El deporte argentino vive un momento de conmoción por la muerte de Lucas Pierazzoli, jugador de rugby de Hurling, tras sufrir un golpe durante un partido que le provocó fracturas en dos vértebras y un edema cerebral.
La noticia les recordó de inmediato a los fanáticos del Rugby el caso de Jerónimo Bello, quien falleció en 2019 luego de padecer una lesión similar en 2016.
La coincidencia trágica es que Pierazzoli y Bello habían sido compañeros de la misma división en el colegio Pilgrims, escuela a la cual asistieron.
Pierazzoli, de 28 años, se accidentó durante la disputa de un partido en el cual el Hurling se enfrentaba como visitante a SITAS, en la localidad de El Palomar, partido de Morón de la zona oeste del Gran Buenos Aires, por la Primera División B del torneo de la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA).
El accidente se produjo en el marco de un ‘ruck’. Es decir: una jugada en la que el deportista entra en o con su rival mientras que el balón está en el suelo.
Pierazzoli sufrió un golpe en la zona cervical y quedó desplomado.
Fue una situación horrible para todos los que estábamos presentes
“Faltando 3 o 4 minutos para que terminara el partido se golpeó y cayó al piso. Enseguida nos dimos cuenta que era algo grave. Sufrió un paro cardiorrespiratorio y de inmediato fue asistido por los médicos de los dos clubes y se le hizo R (reanimación cardiopulmonar) durante 40 minutos”, contó Bianca Palermo, estudiante de medicina que colaboró con los primeros auxilios, en charla con el medio argentino ‘La Nación’.
“Fue una situación horrible para todos los que estábamos presentes. No estamos acostumbrados. Este tipo de cosas no son frecuentes”, añadió.
El jugador fue trasladado en ambulancia al Hospital Posadas, ubicado también en la localidad de El Palomar, a 2 kilómetros del club, donde falleció cerca de la medianoche.
“La Unión Argentina de Rugby despide con profundo dolor a Lucas Pierazzoli, jugador de primera división del club Hurling. Nuestra institución acompaña a los familiares, amigos y seres queridos en este triste momento”, expresó el ente deportivo por medio de su cuenta de Twitter.
“Recordamos a Lucas del mismo modo que lo hicieron quienes tuvieron la fortuna de conocerlo: como un amante del rugby que disfrutaba del deporte cada día, reconocido dentro y fuera del campo de juego, tanto por sus compañeros como sus ocasionales adversarios deportivos”, añadió la Unión Argentina de Rugby.
Se fue en su salsa, jugando su deporte, rodeado de cientos de amigos. No hay palabras, no hay razones, solo las cosas pasan
Billy Pierazzoli, padre del jugador, escribió unas palabras para su hijo por medio de su perfil de Facebook: “Hoy se me fue uno de los cinco, Lucas, el fana de Racing, siempre con su buzo. Se fue en su salsa, jugando su deporte, rodeado de cientos de amigos. No hay palabras, no hay razones, solo las cosas pasan. Lo voy a extrañar mucho, pero también sé que tengo que estar para los otros cuatro. Lo recordaremos con alegría, sabiendo que de arriba nos va a cuidar. ¡Te amaré por siempre, Lucas!”
Otros antecedentes
En 2008, el jugador Juan Cruz Migliore fue víctima de una acción similar en un partido ante San Fernando. Aquella vez falleció antes de llegar al hospital.
La última muerte que lamentó el rugby argentino, producto de una lesión durante un partido, fue la de Jerónimo Bello, en mayo de 2019. Tres años antes, en septiembre de 2016, el pilar del SIC había sufrido la fractura de dos vértebras al derrumbarse un ‘scrum’ en un encuentro ante Newman que lo había dejado en estado de cuadriplejia.
Aquella había sido la tercera lesión grave en un año luego de las sufridas por Juan Gastaldi, pilar del CASI, e Ignacio Maeder, segunda línea de Duendes de Rosario. Las tres se produjeron en el marco de derrumbes del ‘scrum’, posición en la que los jugadores están unidos o ‘entrelazados’ y se disputan el balón para reiniciar el partido.
En ese momento, la Unión Argentina de Rugby dispuso modificaciones reglamentarias en torno al ‘scrum’ y desde entonces no se lamentaron lesiones graves en esa formación. Ahora el empuje solo puede generar desplazamientos de hasta un metro y medio.
Otros casos recientes de lesiones cervicales en el rugby argentino son los de Diego Elías (Universitario de Tucumán), Iñaqui Benítez Cruz (Deportiva sa) y Nicolás Becerra (Universitario de Rosario), quienes sufrieron daño permanente.
Acciones peligrosas y cambios
Felipe Gutiérrez O’Farrell, de CUBA, en 2009, sufrió una lesión que comprometió a las vértebras quinta y sexta, pero después de una larga recuperación volvió a su vida normal, aunque no pudo volver a jugar rugby.
En aquella ocasión, la jugada que provocó la lesión de O’Farrell fue lo que se conocía como ‘casita’; hacer un techo sobre la pelota para protegerla antes de comenzar el ‘ruck’ (o entre jugadores). La URBA decidió prohibir la ejecución de ese tipo de acción.
Según el registro de la Fundación de la Unión Argentina de Rugby (FUAR), hay 35 casos de lesiones cervicales con daño permanente en partidos oficiales en el rugby argentino.
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*Con información de La Nación / Argentina (GDA)