De continuar con las protestas sociales que ya suman más de 5 semanas, el impulso económico que estaba ganando el país en los primeros meses del año se podría perder. Algunos indicadores ya han empezado a revertir la tendencia positiva, y otros podrían seguir los mismos pasos si los bloqueos se prolongan.
En el primer trimestre del año, la actividad económica dio una sorpresa y creció por primera vez desde que comenzó la pandemia de covid-19. El repunte fue de 1,1 por ciento, con lo que se dejó atrás la recesión en la que entró el país el año pasado.
Este resultado reflejó el buen arranque de la economía y llegó a cambiar también las proyecciones de organismos internacionales como la Ocde. La entidad revisó al alza la estimación a 7,6 por ciento para este año. Con ello, Colombia tendría el tercer mayor crecimiento de los países del club. No obstante, advirtió que el paro y los cierres son una amenaza de la recuperación.
Desde el punto de vista sectorial, las ramas que más aportaron al crecimiento del primer trimestre frente al año anterior fueron la industria manufacturera, que se expandió 7 por ciento; la istración pública, defensa, salud y educación, con un alza de 3,5 por ciento; y el agro, con una expansión de 3,3 por ciento.
En especial, los buenos resultados se registraron en marzo. Según el Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE), este se constituyó como el mes con mejor desempeño económico del último año y la actividad estuvo jalonada principalmente por la rama de la construcción.
Indicadores positivos
Las exportaciones no minero-energéticas también venían creciendo. De hecho, abril fue el mejor mes de los últimos ocho años. El país exportó 1.467 millones de dólares de estos bienes, lo que resultó ser el valor más alto desde el 2013. Ese segmento de ventas aumentó 47,6 por ciento, especialmente jalonado por los productos agropecuarios y los bienes de la manufactura.
“Abril del año pasado fue el mes de peor comportamiento. Sin embargo, al revisar frente al de 2019, las exportaciones de bienes no minero-energéticos crecieron 9,4 por ciento, lo cual ratifica que, en efecto, esta clase de ventas externas camina en terreno positivo y, sin duda, aporta al crecimiento de la economía y a la generación de empleo”, dijo hace unos días la viceministra Laura Valdivieso Jiménez.
Antes del inicio del paro nacional comenzó una normalización gradual de la actividad económica que también se vio reflejada en los resultados de las grandes y pequeñas empresas. De un lado, la mayoría de los resultados del primer trimestre de las compañías que cotizan en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) se ubicaron en terreno positivo o neutral; del otro, las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mypyme) vinculadas a Acopi registraron un mejor desempeño.
Según un análisis de Casa de Bolsa, el 48 por ciento de las compañías que cotizan obtuvieron resultados positivos; el 38 por ciento los registraron neutrales; y solo el 14 por ciento registró resultados negativos. Entre las de mejor resultado estuvieron algunas como Grupo Argos, Cementos Argos, Cemex Latam Holdings, Terpel, Ecopetrol, Celsia, Grupo Sura, Nutresa y Enka.
Al igual, en la encuesta de desempeño empresarial del primer trimestre de Acopi se determinó que el volumen de ventas de las compañías tuvo incremento de 29 por ciento en el primer trimestre. También que estaban operando con una capacidad instalada entre el 51 por ciento y 100 por ciento.
Las primeras afectaciones
Aunque es pronto para establecer una radiografía completa de los efectos que podría causar el paro en la economía, ya se empiezan a conocer los primeros indicadores que han sido afectados por la situación de orden público.
Según el más reciente informe de Andemos, en mayo se matricularon 14.716 vehículos a nivel nacional, lo que representa una caída del 22,8 por ciento frente a abril. De acuerdo con Oliverio García Basurto, presidente de Andemos, los bloqueos y los paros tuvieron un efecto inmediato en este mercado.
“Si no hubiera sido por los bloqueos el mercado automotor colombiano hubiera superado las 23.000 unidades, es decir que los bloqueos contrajeron las cifras del sector en un 36 por ciento. No olvidemos que los bloqueos, que iniciaron el 28 de abril, impidieron el cierre normal del mes pasado”, manifestó García.
Solo en mayo, según las estimaciones realizadas por Fedesarrollo, el costo económico que habría generado el paro nacional oscila entre 4,8 billones y 6,1 billones de pesos, una cifra menor que la estimada por el Gobierno, que calculaba entre 6 y 10,8 billones de pesos. El comercio, la industria y el agro son los sectores que concentrarían el 80 por ciento de las pérdidas por los bloqueos.
El PMI manufacturero que mide Davivienda también cayó en mayo. Este disminuyó de 54,0 puntos en abril a 46,7 en el quinto mes del año, lo que refleja un deterioro en las condiciones del sector y determina que los nuevos trabajos y la producción retrocedieron después de crecer los dos meses anteriores.
Los cierres en las vías también han impedido que los exportadores de café y petróleo, dos de las materias primas que más le aportan a la generación de divisas del país, aprovechen los precios históricos que se registraron la semana pasada.
A pesar de que la libra de café suave colombiano en Nueva York alcanzó los 2,11 dólares el martes pasado, un precio que no se veía desde agosto de 2014, los caficultores no han podido sacar el grano. Según la Federación Nacional de Cafeteros, durante mayo se dejó de exportar el equivalente a 1.640 tractomulas o algo más de 800.000 sacos de 60 kg. Ello quiere decir que las personas dejaron de recibir unos 210 millones de dólares.
Por su parte, el índice de referencia Brent superó el lunes pasado la barrera psicológica de los 70 dólares el barril por primera vez desde 2019. Según ha dado a conocer el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa Puyo, una vez iniciado el paro nacional y los consecuentes bloqueos, entre el 3 y el 30 de mayo, el país acumuló una producción diferida o que no se pudo hacer de unos 1’019.596 barriles de crudo. Es un volumen que no puede aprovechar la subida histórica de los precios internacionales.
En total se pierde la posibilidad de generar hasta 261.037 millones de pesos.
Además, los bloqueos de las vías también han ejercido presión sobre los precios. El Dane reveló este sábado que la variación anual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) para mayo fue de 1 por ciento, superior a la registrada en el mismo mes de 2020, cuando se alcanzó un -032 por ciento. El rubro de los alimentos y bebidas no alcohólicas tuvo una variación mensual de 5,37%.
Según Juan Daniel Oviedo, director del Dane, el desabastecimiento de mayo no se observaba desde el 2019. Incluso, este fue muy superior al de igual mes del año pasado cuando el país se encontraba en pleno confinamiento.
Cali, entre las más afectadas
El suroccidente del país ya empezaba a mostrar signos de recuperación cuando se atravesaron los bloqueos. Por ejemplo, la ocupación de Cali se venía recuperando. En el trimestre entre febrero y abril, según los datos del Dane, se crearon unos 100.000 puestos de trabajo hasta llegar a 1,7 millones de personas ocupadas.
Debido a los cierres, esta podría ser una de las ciudades más golpeadas cuando se conozcan los indicadores económicos de mayo. De momento, según la Encuesta Ritmo Empresarial, el 16,4 por ciento de las empresas del Valle del Cauca y Cauca planean cerrar definitivamente su operación; 36,3 por ciento tiene la intención de reducir su capacidad instalada y 36,1 por ciento se quedaría igual.
Además, la Cámara de Comercio estima que las pérdidas del departamento llegan 1,2 billones de pesos cada semana de cierre de las vías.