Simone Biles fue, sin lugar a dudas, una de las deportistas más importantes del 2019. Acaparó, una vez más, la atención mundial por sus actuaciones, que son cada vez más increíbles, sobresalientes e impredecibles. Llegó a la cifra de 25 medallas ganadas, 19 de ellas de oro, logrando en este año convertirse en la gimnasta más laureada de todos los tiempos, superando las 23 ganadas en mundiales por Vitaly Scherbo.
Las actuaciones y los triunfos de Simone Biles, y su gran 2019, hacen recordar, inevitablemente, a lo que en su momento hizo Nadia Comaneci (exgimnasta rumana, ganadora de nueve medallas olímpicas, cinco de ellas de oro), pero aunque se habla mucho de Biles, no creo que la haga olvidar. Eso sí, Simone entrará sin duda en la historia. Es más, ya lo está haciendo con sus actuaciones.
Lo que pasa es que Nadia fue muy importante para la gimnasia mundial, por esas calificaciones que logró en los Juegos Olímpicos de Montreal de 1976, pues fue la primera gimnasta en recibir una puntuación de 10, eso fue una hazaña para la época y será difícil olvidar todo lo que hizo y lo que significó. Por algo se la sigue recordando, y más cuando hablamos de lo que ahora hace Simone.
En todo caso, Biles da pasos agigantados y hoy el mundo celebra cada una de sus actuaciones. Es que ha ganado cinco mundiales seguidos, y eso ya es mucho decir. Además, ha estado en los Juegos Olímpicos, ha ganado allí también y eso la hace grande. Lo importante es que en el equipo de gimnasia de Estados Unidos es difícil que un deportista repita convocatoria, y Biles lo ha hecho. Acá –en Estados Unidos– se renueva cada rato el grupo, pero ella se ha mantenido porque siempre ha estado en un top alto.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que Biles es una gimnasta distinta a todas las demás. Es única. En este deporte se busca que cuadren varias cualidades. Dos de ellas son importantes: la dificultad y la ejecución del ejercicio, y la otra es la limpieza del mismo.
Cuando uno como deportista afronta el tema de la dificultad, es complicado hacerlo perfecto y ella lo hace así. Biles combina esos elementos, por eso se hace imbatible y es la mejor del mundo. Realiza su trabajo en el límite y es la mejor cuando se habla de las dificultades de los movimientos. Es como si no tuviera obstáculos sino que, por el contrario, se nutriera de nuevos retos para seguir haciendo lo que parece imposible.
Los elementos en la gimnasia se miden por dificultades, y cada una tiene una letra, va de la A a la G, pero Biles, entre todo lo que ha hecho, se encargó de aumentar una, la H. Eso es bien complicado hacerlo. Es sinónimo de perfección, y ella lo ha conseguido, lo que la hace mucho más grande.
En Estados Unidos y en el mundo la iran. Lo hacen sencillamente porque es perfecta. Sus movimientos, las dificultades y la limpieza que emplea es perfección. Así se la puede calificar sin exageraciones de ningún tipo. Casi nadie puede llegar a igualarla.
Si Nadia marcó una historia, podemos decir que Biles es la mejor gimnasta del planeta en estos momentos. Y no es apresurado ni arriesgado decirlo. Biles ha demostrado en los ejercicios de piso, por ejemplo, que así cometa un error, así se caiga, eso no le impide ganar y lo hace con puntajes altos. Y es que su mentalidad es muy fuerte, como lo demuestra en sus respuestas cuando la entrevistan.
Este año, por ejemplo, manifestó: “Siento que nunca debes conformarte solo porque estés ganando o en la cima. Siempre debes empujarte a ti misma”, dijo, y ella lo hace, ella es así y por eso está donde está, en ese Olimpo de las mejores.
En este 2019, Simone Biles sacó todo su esplendor, su mejor repertorio, no solo por llegar a su medalla número 25, que es un hito en su carrera y en este deporte, sino porque ella fue capaz de hacer movimientos nunca antes hechos por mujeres. Durante el Campeonato de Estados Unidos se convirtió en la primera mujer en hacer un doble-triple, es decir, dos saltos mortales con tres rotaciones, que hasta entonces tan solo había sido ejecutado con éxito en la categoría masculina. Además, en la barra logró un inédito doble-doble en la salida, para que el público y los telespectadores la aplaudieran de pie. Por todo eso es que celebramos el gran año que ha tenido.
Y si a ella le preguntan por sus hazañas y por lo que nadie se imagina que puede hacer, responde con mucha sencillez, como si no estuviera dejando semejantes logros para la historia de la gimnasia y del deporte.
“Nunca pienso en mí como una estrella, aunque me cuelguen esa etiqueta. No presto atención. Lo que intento es cada año ser mejor que el anterior”, dijo antes de que empezara la competición en el mundial de Stuttgart (Alemania), el pasado mes de octubre.
Siomone Biles tiene 22 años y se ha hablado que se va a retirar. Ella misma lo dijo en una entrevista para Sky Sports, cuando reveló que se retiraría después de los próximos Juegos Olímpicos: “Definitivamente planeo que Tokio 2020 serán mis últimos”. Pero eso sería un error. Porque tiene mucha gimnasia por delante.
En los Juegos Olímpicos de Tokio, lo más seguro es que siga como la reina. Para mí, tiene suficiente repertorio y calidad para ir a los Juegos Olímpicos que se celebrarán en París en el 2024.
En una entrevista de El País de España, Simone se refirió justamente a sus nuevos desafíos. “No quiero ponerme metas para Tokio, es demasiado pronto, porque no quiero decepcionarme a mí misma. Quiero ver dónde estoy y hasta dónde puedo llegar según se acerque el momento”.
En la gimnasia la edad pesa, pero en estos momentos hay muchas más veteranas que ella y siguen en competencia. Para Biles, contar con 22 años no es ninguna preocupación. Uno analiza que la estadounidense físicamente puede dar más, se ha preparado para ser la mejor y para que los años deportivos no le pasen factura.
Yo he tenido la oportunidad de hablar varias veces con ella, incluso tengo amigos acá en Estados Unidos que la conocen muy bien. Puedo decir que Simone Biles es una persona muy seguida, custodiada, pero cuando tiene un momento para dialogar con sus colegas no pierde el tiempo y atiende.
Recuerdo algunas frases que hablan de su personalidad, como cuando dijo: “Para mí siempre ha sido divertido (la gimnasia). Ha habido momentos en que no todo era fácil, y he tenido que luchar en el gimnasio, pero creo que si eres capaz de encontrar la felicidad y traerla a tu deporte, entonces, estarás bien”.
Simone Biles se entrena en Houston (Estados Unidos), ese es su lugar de concentración, pero es una deportista íntegra y que no escatima ningún consejo a los gimnastas que comienzan. Es una estrella, es la reina y lo seguirá siendo por mucho tiempo más. Como decía al comienzo de esta reflexión, ella ya está en la historia y, reitero, es la mejor del planeta en estos momento.
Jorge Hugo Giraldo
Múltiple medallista en los Juegos Panamericanos, Juegos Centroamericanos y del Caribe y Juegos Suramericanos
Para EL TIEMPO