La historia oficial dice que Estados Unidos ganó los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, y la historia oficial es la que relata el medallero: gana el país que tenga más medallas de oro. Si hay empate, entonces gana el que tenga más medallas de plata, pero si la igualdad persiste, entonces, el que tenga más bronces.
Pero que Estados Unidos sea el primero es la obligación para un país considerado el más poderoso del mundo. Si Tuvalu hubiera ganado solo un bronce con su único deportista, un futbolista inscrito en los 100 metros, tal vez sería mejor resultado que el de Estados Unidos. Tuvalu flota en la inmensidad del Pacífico, no se ve en el mapa y sus 11.800 habitantes caben en el estadio del Envigado F. C.
Qué tal si se intenta ver cómo los países participantes lograron resultados por encima –o por debajo– de lo que estaban obligados. ¿Las posiciones serían muy distintas a las del medallero?
Hacer esa clasificación será como correr una prueba de 3.000 metros obstáculos. En los primeros mil metros se resolverán los criterios para establecer a qué resultado está obligado cada país; en los segundos mil metros se medirá qué tan arriba o abajo estuvo cada país de sus expectativas. Los mil metros finales llevarán a la meta de saber si Estados Unidos fue el ganador de los juegos o cuál fue el ganador.
Primeros mil metros
El medallero dice que Estados Unidos ganó en Río, al igual que en Londres en el 2012, y en otros 15 de los 28 juegos que se han disputado desde 1886. Su dominio es natural. Un país con más riqueza puede adquirir mayores cantidades de oro y plata, o de la aleación de cobre y estaño reservada para los terceros lugares.
Pero hay países más ricos que Estados Unidos. En el 2016 –al igual que hoy– Luxemburgo era el país cuyos habitantes tenían la mayor capacidad de compra del planeta. Casi el doble de quienes vivían en Estados Unidos, y 8 veces la de un habitante promedio de Colombia. Pero Luxemburgo no logró medallas. Es rico, pero tiene poca gente.
Si se escoge al azar una persona, ¿qué probabilidad hay de que tenga capacidades para cumplir con aquello de ‘más alto, más rápido, más fuerte’? La probabilidad es mínima. Pero si va aumentando el número de personas entre quiénes escoger, es más probable encontrar individuos con capacidades excepcionales que puedan ser deportistas de élite o campeones.
En Luxemburgo hay un número similar de personas que en Bucaramanga. Algo menos de 600.000 en el 2016. En China, 7 husos horarios más lejos, por cada persona que vivía en Luxemburgo había 2.400 personas; 2.400 veces más de oportunidades para pescar talento.
Si el talento se encontrara al azar, China, con 1.383 millones de personas en el 2016, debía ganar los Olímpicos, e India, con 1.325 millones, debía ser segunda, y muy de cerca. Pero China fue tercera e India fue ¡67!, debajo de Venezuela, y empatada con Mongolia.
Contar con muchas personas es importante, pero también que cada una de ellas tenga mayores recursos, dinero, para desarrollar sus capacidades con mejor alimentación, educación, bienestar o entrenamiento.
Si se mezclan la cantidad de gente con los recursos de los que disponen (lo que la economía genera por cada habitante), se tiene el tamaño de la economía: lo que usualmente llaman el producto interno bruto (PIB). El valor en dinero de los bienes y servicios que produce toda una nación. Y, a la vez, el valor de todo lo que pueden consumir e invertir.
Así, el PIB será el listón para saber si los resultados de un país en los juegos cumplen, superan o están por debajo de lo que deberían.
En el 2016, la economía de mayor tamaño (la de mayor PIB) era Estados Unidos. Desde el 2017 pasó a ser China, si se compara lo que produce cada país a sus niveles domésticos de precios.
Por los días de los Juegos, en Estados Unidos había 323 millones de personas. Si bien eran menos de una cuarta parte que los habitantes de China, por cada persona la economía estadounidense producía más del cuádruple de lo que se generaba en China por habitante.
Según sus economías, los cinco primeros países en Río debían ser Estados Unidos, China, India, Japón y Alemania. Pero China no fue segundo en el medallero. Fue tercero. India no fue tercero, sino 67; Japón no fue cuarto, sino sexto. Estados Unidos y Alemania sí fueron primero y quinto, como lo son sus economías en el mundo.
En el medallero, el Reino Unido (octava economía del mundo) se coló en el segundo puesto, y Rusia (sexta economía) fue cuarta. Un indicio de que hay países cuyos resultados desafían sus propias capacidades.
Segundos mil metros
Ya se sabe que el listón para medir el desempeño de los países participantes es el tamaño de su economía. Falta ver cómo se mide qué tan por encima o por debajo estuvieron de las expectativas que indicaban los tamaños de sus economías.
La manera de hacerlo es considerando que entre más pequeña sea una economía, ganar cada medalla tiene más valor. Por ejemplo, si el tamaño de la economía más grande, la de Estados Unidos, es cuatro veces el de la economía de Japón, cada medalla conseguida por Japón vale por cuatro.
La economía de Estados Unidos es 28 veces la de Colombia. Entonces, si una medalla de Estados Unidos vale 1, una de Colombia vale por 28. Siguiendo con la misma lógica, una medalla de Rusia vale por 5, y una de Trinidad y Tobago vale por 516.
Mil metros finales
Para saber, entonces, las posiciones según la capacidad económica, las medallas obtenidas por cada país se multiplican por el número de veces que su economía cabe en la de Estados Unidos.
Así, ya es posible comparar las expectativas, derivadas del tamaño de la economía, con los resultados deportivos. Igualmente, será posible ordenar y saber qué posición ocuparon los países, y cuál fue el ganador, según el criterio de ir más allá de las expectativas.
De esta forma, tras multiplicar las medallas de cada país aparece una tabla de posiciones diferente. En ella, Estados Unidos queda de 46. Lo que significa que hubo 45 países que consiguieron medallas con mayor esfuerzo que el que indicaba su capacidad económica.
China, por su parte, ocupa el lugar 55. El tamaño de su economía es muy cercano al de Estados Unidos, pero tanto sus medallas de oro como el total solo fueron algo más de la mitad que las conseguidas por los norteamericanos.
El Reino Unido logró 27 medallas de oro, una más que los asiáticos. Pero como su economía es menos de la sexta parte en tamaño que la de Estados Unidos o la de China, sus medallas se multiplican por seis. Aún así, solo ocupa el puesto 23, pues otros participantes lograron distancias mayores entre sus resultados deportivos y la expectativa derivada de su tamaño económico.
Colombia queda en el puesto 33. Pese a que supera sus expectativas, su posición está un lugar por debajo del puesto 32 en los tamaños de las economías, y abajo del puesto 23 del medallero. Esto indica que hubo muchos más países que superaron sus expectativas por encima de lo hecho por Colombia, en particular países con economías más pequeñas. Dentro de los latinoamericanos, Colombia es el tercero que más supera lo esperado, tras Cuba y Puerto Rico.
Abajo están, por supuesto, los países con cero medallas. Entre más grande la economía, más abajo en la tabla. El puesto 202 es Chile; el 203, Hong Kong; el 204, Bangladés; el 205, Pakistán, y el 206, Arabia Saudita, un rico reino con 31,8 millones de súbditos, cada uno con un ingreso 3,5 veces el promedio de los colombianos.
Ahora, llegan los diez primeros y el país ganador. Entre el décimo y el cuarto están países para los que cada una de sus medallas puede significar un esfuerzo entre 100 o 500 veces lo que le significa a Estados Unidos. El décimo es Kenia, con sus seis oros en carreras de semifondo y larga distancia. El noveno es Tayikistán; el octavo, Cuba; el séptimo, Georgia; el sexto, Croacia, el quinto, Corea del Norte, y el cuarto, Kosovo.
El tercer lugar son Las Bahamas, que ganaron una medalla de oro y otra de bronce. Pero por ser la economía 153 entre los participantes; pesar el 0,01 por ciento del total de las economías presentes, y tener tanta gente como Neiva, cada una de sus medallas vale por 1.452. La de oro la ganan en menos de un minuto, cuando Shaunae Miller se lanzó en plancha en la meta de los 400 metros.
El segundo lugar es Fiyi, otro archipiélago al otro lado del mundo. Su economía es la 158 entre los participantes, y pesa el 0,009 por ciento del total. Su medalla de oro en rugby vale por 1.701, teniendo en cuenta el tamaño de su economía.
Y en primer lugar, ¡Jamaica! Economía 137 entre los participantes y con un peso del 0,02 por ciento del total. En 2016, la isla tenía 2,7 millones de habitantes, algo más que Medellín. La producción por cada uno de ellos era 28 por ciento inferior que la producción por habitante de Colombia. Cada medalla suya vale por 702.
Jamaica ganó 6 oros. Si fuera proporcional a la población, es como si China ganara todos los oros de 10 olimpiadas. Si fuera por el tamaño de la economía, es como si Bolívar se independizara, fuera a los Olímpicos y ganara esas medallas.
Los 6 oros, 3 platas y 2 bronces de Jamaica son 8.400 por ciento más de lo que se esperaría del tamaño de su economía. Todas las preseas fueron en pruebas atléticas de velocidad: 100, 200 y 400 metros. Si Usain Bolt fuera un país habría sido 28 en el medallero, por encima de Dinamarca y Suecia, con 3 de oro, en 100 y 200 metros y en los relevos de 4 por 100. Si Elaine Thomson fuera un país habría sido 39 en el medallero, arriba de Georgia y Azerbaiyán, con 2 de oro, en 100 y 200 metros, y una de plata, en la posta de 4 por 100.
“Damas y caballeros, por favor, de pie para escuchar el himno nacional de Jamaica”.
MAURICIO GALINDO
Editor de Economía
@galmau