Los recursos que le giró el Fondo Monetario Internacional (FMI) a Colombia por un valor de 2.790 millones de dólares (unos 11 billones de pesos) y que estaban en manos del Banco de la República serán utilizados ahora para reforzar la liquidez del Gobierno y atender las necesidades surgidas en medio de la pandemia.
Estos se suman al pago de 14,23 billones de pesos que realizó Ecopetrol al Ministerio de Hacienda para adquirir el 51,4 por ciento de la participación accionaria de Interconexión Eléctrica (ISA) y que ya estaban contemplados para atender las necesidades de este año. Adicional a ello, el Gobierno busca obtener otros 15,2 billones de pesos a través de la reforma tributaria, que ya fue aprobada en primer debate en el Congreso.
Cómo fue la operación
El pasado 23 de agosto el Emisor recibió esa asignación de derechos especiales de giro (DEG) del FMI como parte de las reservas internacionales que istra y ayer le vendió al Gobierno el monto en dólares equivalente de esos recursos.
A cambio de estas reservas, el Banco de la República recibió títulos de tesorería (TES) Clase B del portafolio istrado por la cartera de Hacienda. Según el gerente del Emisor, Leonardo Villar, estos títulos son líquidos, se negocian activamente en el mercado secundario y son de cotización obligatoria por parte de los creadores de mercado, características que permitirán utilizarlos fácilmente en sus operaciones monetarias.
Estos recursos no fueron exclusivos para Colombia, pues el FMI aprobó una asignación equivalente a 650.000 millones de dólares para sus 190 países . Según la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, con esta medida extraordinaria se busca generar confianza y promover la resiliencia y la estabilidad de la economía mundial, fuertemente afectada por los efectos de la pandemia del covid- 19.
César Arias, director de Crédito Público del Ministerio de Hacienda, explicó que esta es la inyección de liquidez más grande de la historia realizada por el FMI y que a lo largo del tiempo se han hecho otras tres: en el 70, en el 79 y la última durante la crisis internacional financiera del 2009, que fue por menos de 200.000 millones de dólares. “Esta es prácticamente 3 veces más grande a lo que se realizó en ese momento”, sostuvo.
Uso de los recursos
Con esta operación, el Gobierno obtiene liquidez inmediata en dólares y también mejora el perfil de su deuda interna, ya que parte de los títulos entregados al Banco provienen de canjes internos, previamente realizados por el Gobierno, cuyo vencimiento inicial era el año 2022 y fueron sustituidos por vencimientos de largo plazo.
“Da liquidez al Gobierno para atender las necesidades contempladas en el Presupuesto General de la Nación del 2022, es decir, las necesidades de la pandemia y de la reactivación económica”, manifestó el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo.
En ese sentido, Munir Jalil, director de investigaciones económicas para la región andina de BTG Pactual, explicó que sería una buena fuente de liquidez para 2022, ya que la mayoría de los recursos de la tributaria se podrían ver hasta 2023.
Tanto Villar como Restrepo recalcaron que esta operación no se trata de un préstamo directo al Gobierno, que tampoco aumenta la deuda de la Nación ni es una emisión monetaria.
“El monto total de la deuda pública se mantiene inalterado, por lo cual la venta de reservas no constituye una operación de financiación sino que facilita el del Gobierno a recursos líquidos que puede requerir hoy o en el futuro. Tampoco hay un cambio en la base monetaria”, explicó el gerente.
Al igual, Restrepo argumentó que no significa un aumento de los ingresos ni del gasto público. “No reduce el déficit fiscal, este se sostiene en el mismo nivel. Lo que busca la operación es fortalecer la liquidez y reducir las necesidades de financiamiento de 2022”, precisó.
Así las cosas, las reservas internacionales del país quedaron en los mismos niveles de antes de este giro, con 58.900 millones de dólares.
REDACCIÓN ECONOMÍA Y NEGOCIOS