Millonarios sufre por su gran papelón internacional en la Libertadores: un golpe letal

Un gol de Matías Marabel, en el minuto 90+2, le dio a Palestino el empate en El Campín cerca de la medianoche del martes y sentenció la eliminación azul de la Copa Libertadores.

La ventana de un posible paso al repechaje de la Sudamericana se cerró este miércoles, con la goleada de Flamengo contra Bolívar (4-0). La ilusión duró 55 segundos, lo que tardó el equipo de Tite en marcar la primera anotación. Los milagros no parecen hacer parte del vocabulario de Millonarios por estos días: Flamengo tenía que perder dos partidos seguidos como local, ayer contra Bolívar y el próximo martes contra los azules. Y Maracanazos hay uno cada 70 años. Dos seguidos, difícilmente.

Millonarios fracasó rotundamente en su regreso a la fase de grupos de la Copa Libertadores e iguala su peor participación desde que el torneo se juega con grupos de cuatro equipos: también acabó de último, con tres puntos, en 2013, aunque al menos esa vez ganó un partido, 2-1 a San José de Oruro.

Lo del martes fue más de lo mismo. Lo primero, una falta de efectividad que ya parece crónica. El equipo de Alberto Gamero es el que más opciones de gol desperdició en la actual edición de la Copa. Con las que falló contra Palestino llegó a 16. Otra vez, en la rueda de prensa, los integrantes del equipo hicieron el mea culpa.

“El gran problema de nosotros creo que fue la definición. Ahora leí que somos el equipo que más opciones falló de toda la Copa Libertadores, no solo del grupo”, dijo el capitán Mackalister Silva. “Uno siempre quiere meterla, se intenta suave, duro... Y no se ha logrado. Lo único que podemos seguir haciendo es seguir intentando”, agregó.

Millonarios acabó apelando a su tercera opción de delantero en punta, el joven Juan Esteban Carvajal, quien, en medio de todo, respondió: anotó el gol que ponía de nuevo a Millonarios en carrera. Pero otros más experimentados, como el propio Silva o Juan Carlos Pereira, se perdieron unas muy, pero muy claras.

A Gamero le quedan dos señalamientos. El primero, el tema de las lesiones, que ya excede los límites de la normalidad: van 25 casos, muchos de ellos de tipo muscular, en lo que va de la temporada. Hay que ver qué tanto ha afectado el trabajo de la preparación física y el departamento médico.

“Por mi cabeza no se venía la cantidad de lesiones. Hemos tenido dificultades para armar la nómina. Yo sigo creyendo, no recuerdo un partido con el grupo completo”, dijo el técnico tras el empate contra los chilenos.

La otra queja contra Gamero, de parte de la tribuna, fue la forma como remató el partido: armó una defensa de cinco, puso cuatro jugadores delante de ellos y a Luis Paredes como único atacante. 

Además, dos de los que entraron. Jorge Arias y Danovis Banguero, venían sin ritmo de competencia, en especial el primero, que llevaba mes y medio sin jugar. Se lesionó el 27 de marzo, en el clásico contra Santa Fe. Palestino se le vino encima. Y aunque la historia pudo ser distinta si Pereira hace el 2-0 en el minuto 90, la idea no le salió.

“No fue una orden del banco echarnos atrás. Como Palestino peloteaba, retrocedimos para estar bien parados. Queríamos defender la ventaja porque el partido pasado lo ganamos 1-0”, explicó Silva.

La visita a Brasil será solo para cumplir con el calendario y, ojalá, para no exponerse a una goleada de la que difícilmente se levantaría Millos. Ahora, el foco está en tratar de volver a ganar la Liga, con un equipo que sigue diezmado: los delanteros Leonardo Castro y Santiago Giordana difícilmente llegarán al partido del domingo contra Bucaramanga, en la tercera fecha de los cuadrangulares.

“Curar el dolor que se siente hoy no es fácil. A todos nos pega. Esperamos pelear y luchar la Liga y porque no, buscar una nueva participación en Copa”, insistió Mackalister. La vía rápida sería salir campeón este semestre, antes de que venga un revolcón.
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​José Orlando Ascencio
​Subeditor de Deportes
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