La de Pablo Arango y su hermano Alejandro puede ser la historia de muchos empresarios en Colombia. Claro, no a todos les va igual de bien, ni crecen en pocos años de la forma en que lo han hecho este par de paisas con su compañía de empleos ‘Magento’, ni se consiguen 7 millones de dólares en una sola ronda de inversión.
Puede que algunos se queden en la mitad del camino. Puede que otros los superen, pero lo cierto es que en esto anda una parte de la juventud colombiana y es bueno saber qué piensan estos jóvenes empresarios, con qué sueñan y cuál es el modelo de país que les interesa construir. Pablo Arango tiene 33 años, es economista, pero parece que hubiera hecho empresa desde mucho antes. A fin de cuentas, sí ha dedicado su vida a eso: es el segundo de 6 hermanos, pero desde que estaba en el colegio, vendía de todo, como buen comerciante. Esta es su historia.
¿Cuál fue el primer proyecto productivo en el que dirías que te embarcaste con tu hermano y cómo les fue?
Hace 14 años, Alejandro, mi hermano mayor y mi socio vivía en Beijing y yo aquí en Medellín. Siempre con una sensibilidad de trabajar en el desarrollo del país, nos inventamos una red de bibliotecas digitales para colegios y universidades con limitadas capacidades económicas, y algo que nació en mejorar los hábitos de lectura, rápidamente se expandió hasta convertiste en el “software as a service” número uno en Latinoamérica, en universidades de primer nivel como Los Andes, Eafit, la Universidad de Antioquia, la Católica de Chile y fueron unos años muy interesantes
¿Por qué arrancaron por ahí? ¿Qué les llamaba la atención de ese tema?
Nosotros creemos que una de las formas de mejorar a la sociedad es democratizar el conocimiento. Uno tiene que trabajar en lo que le guste y siempre nos ha apasionado el tema de la lectura. Si Colombia lee más, crece más; hay más progreso. Y pa’ contarte la historia larga en corto, nos encontramos con ‘OverDrive’ que es el jugador más importante en el mundo de bibliotecas digitales y ellos le pusieron los ojos a nuestra idea y se volvieron el operador de esta iniciativa. En 2019 hacemos la consolidación de esta alianza y, esa, te puedo decir que es nuestra salida real como emprendedores en este país.
Todo les ha pasado muy rápido. ¿Y esta iniciativa de la que me hablas sigue andando?
Claro. Hay un equipo que toma la operación y hoy es espectacular lo que hacen. Hace un mes se me salían las lágrimas de ver cómo el metro de Medellín creó el barril biblioteca más moderno de todos los sistemas integrados de Latinoamérica para llevar a los barrios la mejor oferta literaria. Hermano, eso es muy gratificante ver a un niño de estrato 1 leyendo lo mismo que uno de estrato 6 en otro país. Creemos que eso es devolver progreso al país.
No se quedan ahí y se inventan una compañía que se llama ‘Magneto’. ¿Qué hace esta empresa?
Cuando salimos de este tema de bibliotecas digitales, Alejo me invita a que creemos una empresa cazatalentos, con modelos predictivos, con proceso de búsqueda y selección de gente que sean realmente ágiles y creamos ‘Magneto’. Miramos un ‘paper’ que nos cambió la vida: entendimos que la búsqueda de personal, tiene que hacerse en tiempo real, y dejar de ser un proceso asincrónico. Decidimos que había que dar un salto al vacío y vimos que las empresas sí tenían esa necesidad, de encontrar el mejor talento en el menor tiempo posible, sin discriminar el tamaño de la empresa. ‘Magneto’, te lo diría así, es la primera solución de selección de personal en tiempo real, apalancada en inteligencia artificial generativa y eso se vuelve un viaje apasionante.
¿Qué han logrado?
Te lo digo, sin pena: hoy somos una de las tres empresas más importantes en Colombia que se dedica a esto y, sin duda, en Antioquia es la compañía más significativa en este campo. Esto hace que empresas como Claro, como Sura, como Davivienda, como El Éxito o Alkosto, empiezan a confiar en la solución y a hacerla parte de su estrategia de competitividad a la hora de configurar los mejores equipos y grandes multinacionales empiezan a llegarnos para buscar llevarnos a otros países y aquí es donde un grupo de fondos comienzan a poner los ojos en nuestro trabajo.
¿Puedes medir ese éxito en números?
Claro que sí. Éramos 3 personas cuando comenzamos en el equipo, hoy somos 150. Tenemos más de 8 millones de s. Más de 2,500 clientes activos. Nos volvimos un gran aliado de compañías en adquisición y búsqueda de talentos. Y esto que te voy a contar me llena de orgullo: tenemos desarrolladores en el Putumayo, en Vaupés, en Pitalito. Una dispersión geográfica espectacular en el país y todo es ‘made’ aquí: ¡en Colombia!
Y han llamado la atención de los inversionistas…
Pues sí, José Manuel, diferentes fondos globales fueron confiando en nuestro modelo de negocio, en nuestra tecnología y fue así como hace un mes hicimos la ronda históricamente más grande en ‘HR Tech’, como se llama esto en el mundo de los recursos humanos, y logramos 7 millones de dólares, destinada a acelerar el crecimiento nuestro en Estados Unidos y en Latinoamérica. Nos hemos encontrado que cada vez Norteamérica está mirando más a nuestra región para contratar oficios que pueden hacerse de manera remota y esa es una posibilidad de crecimiento enorme para los latinos y queremos servir en esos propósitos.
En los últimos quince días, leí algunos titulares de medios colegas que decían que ustedes buscaban ser la “primera empresa unicornio paisa”. ¿Van por ahí?
José Manuel, ahí tenemos que corregir algo porque aquí no hay afán de ser ‘unicornio’. Yo no soy fan de ponernos ese tipo de metas porque lo que hay que enfocarnos es en hacer todos los días la mejor tarea, alcanzando al mayor número de personas, maximizando el impacto y progreso de los latinoamericanos, más que obsesionarnos con un tema financiero. Hace falta ese capitalismo consciente y yo sí creo que nosotros tenemos que promoverlo. Los negocios, obvio que tienen que ser rentables, pero aquí nos mueve más la agenda social que la financiera. Te lo digo francamente.
Hemos hablado de las victorias, pero a mí me gusta preguntarles a quienes pasan por este espacio por los obstáculos, porque la vida no es fácil siempre. Seguro han tenido momentos duros también…
Lo único que uno tiene seguro en este camino son obstáculos y momentos retadores de todo lo que tú te imagines. Ese momento donde el equipo es pequeño y el crecimiento desborda la capacidad del equipo, y tienes que trabajar 18 horas y, pa’ ponerlo en términos simples, tú sabes que puedes hacer 100 empanadas y te piden mil. Esos momentos son muy duros y gracias a Dios el equipo que tenemos es ‘descrestador’. Tenemos 8 millones de s pero esperamos que pronto sean 100 millones.
Y hablando de equipo, todos deben ser unos muchachitos, ¿o no?
Ja, Ja. Yo tengo 33 y mi hermano 36. Te digo, José Manuel, que nosotros somos los viejos del equipo. Estábamos en unos retos abiertos de innovación en estos días y te digo que tenemos gente de 18, 19 años. Le creemos mucho al liderazgo femenino. Son muchas más las mujeres que los hombres. Aquí las que mandan son ellas.
¿Qué tipo de personas está buscando el mercado global hoy? ¿Cómo deberían ser?
Te lo digo cortico: personas con capacidad de aprendizaje, velocidad de aprendizaje y actitud. Lo que las compañías están privilegiando, es esas ganas de tener un espíritu de ser estudiantes de por vida. Una persona que quiera actualizarse y estar aprendiendo permanentemente. Eso es lo más importante.
Pablo, ¿cómo estás viendo al país?
Hombre, sin duda alguna hay retos pero creo que desde el emprendimiento una de las responsabilidades con el país es ser optimistas y comprometidos a sobrepasar los desafíos del corto plazo para mirar la agenda país de largo plazo. Tenemos que lograr consensos para lograr esa agenda que reúna a todos los actores. Esa iniciativa de universidad-empresa-Estado debe escalarse. Estamos obligado a ver el vaso medio lleno y hay muchas razones para seguir apostando en el país: la explosión demográfica, la reconversión tecnológica, la globalización de demanda del talento en donde tenemos una posición privilegiada.
¿Y a tu generación cómo la ves?
Mira, es gente que lo único que tiene es ganas de construir país y necesita una oportunidad. Aquí le ponemos tanto empeño a la labor precisamente porque no podemos acostumbrarnos a realidades como el desempleo juvenil femenino que en muchas regiones es de más del 17 por ciento. Pero la gran mayoría de jóvenes quiere aprender y salir adelante. Así “nos” veo.
¿Con qué sueñas tú y qué sueñas para ‘Magneto’, tu empresa?
Quiero que seamos el puente que conecta a los empresarios con la gente que quiere un ascenso social y salir adelante. Me sueño con que logremos replicar lo que está pasando en Monterrey, que tiene un desempleo de apenas el 2 por ciento. Eso debe ser una fuente de inspiración. Si México lo está logrando, ¿por qué nosotros no? ¡Con eso me sueño!
¿A quién iras en la vida?
A mi papá, Iván Arango, por la capacidad de trabajo y de servicio. Vinimos a este mundo a ayudar a entregar este mundo un poco mejor de lo que lo recibimos.
Rematemos esto: ¿qué le dices a los lectores que piensan que es muy fácil hablar de optimismo desde tu posición pero que “esto está llevado”?
Hombre, lo que nos debe unir es ayudar a solucionar las crisis. Lo único que tiene el líder asegurado, son los problemas. Como dice Juan Carlos Echeverry, al final del día, todos los líos son líos de liderazgo. Tenemos que creer en el talento colombiano y hay que tener a las personas correctas en las posiciones correctas. Sigamos trabajando en eso, es mi invitación.
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