En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Alta informalidad laboral y empresarial frena la irrigación del crédito
Colombia ocupa el sexto lugar en profundización del crédito entre 16 países latinoamericanos.
Crédito bancarios (Imagen de referencia). Foto: iStock
Pese a que los colombianos somos buenas pagas, la elevada informalidad laboral y empresarial, la falta de información, el cuatro por mil y la evasión tributaria, entre otros aspectos, se han convertido en verdaderos obstáculos para que haya un mayor y más fácil al crédito formal por parte de las personas y las empresas, algo que es de trascendental importancia para el desarrollo del país.
Aunque en la última década Colombia ha dado un salto importante en esta materia, pues la profundización del crédito, esto es, el monto de recursos colocados, como proporción de su producto interno bruto (PIB), pasó de niveles del 30 por ciento (2010) al 49 por ciento (2021), el país continúa por debajo de otras economías latinoamericanas similares en esta materia.
Panamá tenía hasta marzo del presente año una profundización crediticia del 124 por ciento, y Chile, una cercana al 98,1 por ciento, según datos de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban). Otros países como Honduras, Bolivia y Brasil reportaban tasas de 62,3, 61,7 y 53,6 por ciento, respectivamente.
Colombia, para ese mismo mes, marcaba una profundización muy cercana al 50 por ciento, que la situaba en el sexto puesto del ranquin de Felaban, que incluye 16 países de la región.
La profundización crediticia ha mostrado considerables avances en Colombia, y si bien entre 2016 y 2020 la dinámica de la cartera fue menor debido a la desaceleración económica, el país ya superó a México en este frente, advierte la Superintendencia Financiera.
Para los banqueros y los analistas, llevar el crédito a una mayor cantidad de personas y empresas va más allá de la consideración de que estos sean responsables con sus obligaciones financieras y las paguen a tiempo. Otorgar préstamos requiere de un análisis más profundo, el cual debe incluir otras variables macroeconómicas fundamentales.
En Colombia, cerca del 50 por ciento de la población es informal, lo que impide la bancarización, ya que esa población por lo general maneja altos flujos de dinero efectivo
En Colombia, 92 de cada 100 obligaciones crediticias están al día, según la central de riesgos TransUnion. En Datacrédito Experian, la otra central, esa relación es de 93 a 100, lo que da un buen indicador de los buenos hábitos de pago de los deudores en el país.
Otro de los indicadores que muestran el compromiso de las personas con sus créditos bancarios es el bajo monto de la cartera en mora mayor a 30 días. Datos de la Superfinanciera señalan que hasta septiembre pasado, de los 553,9 billones de pesos colocados por los establecimientos de crédito, el 95,7 por ciento estaba al día, incluso aún en medio de la pandemia.
De hecho, las medidas adoptadas en esta coyuntura han contenido el deterioro y preservado el hábito de pago de las personas, dicen en la Superfinanciera, que advierte que, luego del cierre del Programa de Acompañamiento a Deudores (PAD) en agosto, que cobija a 2,2 millones de consumidores financieros con montos cercanos a los 35 billones de pesos, el 87 por ciento de estos se encuentran al día.
Alta informalidad
Con esos buenos hábitos de pago, lograr que Colombia lleve su indicador de profundización crediticia a niveles del 65 por ciento, del actual 49 por ciento, como se lo proponen los banqueros, requerirá con urgencia solucionar el problema de la elevada informalidad en que se encuentra el país en materia laboral y empresarial.
La informalidad laboral cobija en el país a más de 5,36 millones de personas en las 23 ciudades y áreas metropolitanas, esto es, más del 48 por ciento de su población económicamente activa, mientras que en esa misma situación hay cerca de 2,6 millones de negocios, según las estadísticas oficiales.
“En Colombia, cerca del 50 por ciento de la población es informal, lo que impide la bancarización, ya que esa población por lo general maneja altos flujos de dinero efectivo, por lo que no se bancariza y por ello mismo no se logra tener información crediticia. En la medida en que la población se formalice un poco más y se desincentive el uso del dinero en efectivo, la bancarización aumentará”, sostiene Jaime Alberto Upegui, presidente de Scotiabank Colpatria.
Para Mario Pardo Bayona, presidente del BBVA, trabajar en la formalización de la economía será un paso clave para lograr una mayor profundización y un país con un mejor futuro. Añade que esa labor requiere, además, de un esfuerzo adicional en materia tributaria, específicamente frente al cuatro por mil, impuesto que muchas empresas y personas creen que es un ingreso de los bancos y que los lleva a abstenerse de hacer uso del sistema financiero, lo que reduce los recursos que se podrían prestar en la economía y contribuye a elevar la informalidad.
En el Gobierno también hay conciencia de esta problemática. Freddy Castro, director del programa estatal Banca de las Oportunidades, señala que la formalización y al crédito son asuntos que van de la mano, y advierte que “en un entorno informal, con bajos niveles de educación y apropiación digital en el que la mayoría de las transacciones se hacen en efectivo, las personas no hacen aportes a la seguridad social y existen retos en materia de propiedad de la tierra, es difícil que se muevan los niveles de profundización financiera”.
Banco Mundo Mujer apoya a sus s y clientes con pago de créditos Foto:Banco Mundo Mujer
Estrategia para avanzar
Los banqueros saben que una economía como la colombiana debería tener niveles de profundización financiera mucho más elevados, quizás tan altos como los que exhibe Chile, un país con menos de la mitad de la población nuestra (cerca de 20 millones de personas).
Advierten que en esa materia Colombia tiene espacio para llevar ese indicador hasta el 65 por ciento en los próximos años y ha identificado cuatro frentes en los que hay rezagos grandes, como en los sectores mipymes, sector rural, hipotecario y los llamados créditos verdes, que tiene alto potencial en el corto y mediano plazo, señala Hernando José Gómez, presidente de la Asobancaria.
El vocero agrega que se hace necesario trabajar en aspectos fundamentales como la educación financiera, transformación digital, innovación, ciberseguridad y la atención al cliente, para llegar a más personas con soluciones de crédito en el país.
“En este y otros casos todo pasa por la agenda estructural: formalización laboral y empresarial, que le permita al sector financiero tener más información sobre los potenciales clientes, educación (financiera) y empleo. Además, innovación del mismo sector para ofrecerles mejores alternativas a sus clientes”, insiste Castro.
Aspectos en los que concuerdan en la Superfinanciera, donde recuerdan que esos propósitos no deben perder de vista la importancia de que “dicha expansión se haga de manera responsable, teniendo siempre como meta primordial la sostenibilidad financiera (factor clave en la estabilidad macroeconómica de largo plazo)”.