Paquete de medidas del Gobierno no impiden que cafeteros sigan con su paro

La asamblea cafetera que llevó a cabo el Gobierno esta semana en Bogotá para crear una hoja de ruta en la caficultura para los próximos 100 años profundizó las divisiones que existen en el sector.

Si bien a la cita acudieron más de 1.000 representantes de pequeñas asociaciones y cooperativas del país, no asistió nadie de la Federación Nacional de Cafeteros, la cual aglutina a más de 540.000 familias, ni de Dignidad Cafetera o de la Unión de Cafeteros de Colombia.

(Puede leer también: En qué consiste el acuerdo cafetero del Gobierno y asociaciones que asistieron a su asamblea). 

Precisamente, estos últimos habían anunciado días antes que se irían a paro el 17 de abril ante la “crisis” que vive el sector. Y pese a los anuncios emitidos por la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, al cierre de la asamblea aseguraron que mantienen su huelga.

“Vemos con buenos ojos que exista una preocupación en el sector; sin embargo, esperábamos más. Necesitamos que nos aclaren de qué manera se pueden inyectar recursos para que no sigamos perdiendo entre 70.000 y 80.000 pesos por arroba desde hace más de un año, lo que nos está llevando a la quiebra”, le aseguró a este medio Carlos López, vocero de la Unión de Cafeteros.

Entre su pliego de peticiones está que el precio de compra del grano incluya un subsidio que permita recoger los costos de producción, que puedan acceder a créditos de fomento a cinco años con tasas de interés iguales o menores a 2 por ciento anual o que el Gobierno les subsidie los insumos en un 50 por ciento para los pequeños productores.

En la asamblea, el Gobierno firmó un acuerdo de 13 puntos a seguir en los próximos años en la caficultura colombiana junto a los representantes de las asociaciones y cooperativas allí presentes.

Entre ellos, se creará una Convención Nacional de Jóvenes Cafeteros y otra de mujeres cafeteras. Igualmente, el Gobierno se comprometió a dar un mayor apoyo a la productividad a través de renovaciones y programas de fertilización, así como facilitar un mayor al crédito.

Respecto a la reforma agraria cafetera, la ministra Mojica aseguró que se buscará garantizar el a la tierra de las familias cafeteras en unidades agrícolas suficientes que permitan un ingreso que dignifique el trabajo. “Por ello, se generarán alternativas que recompongan el minifundio y se adelantará un programa de titulación”, señaló.

Otro de los puntos que se firmó es el de la activación del Fondo de Estabilización de Precios del Café debido a las afectaciones en los ingresos que enfrentan los caficultores. Sin embargo, un día después, en la celebración del Comité Nacional de Cafeteros, se estipuló que este empezará a funcionar únicamente cuando la carga de café baje a 1,28 millones de pesos, puesto que hoy en día volvió a subir y se encuentra en 1,5 millones de pesos.

Según explicó el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, el Fondo cuenta con un cupo de 370.000 millones de pesos, de los que 195.000 millones de pesos los puso el Gobierno y el restante provienen de los parafiscales.

“En el momento en el que el precio del café llegue a la línea roja de 1,28 millones de pesos, se activará una ayuda de 76.000 pesos por carga para cada productor por un periodo de cuatro meses y después se revisará”, aseguró el ministro tras el encuentro.

Igualmente, en la sesión también se aprobó un plan conjunto de renovación y fertilización de cafetales para cubrir cerca de 20.000 hectáreas. Para ello, se dispondrán 27.307 millones de pesos de los fondos departamentales y el Gobierno aportará otros 50.000 millones de pesos.

La asamblea cafetera realizada también volvió a revivir las tensiones sobre el futuro del Fondo Nacional del Café, la cuenta parafiscal que se nutre de la contribución cafetera de seis centavos pagada por cada libra de café exportado que dan todos los cafeteros y por la que la Federación recibe cada año entre 90 y 100 millones de dólares.

Lo anterior por cuenta de que, en su instalación, el presidente Gustavo Petro aseguró que los dineros de este sector son del “pueblo colombiano” y que el Estado tiene que tomar las riendas del Fondo para proteger y dar un buen uso de ellos.

Ante estas afirmaciones, el propio gerente de la Federación, Germán Bahamón, le respondió que los recursos del Fondo son de los cafeteros y que la entidad solo podrá ser reformada por ellos.

“Libra a libra los hemos aportado (...) Somos una organización privada y, como tal, acudiré a las instancias previstas en nuestros estatutos para presentar la transformación que en esa materia sea requerida”, aseveró.

Frente a este tema, el vocero de Dignidad, Óscar Gutiérrez, opinó que estos recursos no se pueden volver una “caja menor” del Gobierno Nacional. “Hay que hacer reformas, sí. Reorganizar y mejorar muchos procesos, sí, pero con ese pretexto y con el de la transparencia no se puede acabar una institución indispensable para comercializar el café, la financiación de las cooperativas y demás tareas que atiende”, aseveró.

La preocupación ante esta tema fue tal que el propio Consejo Gremial Nacional emitió un comunicado la semana pasada en el que hizo un llamado al Gobierno “a respetar la representatividad y legitimidad gremial de la Federación”.

En los dos días de la asamblea, los pequeños caficultores se reunieron en diferentes mesas de trabajo y al final le hicieron una serie de peticiones al Gobierno. Una de las más repetidas fue precisamente la de poder hacerle cambios al Fondo del Café, pues dicen que no les llegan los recursos de los parafiscales.

Fueron varias las voces que pidieron reestructurar la Federación y hacer una constituyente, lo que genera aún más tensiones y posibles divisiones en el sector. “Si todos los cafeteros pagamos nuestra contribución, por qué no todos podemos acceder a ellos”, gritó un caficultor del Caribe.

Para Álvaro Jaramillo, director ejecutivo del Comité de Cafeteros de Antioquia, la asamblea confirmó la estrategia del Gobierno de dividir a las familias. “El deseo de apropiarse de Fondo del Café los lleva a dividirnos y a buscarnos competencia”, sentenció.

En la misma línea, el exministro de Agricultura Andrés Valencia opinó que la realización de esta asamblea es un ejemplo más de que el Gobierno pretende dividir el gremio cafetero. “Lo está haciendo desde el mismo momento en que objetó la elección del actual gerente (Bahamón), quien fue elegido bajo un procedimiento democrático de acuerdo con los estatutos de la Federación”, le dijo a este medio.

Igualmente, Valencia aseguró que el Gobierno quiere construir una narrativa alrededor de la Federación, en el sentido de que no se ocupa de los pequeños productores y que los recursos del Fondo están siendo dilapidados por parte de un gremio que lleva istrándolos desde 1940.

También señaló que no se puede aceptar la visión del Gobierno de que los recursos parafiscales de los cafeteros son estatales y que tiene un “señorío” sobre ellos. “¿Si ya tienen el control del Comité Nacional Cafeteros con poder de veto incluido para qué quieren crear una constituyente? Mi tesis es que el Gobierno quiere instrumentalizar a los cafeteros a favor de su constituyente”, sentenció.

Hay que recordar que, aparte de los cafeteros, en el Comité Nacional tienen presencia el ministro de Hacienda, el de Agricultura, el de Comercio y el director de Planeación Nacional.