Dos personas fallecieron en un accidente en la históricamente poblada de siniestros vía entre Bogotá y Tunja. Esta vez, la gasolina de su vehículo se inflamó y murieron calcinadas en el interior.
¿Por qué sucede esto? ¿No son los carros seguros y probados en laboratorios con rigurosos exámenes que pasan por el control del combustible?
Lo son, pero hasta cierto punto cuando el accidente se sale de los parámetros previsibles y se presentan rupturas en el sistema de combustible que permiten que este escape y se derrame. Como tal, hasta este momento no hay incendio, pero es usual que se generen chispas por fricciones de las partes metálicas en el choque o que el sistema eléctrico produzca un corto circuito y esto detona la conflagración.
Hay muchas confusiones al respecto. Lo primero que se dice es que carro, la tractomula, el avión o la moto, explotaron. Puede suceder si se le agrega dramatismo a la narrativa del accidente y con esa palabra se describe la desintegración del aparato en el choque. Pero no aplica al tema del incendio.
La “explosión” se refiere a la parte estructural del vehículo que, en este tema, puede involucrar la ruptura del tanque de la gasolina, que en estos tiempos suele ser de un plástico, pero retardante del fuego. O bien de la desconexión por el movimiento de las líneas de gasolina que en los sistemas de inyección trabajan con alta caudal y presión mínima de 40 libras. La bomba que la mueve se apaga cuando el motor se detiene a los pocos segundos si esto sucede. O viceversa, si la zona de la bomba es afectada, el motor se apaga por falta de combustible en la inyección
Cualquiera de estas partes que falle, implica un inmediato derrame de combustible susceptible a prender si un agente como la chispa inicia el proceso.
La gasolina y similares solo se inflaman superficialmente, cuando el líquido está en o con el oxígeno del aire. Por eso el incendio se demora mucho tiempo en extinguir, tal como sucede cuando se hace una antorcha que estará encendida por horas hasta cuando se acabe el agente que se haya agregado. De ahí que la palabra explosión no aplica al incendio, aunque son hechos que pueden suceder casi simultáneamente.
Cabe recordar que hace muchos años, en diciembre de 1882, en la zona de Puente Aranda de Bogotá, prendió candela un tanque con 100 mil barriles de gasolina y luego otros dos cercanos. El pánico fue total en la zona por el temor de la explosión o estallido de los recipientes. Eso nunca sucedió. El incendio se prolongó por cuatro días y los bomberos se limitaron a enfriar los tanques con agua pues las llamas no se podían apagar debido a que era imposible cubrir la superficie superior donde estaba el fuego. Posteriormente, trasladaron todos esos centros a Facatativá en una zona debidamente aislada.
En el caso de un automóvil, hay agravantes.
Primero, hay que saber que los extintores funcionan porque tienen polvos o espumas que sofocan las llamas al bloquear el o con el aire, o sea el oxígeno. En el caso de estos incendios, el agua no es remedio y en muchos carrotanques que transportan combustibles es clara la advertencia con señales muy visibles de “no apagar con agua” pues esta esparce el derrame. Los extintores para estos incendios son con espuma, tal como se usan en los aeropuertos, pero no era el caso de que en Ventaquemada hubiera ese elemento y, mucho menos, que llegaran a tiempo los auxilios externos.
En el accidente es probable que las personas queden inconscientes o impedidas y no pueden atender el caso y cuando hay fugas de gasolina, el incendio es rápido porque el carro tiene muchos elementos vulnerables como los aislantes del piso, la pintura, asientos y plásticos.
Segundo, suponiendo que tienen el extintor al día, es usual cometer el error de llevarlo en el fondo del baúl debajo de todas las maletas y en sitios de demorado o difícil . Ese elemento y el equipo de carretera deben ser lo último que se empaca y saber dónde se encuentra y que otras personas que van el vehículo lo sepan.
Tercero, hay que saber operar el extintor dirigiendo el chorro hacia la base de la llama donde se origina el incendio. Hay que mirar bien, tomar unos segundos adicionales para hacerlo porque la descarga tiene apenas una o dos opciones de acción. Si lo desocupa equívocamente, el incendio gana la parada.
Cuarto. Lo primero que debe hacer es halar las guayas de los seguros del capot y baúl. La razón es que estas van en fundas plásticas y si el fuego las alcanza, se derriten y bloquean y entonces no podrá acceder a las zonas donde probablemente esté el incendio que son el motor o en la parte posterior del carro donde va el tanque.
Es muy seguro que este caso, se dieron todas las causales para que los elementos se rompieran y las posibilidades de intervención por parte de los ocupantes no existieron porque probablemente en el golpe sufrieron lesiones que los inhibieron de intervenir.
Recuerde que elemento esencial y salvador del equipo de carretera es el extinguidor porque ningún vehículo es invulnerable al fuego. Eso sí, demos gracias porque hace años, en una reforma al texto del código de tránsito, suprimieron el estúpido requisito de llevar una ¡caja de fósforos!
JOSÉ CLOPATOFSKY
DIRECTOR DE MOTOR
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