Mientras el Gobierno pule los últimos detalles técnicos de lo que será la subasta de energía del cargo por confiabilidad, decisión que debió acelerarse para cubrir el déficit de energía eléctrica que a partir del 2022 pueda existir en el país por el atraso de la central hidroeléctrica Ituango, los agentes eléctricos ya se preparan de cara a presentar sus ofertas, el próximo 28 de febrero.
Pero los representantes del sector de generación estiman que será una subasta con mayoría de oferta de generación térmica, toda vez que si bien en los registros de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) hay 57 iniciativas inscritas y habilitadas para entrar en la puja (que estén en fase 2), el número se reduce a 36 al quitar 21 proyectos de pequeñas centrales hidroeléctricas a filo de agua, aquellas que no usan embalse para generar la energía sino que toman el agua según el caudal del río.
Ángela Montoya, presidenta de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgén), explica que históricamente las pequeñas centrales hidroeléctricas (menores de 20 megavatios de capacidad) no han participado en las subastas de cargo por confiabilidad, ya que su principal atributo no es la firmeza de energía, es decir, que se pueden comprometer a generar cuando sean llamadas a producir electricidad en caso de una hidrología baja.
Y advierte que debido a que en las subastas de contratación de energía a largo plazo (la primera se hará dos días antes de la del cargo por confiabilidad) también se les impide su participación por la aplicación de los criterios de calificación, “estos proyectos continuarán desarrollándose a riesgo total de los inversionistas”.
Por ello, la lista de posibles oferentes baja a 36, con una predominancia de centrales de generación térmica, ya que hay 27 proyectos de este tipo, con una capacidad estimada de 5.765 megavatios, frente a nueve centrales de generación hidráulica, con una capacidad de 1.049 megavatios, de los cuales hay dos planeadas para tener embalse, y que prevén tener 451 megavatios de capacidad.
Sin embargo, se descarta que uno de estos, que es la central hidroeléctrica Porvenir II, de la generadora Celsia y que ya tiene licencia ambiental, no participará en la subasta, debido a que el tiempo de construcción es mayor al período en que la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) requerirá la energía, que será a partir de diciembre del 2021.
De acuerdo con Alejandro Castañeda, director de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg), gremio que representa al sector térmico, si la mayor adjudicación de energía se hace a plantas térmicas, la subasta del cargo por confiabilidad incorporaría proyectos que sumados oscilen entre los 800 y los 1.000 megavatios de capacidad.
Lo anterior, debido a que la confiabilidad que pueden aportar las térmicas es superior al 95 por ciento, lo que cubriría las obligaciones en caso de que Hidroituango no esté generando desde diciembre del 2021 los 3.482 gigavatios anuales que se comprometió a entregar desde ese año y hasta el año 2038.
Como se recuerda, el incumplimiento de esta central con los 1.085 gigavatios anuales desde diciembre del 2018 se está cubriendo con Termosierra, también de Empresas Públicas de Medellín (EPM).
Socavón, en las cuentas
Por su parte, Alejandro Lucio, gerente de Óptima Consultores, asegura que cuando la Creg decidió iniciar el proceso para la subasta que se hará en febrero, se estaba previendo el escenario de que Hidroituango no pueda producir esa energía desde diciembre del 2021.
Y esto incluye los eventos recientes dentro del proyecto de generación, en el que se halló un socavón en la zona de casa de máquinas, lo que obligó a cerrar la primera compuerta de captación de agua para preservar la integridad de la montaña.
Al respecto, Christian Jaramillo, director de la Creg, reitera que el mandato de la entidad es considerar toda información que sea relevante, para determinar las necesidades de confiabilidad futuras.
Y si bien señaló que la proyección de la demanda de energía de la Upme no se ve afectada por la eventualidad de Hidroituango, fuentes consultadas señalaron que para determinar la cantidad definitiva de energía por subastar habrá una actualización de estas estimaciones con fecha de enero del 2019.
Incluso, según explica Lucio, en estas cuentas también entrará la subasta de contratos de largo plazo, que se hará dos días antes, y que si bien no está proyectada para asegurar la confiabilidad de abastecimiento en momentos de hidrología crítica futuros, sí dará una señal de precio y de abastecimiento del mercado a partir de diciembre del 2022.
Pero advierte que una vez la Creg realice la subasta de confiabilidad a finales de febrero y si EPM saca a flote a Hidroituango, se adjudicará más demanda objetivo de la necesaria, con lo cual los demás agentes del mercado van a tener menos asignaciones del cargo por confiabilidad.
ÓMAR G. AHUMADA ROJAS
Subeditor de Economía y Negocios
Se inicia sanción y hay más riesgo
La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) ordenó iniciar un procedimiento sancionatorio en contra de la Sociedad Hidroeléctrica Pescadero –Ituango– por no garantizar el caudal ecológico del río Cauca aguas abajo del embalse.
Desde el 2009, cuando se inició el proyecto, se acordó un caudal mínimo durante el llenado del embalse de 450 metros cúbicos por segundo, en condiciones normales, pero se encontró otro panorama.
“El caudal de descarga más bajo en los últimos 15 días es de 428,68 metros cúbicos en promedio, el cual se registró el 16 de enero. Y el de entrada, en promedio ese día, fue de 485,62 metros cúbicos ”, indicó la entidad.
El auto da tres meses para que Empresas Públicas de Medellín (EPM) haga un informe detallado sobre varios temas, entre ellos las afectaciones a los peces.
Entre tanto, tras el cierre de la compuerta número 2, ahora hay más riesgo en la captación de agua que en la casa de máquinas.
Según aseguró la compañía, en este espacio se están haciendo estudios detallados de la estructura de concreto, de la forma como se ensambló la reja y de cómo se le aplicaron plaquetas de seguridad y se utilizaron los tornillos para hacer un cálculo de resistencias a la presión que le está haciendo el embalse.
NACIÓN Y VIDA