar al fútbol profesional: estuvo en una Selección Antioquia en 1981 junto a ‘Chonto’ Herrera, Santiago Escobar y Juan Jairo Galeano, entre otros, y luego alcanzó a integrar el plantel profesional del Independiente Medellín de mediados de los años 80, que dirigía Julio Comesaña. Una lesión lo obligó a retirarse muy joven.

Tras su retiro se formó como entrenador y fue asistente en varios equipos de la A y de la B, entre ellos, el único Atlético Bucaramanga que clasificó a una Copa Libertadores, en 1998, con Carlos Mario Hoyos como DT. Incluso alcanzó a ser nombrado entrenador de este equipo en 2000, pero hubo cambio de dueños: los nuevos propietarios llegaron con Gabriel Jaime ‘Barrabás’ Gómez. Apenas duró seis partidos en el cargo.

Al año siguiente se fue a Argentina a estudiar y allí pudo observar los trabajos de Carlos Bianchi al frente de Boca Juniors, en el que brillaban Óscar Córdoba, jorge Bermúdez y ‘Chicho’ Serna, quien fue el que lo invitó. A su regreso dirigió un par de clubes aficionados antes de tomar el mando de las selecciones juveniles de Antioquia.

Harold Rivera lo tuvo como ayudante de campo en la Selección Colombia Sub-16, en 2011 y, luego, en 2013 ‘Piscis’ Restrepo se lo llevó a su cuerpo técnico en la Sub-20, con la que lograron un título y un subtítulo suramericano y el regreso del fútbol masculino a los Olímpicos, los de Río 2016. Pero antes, en 2014, tuvo su primer o con el fútbol femenino, como asistente de Felipe Taborda en la Selección sub-17.

Su llegada a Formas Íntimas, en 2018, lo metió de lleno en esta que ahora lo tiene al borde de un título mundial. En alianza con el Medellín, su equipo perdió la final de la Liga en 2019, en un duelo en el que Linda Caicedo fue una de las figuras.

La Federación Colombiana de Fútbol le entregó las selecciones menores femeninas en diciembre de 2021 y ahí empezó una maratón: alistar dos equipos para clasificar a los mundiales. “En diciembre no tuvimos fiestas de Navidad, estuvimos trabajando desde entonces hasta este momento, buscando este objetivo. A las familias de las jugadoras y a las nuestras, que se sacrifican en fechas especiales y nos permiten poder disfrutar esto y darle una satisfacción al país”, dijo cuando avanzó al Mundial Sub-17.

Paniagua es exigente, pero también de lágrima fácil y muy devoto. Y así, dándole gracias a Dios y a la Virgen y entre lágrimas, está a 90 minutos de quedar en la historia grande del fútbol femenino en el mundo.

DEPORTES