Aunque Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda salió a defender el proyecto dl Presupuesto General de la Nación del 2025, a través de una columna publicada en lunes anterior en EL TIEMPO, algunos analistas continúan viendo que las explicaciones del funcionario no se ajustan del todo a la realidad del país que menciona. "Importante aclarar y corregir interpretaciones equivocadas sobre el aumento del gasto de funcionamiento. Es fácil caer en un error al pensar que el aumento de 308,9 a 327,9 billones de pesos en dicho gasto obedece a mayor nómina o burocracia que llaman", señala en uno de los apartes de la mencionada columna.
Tras hacer un recorrido por la situación que condujo al país a los actuales niveles de endeudamiento que registra el país, a las las inflexibilidades del presupuesto y la forma en que fue estructurado, el cual le permitirá al país honrar sus compromisos, el ministro Bonilla señaló que "es un presupuesto ajustado a la realidad internacional y cumple los compromisos del Gobierno, así como las respectivas normas fiscales".
Aún que algunos analistas comparten algunas de las aclaraciones realizadas por el funcionario en su escrito, también consideran que el hecho de que mientras en la mayoría de países se observa una reducción en sus déficit ficales, luego de la pandemia del covid, en Colombia este se mantiene en niveles históricamente elevados.
"El ministro (Bonilla) tiene razón en cuanto que a raíz del covid la deuda en la mayor parte de los países del mundo se ha incrementado de manera significativa y en Colombia esto no fue la excepción, y que en el 2023 hubo un ajuste importante en el déficit fiscal en Colombia. Tal vez la observación es que,
cuando uno mira los déficit fiscales para el 2024 en la mayoría de los países, no en todos, esos déficit están disminuyendo, pero en el caso de Colombia están aumentando y en ese sentido, no encajaríamos dentro de la norma internacional", señaló Andrés Langebaek Rueda, director Ejecutivo de Estudios Económicos de Grupo Bolívar
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Al referirse a lo expuesto por el ministro Bonilla frente al PGN 2025, César Pabón Camacho, director Ejecutivo Senior de Investigaciones de Corficolombiana, dijo que concordaba con el funcionario en la inflexibilidad que tiene el Presupuesto. "Las partidas rígidas, como el Sistema General de Participaciones (SGP), que se han expandido notablemente en los últimos años debido a la alta inflación e indexación, representan un desafío para cualquier gobierno", dijo el economista, quien precisó, no obstante, en que "es crucial respetar estos compromisos, así como los previamente adquiridos, incluyendo la deuda y las vigencias futuras".
El experto también se refirió a lo escrito por el funcionario al explicar el incremento del gasto de funcionamiento que, en su opinión no se debe a burocracia, sino a los costos de la nómina.
Sin embargo, para el economista de Corficolombiana "no existen pruebas claras de que la burocracia se haya congelado", precisó Pabón Camacho, y señaló que "un ejemplo es la creación del Ministerio de la Igualdad, y otra muestra es el ajuste presupuestal realizado este año por 20 billones de pesos", de los cuales cerca de la mitad provinieron del Ministerio de Hacienda, principalmente a través del aplazamiento del pago del Fondo para la Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) con TES.
Mencionó que los grandes afectados con esa decisión fueron los sectores de infraestructura y planeación, que, paradójicamente, han mostrado mayores niveles de ejecución, dijo.
En ese mismo sentido, Pabón Camacho resaltó que "al revisar el proyecto de presupuesto 2025, se observa que los sectores con mayor incremento presupuestal son trabajo, salud y educación, probablemente para implementar las reformas del gobierno, lo que implica un aumento en la planta de personal".
Fue muy poco lo que se afectó en funcionamiento; casi todo el ajuste provino de los componentes de inversión, puntualizó el analista.