Aunque a simple vista no lo parezca, todo peso extra o elementos puestos en un vehículo que hagan resistencia al avance generan un mayor consumo de combustible. Por eso existe la aerodinámica en los autos, en cuanto menos drag genere, menos combustible consumirá.
Según estudios hechos por clubes europeos como Allgemeiner Deutscher Automobil-Club, (ADAC), 100 kilos de peso extra pueden suponer hasta 0,3 litros más de consumo de combustible cada 100 kilómetros.
Esto tiene más efecto en tráfico urbano por las constantes paradas y arrancadas. Por eso recomiendan sacar del vehículo cajas de bebidas, patines y trastos similares. Y retirar portaequipajes, baúles de techo y los portabicicletas. Un portaequipajes de techo puede aumentar el consumo entre un cuarto y medio galón cada 100 kilómetros.
Otras recomendaciones para ahorrar combustible es conocer el motor de su carro. Cerciórese de su tamaño (cilindrada), averigüe cuáles son sus costos, capacidad del tanque y su consumo. Es probable que gaste más combustible de lo que dice el fabricante, porque generalmente las marcas hacen las pruebas a nivel del mar y en terrenos planos.
Los precios de la gasolina varían entre estaciones de servicio. Investigue cuáles son más confiables y en cuáles es más barato llenar el tanque.
Revise su forma de manejar. Procure viajar a una velocidad constante, en la medida de lo posible. Evite los acelerones y frenadas fuertes. Intente anticiparse al recorrido de la carretera o a los cambios de semáforo desacelerando o evitando frenar en exceso.
Si su carro tiene la función ECO úsela, y si es de transmisión mecánica cambie de marchas entre las 2.000 o las 2.500 rpm. Maneje con calma, por cada diez kilómetros de velocidad punta el consumo aumenta cerca del 9 por ciento.
Haga un buen mantenimiento a su carro, sincronización, revisión de filtros de combustible y aire, hará que sea más eficiente.
Mantenga la presión correcta en las llantas, si no lo hace aumenta la fricción, lo que a su vez aumenta el consumo. Conducir con una presión de 0,5 bares (7 libras), inferior a la correcta reduce el rendimiento del combustible en un 2 por ciento en zonas urbanas y en 4 por ciento en carretera.
Cuando el aire acondicionado se engancha le pone más carga al motor y por supuesto hay más consumo. Enciéndalo solo cuando de verdad lo necesite.
Siempre que sea posible, planee sus viajes con antelación para que la ruta sea lo más corta y evitar el tráfico denso. Un motor frío gasta más gasolina que uno caliente, así que es más eficiente hacer un viaje más largo en el que haga más diligencias en lugar de varios viajes.