Juan Martín del Potro se ganó un lugar de privilegio en el tenis. Lo hizo desde sus logros y su escalafón (actual número 3; su mejor posición histórica). Su perfil y su historia de resiliencia lo convirtieron, además, en una atracción para el mercado. Ganar el US Open en 2009 lo encumbró como un imán para las marcas y como uno de los favoritos del público estadounidense.
Por todo ello fue elegido por el último Grand Slam del año (comenzará el lunes próximo) para una inédita experiencia promocional: el argentino, en un experimento innovador, le dio "consejos tenísticos" a Andrew Feustel, un astronauta de la Nasa, que esta noche intentará jugar un partido con sus compañeros de tripulación. Claro, la particularidad del partido es su escenario: el espacio.
El o entre Del Potro y el astronauta se produjo a través de una computadora ubicada en pleno Arthur Ashe (el estadio central del Abierto estadounidense). La charla, muy amistosa, giró alrededor del tenis y del último certamen grande del año, el favorito del tandilense. "¿Me alcanzás a ver desde allí arriba?", bromeó Del Potro. El astronauta le explicó al tenista en qué consistirá el "partido" de esta noche con sus compañeros y lo complejo que se hace moverse en el espacio. "Te felicito por el ranking", dijo Feustel, luciendo una remera del US Open. El representante de la Nasa le preguntó a Del Potro qué sentía al jugar en Nueva York y éste respondió: "Es una ciudad increíble para jugar al tenis, pero también para ir al teatro, ver conciertos, ver básquetbol, béisbol. Además, hay muchos fans argentinos que vienen especialmente a verme a mí. Es mi torneo favorito. Ojalá pueda ganarlo de nuevo".
El aspecto mental en la competencia, y la condición física para jugar al tenis y para estar en el espacio fueron otros asuntos de la charla. Del Potro le consultó si alcanzaba a ver la ciudad de Tandil desde la estación espacial. "Logro ver todo Sudamérica. Es una hermosa vista. Le tomaré algunas fotografías", contó Feustel. Tras varios minutos de charla, se despidieron, se desearon suerte y el astronauta dijo que en el futuro le gustaría visitar la ciudad serrana. Se trató, sin dudas, de una creativa manera de promocionar el US Open.
Sebastián Torok
LA NACIÓN
GDA