En la columna semanal 'Cuentas Claras', escrita por Mauricio Galindo Caballero, editor de la sección Economía y Negocios, conozca qué tanto han evolucionado los ingresos de las exportaciones colombianas en los últimos años, cuál es el país latinoamericano que más se está endeudando y qué tanto pesan los precios de los combustibles en las ventas al mundo que hace el país, entre otros temas de actualidad económica.
Vender más caro y comprar más barato
En el 2011, los precios de lo que Colombia exportaba eran 14 por ciento superiores a los de lo que debía importar.
Sin embargo, esos términos de intercambio favorables se deterioraron con la caída del petróleo. Para el 2016, los precios de las exportaciones eran 31,8 por ciento inferiores a los de las importaciones.
Luego hay algo de recuperación, pero los precios de las exportaciones aún siguen 17,9 por ciento por debajo de los de las importaciones, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El peso de los precios de los combustibles
En lo corrido del 2019 hasta noviembre, las exportaciones caían a causa de los precios del carbón y el petróleo.
En esos 11 meses, Colombia vendió el petróleo a precios 8,9 por ciento inferiores a los de 2018, y el carbón, 9,5 por ciento por debajo de los del año anterior.
En cambio, los precios de todos los otros productos exportados estuvieron, en promedio, 2,4 por ciento por encima del año previo, y el conjunto, incluyendo combustibles, 2,3 por ciento por encima.
Las deudas que más están creciendo
Durante el último año, las deudas de los gobiernos centrales que más crecieron en el continente fueron las de Costa Rica y Ecuador, en tanto que las que más se redujeron fueron las de Argentina y México.
En Costa Rica, el aumento fue de 6 por ciento del producto interno bruto (PIB) y en Ecuador, de 4 por ciento.
En cambio, la caída de la deuda en Argentina fue de 5,3 por ciento, y en México, de 1,2 por ciento, según la Cepal. En Colombia hubo un crecimiento de 0,6 por ciento del PIB.
El avance del poder de compra
El salario mínimo ha tenido variaciones reales con el paso del tiempo, que dependen del ajuste decretado en comparación con los cambios de los precios.
El del año que pasó, comparado con el de 5 años atrás, tenía 7,3 por ciento más de poder de compra. Frente al de 10 años atrás, 16,8 por ciento más de poder de compra. Y frente al de hace 20 años, 28,8 por ciento más. En 1991, con inflación de más de 32 por ciento, el salario bajó solo ese año 6,3 por ciento en términos reales.
MAURICIO GALINDO CABALLERO
Editor de Economía y Negocios