Los impuestos que recibe el Gobierno a través de la
Dian subirán en el 2018 en 8,8 billones de pesos frente al 2017 (llegaron a 126,1 billones de pesos), de los cuales el mayor aporte lo harán el
IVA (interno y externo), por 6,1 billones de pesos, y el impuesto de renta más el Cree, con 4 billones.
Estos gravámenes ayudarán a contrarrestar los 1,7 billones que se dejarán de recibir por el impuesto a la riqueza y los 1,6 billones que no entrarán por concepto de la normalización fiscal.
Pese a que bajaron la meta que tenían, el recaudo subirá…
La simple dinámica de la economía explica el crecimiento. El recaudo ha venido creciendo a tasas altas.
Este año creció 7,8 por ciento con respecto al año anterior y será de 126 billones de pesos. Y para el año entrante se estima en 135 billones de pesos.
¿En qué impuestos se verá el mayor aporte?
El próximo año se estima que el recaudo crezca 7 por ciento. El IVA seguirá creciendo por dos razones: la tarifa completa se cobrará durante los 12 meses, mientras que este año solo se cobró durante 11 meses.
El segundo elemento es que el pago que recibe la Dian en enero corresponde al IVA cobrado en diciembre y noviembre. Entonces, en el 2017, el pago que se recibió en enero correspondió a un IVA del 16 por ciento, mientras que en el 2018 todos los pagos corresponderán a un IVA del 19 por ciento.
El IVA va a crecer un 13 por ciento porque se recaudará pleno con la tarifa al 19 por ciento
¿Por qué el IVA será más protagonista?
El IVA va a crecer un 13 por ciento porque se recaudará pleno con la tarifa al 19 por ciento. Pero no solo es eso.
También estimamos un desempeño positivo en impuestos como renta, con un incremento del 7 por ciento por las mayores utilidades del sector petrolero, que volverá a ser un contribuyente. En este año, en el neto, su aporte ha sido prácticamente nulo. Por estas dos razones, el recaudo crece un 7 por ciento y llega a 135 billones de pesos.
¿Hay algún elemento que pueda alterar el cumplimiento de las metas fiscales?
La garantía para el cumplimiento de la meta en materia de déficit, que siempre la hemos alcanzado y nunca hemos incumplido la regla fiscal, es que este año sobraron 3,2 billones pesos, por el
ingreso extraordinario del laudo de la telefonía celular. Este saldo lo vamos a llevar como una reserva para asegurar el cumplimiento de la meta fiscal del 2018.
Entonces, la meta del 2018 se garantiza porque los ingresos tributarios están creciendo al 7 por ciento; porque el presupuesto que se aprobó para el 2018 tiene una reducción de medio punto del PIB comparado con el 2017 y, tercero, porque llevamos una reserva de 3,2 billones de pesos de recursos de esta vigencia, que los podríamos utilizar en caso de que sea necesario, el próximo año. Por eso, el panorama fiscal es despejado y no es incierto.
¿Prevén subir la inversión?
No. La inversión del Gobierno Nacional se va a mantener restringida, por cuenta del ajuste para bajar el déficit, pero al mismo tiempo se espera que el sector privado crezca más porque tenemos un buen indicio, que son las importaciones de maquinaria y bienes de capital, que han tenido un buen dinamismo, y la reducción de tasas de interés, que le ha significado un alivio importante al flujo de caja de las empresas.
¿Ve mejor el panorama en el déficit de la cuenta corriente?
Esta es una de las buenas noticias en materia económica del país. Volvemos a tener un déficit similar al que teníamos cuando los precios del petróleo estaban por encima de 100 dólares por barril. Es decir, el déficit que estimamos es de 3,2 por ciento del PIB y esto significa que vamos a tener uno menor al del 2013, cuando gozábamos de altos
precios del petróleo.
¿Se verá un impacto en el costo de la deuda del país tras la reducción de la calificación por parte de Standard and Poor’s?
El Gobierno hace su plan financiero para el 2018 sin contemplar ninguna emisión de bonos en el mercado internacional, porque simplemente no se requieren.
Vamos a reducir las necesidades de financiamiento, primero, porque tendremos un menor déficit, y segundo, porque la mayor parte de ese déficit se financiará en el mercado local. De hecho, el año entrante la composición será de 84 por ciento en pesos y solamente 16 por ciento en dólares. Vamos a reducir la financiación en dólares.
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