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Ángel di María: 'No siempre hay que dársela a Messi', entrevista
El extremo de Juventus es la segunda voz de Argentina para cantar victoria en Qatar 2022.
Un día, Ángel Di María y Lionel Scaloni compartieron la selección, pero fueron rivales. La Argentina se despedía rumbo al Mundial de Alemania 2006 y José Pékerman no quiso correr riesgos en el último amistoso: la mayor contra el Sub 20, a puertas abiertas en el Monumental.
De un lado, un extremo izquierdo flaquito y escurridizo de Rosario Central, del otro un volante dinámico que entonces ya tenía ocho temporadas en Europa. “¿Qué me iba a imaginar…? Si ya estaba hecho. Había compartido la cancha con Riquelme, Tévez, Masche, Sorín, Ayala... Fue lo más lindo que a esa edad me pudo pasar. Ni se me cruzó por la cabeza esa noche que, en el Mundial siguiente, yo iba a estar representando a mí país”, cuenta Ángel. Tenía 18.
Y no faltó más. Desde entonces, cuatro Mundiales en cadena, igual que Diego Maradona, igual que Javier Mascherano. Asoma Catar. “Cuarto Mundial…, sí, la verdad es que no puedo creer. Es increíble y me siento muy orgulloso de mi trabajo durante todo este tiempo. Recibí muchas críticas, pero llevo 124 partidos en la selección, creo que eso no lo logra cualquiera. Yo lo disfruto como la primera vez.
Una costumbre se mantendrá inalterable, como sucedió en Sudáfrica, en Brasil, en Rusia y, el miércoles pasado en Abu Dabi, cuando, con dos goles, fue la gran figura de la victoria argentina 5-0 en el amistoso contra Emiratos Árabes: antes de cada partido, camino al estadio, Ángel llamará a Diana, su madre, para que le regale la ‘bendición’, como él denomina a ese o íntimo aunque los separe un océano. El momento los traslada a la infancia del ‘Fideo’, entre los 7 y los 14 años, cuando Diana lo llevaba a entrenar a la ciudad deportiva de Rosario Central a bordo de ‘Graciela’: sí, tenía nombre la bicicleta amarilla oxidada, compañera hasta que se las robaron.
¿Qué responsabilidad extra llevan usted, Messi y Otamendi frente al grupo, pues para varios será el primer Mundial?
“No sé si responsabilidad es la palabra. Creo que se trata más de llevarles tranquilidad a ellos. Ya ganaron la Copa América, ya llevan muchos partidos con esta camiseta. Entonces, tampoco es necesario hablarles tanto. En realidad, mejor, se trata más de ayudarlos, pero ojo, como ellos también nos ayudan a nosotros. Son caraduras en el mejor sentido. Juegan, intentan, si la pierden vuelven a intentarlo, no tienen miedo. Y eso es importantísimo en la selección”.
¿Cómo lograron ese espíritu de grupo? En las redes sociales parecen colegiales que se van de excursión...
“Es un grupo espectacular, es cierto, con buen humor pero también mucha profesionalidad y compromiso por la selección. Todos quieren estar y son fuertes de la cabeza. Por suerte, muchos, aunque son jóvenes, ya saben qué se trata de ser campeón con la selección”.
Ángel di María destaca el buen ambiente en la Selección Argentina. Foto:Karim Sahib. AFP
En un momento del proceso de Scaloni, usted estuvo afuera y se enojo…
“Pero nuestra relación es espectacular. Mucha gente habló muchas cosas, dijeron boludeces. Nunca tuvimos problemas. Él decía quién venía, quién no, y hubo momentos en los que me tocó estar y otros en los que no. Yo siempre le dije que quería estar, que si a mí debía mandarme al banco, no había problemas”.
¿Se asusto con ese último desgarro hace unas semanas? ¿Cuánto cree que juega la ansiedad sobre el físico tan cerca del Mundial?
“Siempre que tenés una lesión, cerca del Mundial, te asustás. Eso es innegable. Pero, ¿sabés?, mi cabeza está tranquila y ahora interpreto que cuando pasan las cosas es porque tienen que pasar. Uno no elige nunca las cosas feas. Suceden, aparecen. Lo que sí depende de uno es, primero, asimilar que te pueden tocar, y segundo, que desde ese momento tenés que poner lo mejor de vos para superarlo. Lo aprendí con el tiempo, claro, y la experiencia”.
De la bronca con Sampaoli a un nuevo Mundial
Este mensaje de WhatsApp llegó del 2 de julio de 2018: “Aunque ya no había nadie, quise quedarme hasta el final. Por eso recién me voy hoy”, podía leerse.
Habían pasado más de dos días desde la eliminación con Francia en los octavos de final del Mundial de Rusia, y Di María era el último jugador en marcharse de la concentración argentina en Bronnitsy. Se resistía. Estaba envenenado con Jorge Sampaoli (el entrenador de Argentina en esa Copa del Mundo) y el fastidio le seguiría vaya a saber hasta cuándo. Rebelde, se mantuvo vigente. ¿Cuántos goles marcó desde entonces entre PSG y Juventus? 43. ¿Y cuántas asistencias entregó? 67.
Se marchó toda la mesa chica de la selección después de Rusia, de Mascherano a Higuaín, de Biglia al ‘Kun’ Agüero, de Rojo a Banega… salvo ellos. Messi, claro. Y él. Ángel. Ahora bromea y jura que no ha hecho ninguna apuesta con Wojciech Szcesny, el arquero de Polonia, su compañero en Juventus. Catar lo desafía.
¿Qué Mundial cree que se verá en Catar? ¿Tiene candidatos?
“Si pensamos en candidatos para el Mundial... y, Francia se te viene a la cabeza inmediatamente. Por ser el campeón, por la cantidad y calidad de jugadores que tiene. Pero los mundiales pueden ser traicioneros, es difícil ampliar esa lista… A Alemania y a España se las podría mencionar, también, pero a la vez atraviesan procesos de recambio, tienen a muchos futbolistas jóvenes y no se sabe bien qué puede pasar o cómo reaccionarán en un torneo tan grande como un Mundial”.
¿Y Argentina?
“Nosotros estamos para pelear contra cualquiera. Somos competitivos. Podemos pelear por ganar el Mundial. Estamos en un buen momento, llegamos bien, ganamos la Copa América y la final a Italia, el grupo está consolidado. Vamos a pelear cada partido, eso, seguro”.
¿Saben que han despertado una gran expectativa y que muchos creen que son los grandes favoritos?
“Sí, claro, un Mundial y es algo único y hay una expectativa inmensa. Leí que se agotaron las entradas para todos nuestros estadios y que en la Argentina se vive este Mundial con mucha ilusión. Y esa ilusión también es la nuestra. Creo que todo esto es algo muy lindo, nos damos cuenta de todo en el grupo, y las redes nos ayudan a ver la pasión de los argentinos también”.
Y, personalmente, usted pasó de las críticas más feroces a la idolatría...
“Sé que muchos que me bancaron hasta en los malos momentos y, hoy, también les agradezco a los que me putearon porque me hicieron seguir luchando por lograr mi objetivo, ese que llevaba adentro, y era ganar algo con la selección”.
Lionel Messi y Ángel si María Foto:Ali Haider. Efe
Del día que debutó en la Selección, contra Paraguay, en 2008, solo quedan en actividad usted y Messi. Ha hecho toda su carrera en la Selección a su lado, lo conoce como pocos. ¿Cómo lo ve hoy, cómo está? Parece muy enfocado en Catar.
“Para mí, estar al lado de Leo es todo. Es el mejor del mundo. El ‘Enano’ es un extraterrestre, no me cansaré de decirlo. Y vuelvo a decirlo: jugar con Leo es lo mejor que me pasó en mi carrera. Llevamos muchos años juntos en la selección y hasta pude jugar en el mismo equipo con él, porque verlo todos los días es mucho más lindo. Compartir la cancha con Leo es el sueño cumplido. Está muy maduro, muy comprometido.
¿Cómo se le ayuda a Messi en la cancha?
“Yo siempre intento conectarme con él, buscarlo, pero también entendiendo que, aunque él pueda solucionar la jugada, no siempre hay que dársela. O hay que pensar cuándo conviene dársela. Hay que dársela cerca del área, no antes. Lo que pasa es que lo mirás en las prácticas, de cerca, y decís ‘no puede ser verdad, no es real lo que estoy viendo’… Pero aunque sea un extraterrestre, a veces hay que tomar otras decisiones. Por él, por el equipo, y este grupo eso ya lo asimiló”.
Maradona lo llevó a su primer Mundial (2010), y este será el primer Mundial de Argentina sin Maradona. ¿Qué representa para usted, para el grupo? ¿Hablan de él?
“Personalmente, Diego es todo. Diego es todo para mí. Confió en mí cuando nadie lo hacía, solo por eso ya le debo todo. Y ese gol que hice en la final de la Copa América…, ese gol en el Maracaná, así…, estoy seguro de que Diego me dio una manito desde arriba. Se nos fue Diego, pero siempre va a estar”.