El crecimiento económico del 6 por ciento de América Latina y el Caribe del 2021 fue insuficiente para recuperar el mercado laboral de la región que tras dos años después de iniciada la crisis registra una situación de alta desocupación y la perspectiva de un aumento de la informalidad.
Así lo recoge la nueva edición del informe Panorama Laboral realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el que se indica que de los 49 millones de puestos de trabajo que se habían perdido en el peor momento de la crisis por la pandemia en el segundo trimestre de 2020, aún faltan por recuperar 4,5 millones.
La región debe enfrentarse a la perspectiva de una prolongación de la crisis por covid-19 en el empleo
El informe advierte que con una tasa de desocupación de 9,6 por ciento y con uno de cada dos trabajadores en la informalidad la región debe enfrentarse a la perspectiva de una prolongación de la crisis por covid-19 en el empleo.
“El panorama laboral es incierto, la persistencia de los contagios por la pandemia y la perspectiva de un crecimiento económico mediocre este año podrían prolongar la crisis del empleo hasta 2023 o incluso 2024”, advirtió Vinícius Pinheiro, director de la OIT para América Latina y el Caribe.
Además, la OIT destaca que el pronóstico de un crecimiento económico mucho más bajo en 2022, apenas por encima de 2 por ciento, es un indicio claro que a la región le costará más tiempo salir de la crisis por covid-19.
En estas condiciones, y considerando la persistencia de la pandemia, la OIT estima que la tasa de desocupación este año podría bajar entre 0,2 o 0,3 puntos porcentuales, manteniéndose por encima de 9 por ciento.
Esto sería insuficiente para regresar a 2019 cuando, de todas maneras, la situación del mercado laboral distaba de ser positiva en una región que ya estaba entrampada en un escenario de crecimiento lento, con baja productividad y altos niveles de informalidad y desigualdad.
“En América Latina y el Caribe la pandemia tuvo un impacto más severo por causa de ‘comorbilidades sociales’ como informalidad y desigualdad”, explicó Pinheiro.