De ser en los años 90 un mercado en el que viajar en avión era casi un lujo por los costos y la baja oferta, en los últimos 22 años el sector de las aerolíneas ha tenido hitos relevantes en los que Avianca ha sido protagonista de una transformación que llevó a que en el 2019 toda la industria llegara a una cifra récord de movilización de 41,2 millones de viajeros, según datos de la Aeronáutica Civil.
Pero llegó la pandemia y las cifras se desplomaron hasta los 13 millones de viajeros en el 2020, para recuperarse hasta los 30,5 millones de viajeros en el 2021, reactivación en la que Avianca Group, que anunció un acuerdo con Viva Air para ser parte de un mismo grupo empresarial, también siguió con la mayor participación de mercado.
Y es que la historia de Avianca se ha caracterizado por varios movimientos que han buscado consolidar su operación y crecer en un negocio cuya operación es costosa y está expuesto a variables como la subida de los precios del petróleo y el aumento de dólar.
En el 2001, cuando la compañía movió a más de 3,2 millones de personas, se anunció la llamada Alianza Summa, firma en la cual Avianca y Aces fueron socias y, un año después ya tenían un mercado de 5,5 millones de personas.
La operación estuvo precedida por dos años de dificultades para las compañías, ya que debido a una fuerte devaluación entre 1999 y 2001 el balance de Avianca tuvo un fuerte golpe, porque el 60 por ciento de sus costos estaban en dólares.
Y en el año 2011, el año de los atentados a las torres gemelas en Nueva York, que marcaron un cambio drástico en el mercado de aviación mundial, el tráfico aéreo internacional cayó más del 20 por ciento y las pólizas de seguros subieron más de 450 por ciento.
Ante esto, Avianca, y Aces buscaron integrarse para responder a las duras dificultades, pero la situación no mejoró y en marzo del 2003, Avianca entra al capítulo 11 de la ley de bancarrota en
Nueva York y en agosto, los socios de Aces acuerdan liquidar la empresa.
La era Efromovich y la nueva turbulencia
Luego, más de un año después, en noviembre del 2004 un juez de Estados Unidos avaló la venta al controvertido empresario Germán Efromovich, período a partir del cual comenzó un fuerte crecimiento de la compañía.
Volando hacia ese objetivo de liderazgo regional, en el 2009 se selló la alianza entre Avianca y el grupo salvadoreño Taca, del empresario Roberto Kriete, operación que en el año 2010 concluyó en una fusión entre las dos firmas, conglomerado que movió ese año 17,5 millones de viajeros, casi 10 millones más que el año 2009.
En el 2011 se adoptó el nombre de Avianca Holdings y en noviembre, la acción se listó en la Bolsa de Nueva York y siguió un periodo de bonanza y más crecimiento, al punto que para el año 2016 Avianca Holdings transportó más de 29,4 millones de viajeros.
Pero en el 2017 volvieron las dificultades, entre las cuales la más determinante fue la huelga de pilotos afiliados a la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles (Acdac) que duró 51 días, entre mediados de septiembre y comienzos de noviembre, y que implicó para la compañía pérdidas por más de 300 millones de dólares, según dijo en su momento Germán Efromovich, quien cazó una dura pelea con los pilotos que terminó en despidos y denuncias de persecución sindical.
Fue un año agridulce porque en noviembre, United, Avianca y Copa sellaron una alianza estratégica en la que venían trabajando, proceso en el que la aerolínea estadounidense le prestó 456 millones de dólares a Efromovich, quien dio sus acciones como garantía del crédito.
Al año siguiente, el 24 de mayo del 2018, tras un fuerte enfrentamiento entre Efromovich y Kriete, United ejerció el derecho por el préstamo a Efromovich, argumentando que se incumplieron indicadores de desempeño, quitándole al empresario el mando de la junta directiva.
Tras un duro proceso de ajuste y negociación, en el 2019 la empresa acuerda reestructurar su deuda y recibe préstamos por US$ 375 millones, de los cuales 250 millones fueron de United y Kingsland, esta última controlada por Kriete.
El covid-19, nuevo duro golpe
Sin embargo, en el 2020 vino un nuevo revés para Avianca Holdings y para toda la industria aeronáutica mundial, ya que, tras la aparición de la pandemia del coronavirus y el cierre de los cielos para contener la expansión del virus, en mayo de 2020 Avianca entró de nuevo al capítulo 11 del Código de Bancarrotas en Estados Unidos, para volver a restructurar su deuda y ser viable de nuevo.
Este proceso tomó todo el año 2020 y 2021. Para septiembre del año pasado, antes de salir de este nuevo proceso, las pérdidas de la compañía llegaron a 1.012 millones de dólares, según datos informados a la Superintendencia Financiera.
El 3 de noviembre del 2021, tras presentar una documentación que quedó pendiente y previa votación de los acreedores, Avianca Holdings anunció que un juez del Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, en Estados Unidos, confirmó su plan de reorganización.
Así, la compañía surgió bajo una nueva matriz llamada Avianca Group International Limited, domiciliada en el Reino Unido, que nació con más de 1.000 millones de dólares de liquidez, y un nuevo modelo de negocio enfocado en el viajero de turismo y mayor utilización de aviones.
No obstante, tras la reactivación luego de la pandemia, todo el mercado aeronáutico mundial está buscando consolidar grupos más sólidos y en este marco este viernes 29 de abril se conoció el anuncio de Avianca Group y Viva Air sobre la firma de un acuerdo en el que los accionistas mayoritarios de ambas aerolíneas revelaron que Viva pasaría a formar parte de la misma holding que Avianca Group International Limited (Avianca Group), y que Declan Ryan, socio fundador de Viva, se sumaría a la junta directiva del nuevo grupo, aportando todo su conocimiento en el mundo de la aviación.
Una movida que sin duda sacude el mercado colombiano, ya que, sumada la operación local e internacional de las compañías, tendrán una cuota de mercado del 56,2 por ciento de los vuelos en Colombia y en la operación internacional una participación del 24,3 por ciento.