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Ospina, un guardián que otra vez fue ángel y figura de la Selección
Tuvo tres atajadas claves contra Brasil. Fue el mejor de Colombia. Calificaciones.
Ya es costumbre. Ya no es novedad. Ya no hay nada de sorprendente. David Ospina decidió que cada que juega con la Selección Colombia se pone el trajecito de héroe. Uno que tiene alas. Le queda a la medida. Lo luce con orgullo, con altivez. El portero no distingue rival, no le importa si es el mismísimo Brasil. Solo piensa en esa pelota que quiere ir a su red y que él no lo va a permitir. Vuela, vuela, vuela, cada vez más alto, cada vez más lejos. De cada atajada suya se puede sacar una postal, una pintura, unos versos.
Hizo su tarea. Tres veces puso sus guantes de acero, esos que esconden los dedos de hierro, y los huesos de concreto. Sus manos son de acero, pero no le pesan. Ospina es ágil, es viento, es ángel. Sus atajadas ya podrían ir a un museo, para que a nadie se le olvide que este es el arquero que mejor combate con el gol.
Ospina, el héroe del empate
Ospina, en acción en el partido contra Brasil. Foto:EFE
David Ospina: la perfección, tres remates de gol y tres atajadas antigol, y no son atajadas comunes, sino verdaderas hazañas. No desentona, nunca falla, da todas las garantías, sin importar el rival. Ahora fue Brasil y cuando tuvo que reaccionar, voló y salvó el arco, tres veces. 8
Stefan Medina: vivió una pesadilla. De esos partidos en los que no podía ni voltear a mirar. Si parpadeaba, Paquetá le daba un baile. Sufrió el partido porque Brasil gestó sus ideas por esa banda. 5
Yerry Mina: para semejante batalla defensiva, se lo necesitaba a él en plenitud, y casi nunca falló, estuvo atento, concentrado, recio. Incluso fue y braveó a Neymar, para que supiera quien mandaba en esa zona. 6
Carlos Cuesta: sin respeto por el rival, cuál Brasil, diría, porque fue por ellos desde el inicio; los anticipó con fiereza, rechazó cada balón sin pudor, hizo coberturas veloces. Sigue sorprendiendo por si aún alguien no está sorprendido. 6
Johan Mojica: con la espalda agrietada de tantos pelotazos que le metieron. Detrás suyo vivió Gabriel Jesús. En la primera parte no conoció el campo rival. Se tomó confianza al final. 6
Barrios se lució en el medio
Barrios, en pleno juego contra los brasileños. Foto:vanexa Romero / EL TIEMPO
Wílmar Barrios: con la garra colombiana y el talento brasileño. Todo en uno. No solo tuvo que marcar a Neymar –y a la sombra de Neymar–, sino a todos los demás de azul. Los veía e iba por ellos, destruyendo a su paso. Un partidazo. 7
Jefferson Lerma: destruir y sacar al equipo parecía ser la tarea, pero poco destruyó y no pudo sacar al equipo. Se fue rápido. 5
Juan Fernando Quintero: con la genialidad contenida, con la sorpresa refundida en el primer tiempo. Sus pases largos eran cortos. Sus remates fueron errados. Quiso, quiso, pero no encontraba por dónde. En la segunda parte creció, encontró socios y les puso dinamita a sus remates, tuvo uno muy bueno que hizo temblar a Brasil. 6
Luis Díaz: si el partido siguiera, él aún estaría corriendo en el Metropolitano, porque no resigna sudor, no deja de intentarlo, pero no tuvo con quién jugar, le tocó dar una batalla en solitario y sin armadura. Y así se las ingeniaba, entre 3 y hasta 4 rivales. 6
Roger Martínez: no atacó, no defendió, no fue preciso. Fue la pieza del cortocircuito en el primer tiempo. No le ayudó a Stefan Medina ni a Quintero. Tuvo un partido de nebulosas. 4
Falcao García: otra vez aislado, lejos del balón, pero no del juego. Corrió y luchó y guapeó. De espaldas al arco hizo su fútbol. Un taco genial terminó en un remate de Matheus que hizo volar a Alisson. 6
Rafael Santos Borré: entró por Roger (7 ST). Si Roger era el cortocircuito, Borré fue la chispa. Su entrada le dio vida a la Selección. 6
Matheus Uribe: entró por Lerma (7 ST). Le metió tremendo susto a Brasil con un misil que se fue por arriba, llevaba veneno. 6
Duván Zapata: entró por Falcao (28 ST). Tuvo su oportunidad, y la gestó él solo, con su potencia. (Sin nota)
Luis Sinisterra: entró por Quintero (28 ST). Otro que le dio alas al equipo. (Sin nota).