El Registro Multidimensional Wayuu, hecho por el Departamento istrativo Nacional de Estadística, Dane, busca recolectar información de calidad para que el Estado implemente y haga seguimiento a políticas públicas sobre agua potable, seguridad alimentaria y salud, en La Guajira.
En el primer semestre del año, se recolectó información en parte de las cuatro cabeceras. Además, la entidad ya capacitó al personal operativo para que, durante el segundo semestre de este año, realice la recolección de datos en zonas rurales.
La directora de la entidad, Piedad Urdinola, habló con EL TIEMPO sobre los detalles del registro y el impacto que tendría la información recolectada en la creación de políticas públicas para la comunidad.
¿Qué mide el Registro Multidimensional Wayuu?
Es una iniciativa que surge de la sentencia T-302 de 2017 de la Corte Constitucional, que le pide al Dane una información detallada de la población wayuu en los cuatro municipios de La Guajira (Uribia, Manaure, Maicao y Riohacha). Esto, con el objetivo de fortalecer las políticas públicas que garanticen los derechos y reduzcan los altos niveles de mortalidad infantil en La Guajira.
El registro multidimensional wayuu es la recolección de datos de identificación, ubicación, características sociodemográficas, s a derechos, agua potable, alimentación, salud, condiciones de vivienda y aspectos culturales relevantes.
¿Qué diferencia hay entre este registro y un censo?
Un censo mide la totalidad de las unidades, el universo, como el Censo Nacional de Población y Vivienda. Este no es un censo porque si no iría todo el país, este es un registro que va a medir muchas dimensiones y coincide con un censo en la medida en que busca tener el 100 por ciento de la población wayuu. Podría ser visto como un pequeño censo.
¿Por qué se tomaron siete años, desde que salió la sentencia, para plantear el registro?
Cuando salió la sentencia (en 2017) iba a salir a campo el Censo Nacional de Población y Vivienda de 2018. Este tenía un cuestionario particular para las comunidades étnicas. Entonces ahí se contó y se midió toda la población wayuu.
Hubo un proceso de consulta con las comunidades, con la población wayuu y se incorporaron las variables del e´iruku o clan, que es como lo llaman, y en virtud de esas particularidades se dio respuesta a la Corte. Sin embargo, en el auto 696 de 2022, los magistrados hicieron un llamamiento a retomar el diseño y la implementación del registro multidimensional wayuu.
Al estar más del 84 por ciento de la población wayuu en zonas rurales dispersas, ¿cómo será la dinámica para hacer el registro?
Todo esto ya está en campo, lo estamos haciendo desde el año pasado. Lo primero fue obtener un marco geográfico, qué es lo primero que nos pidió la corte, que vaya acorde con la visión del pueblo wayuu.
El año pasado, en tiempo récord, hicimos un trabajo de marco geográfico, trabajamos con las comunidades, nos apoyamos en imágenes satelitales, fotos aéreas y, sobre todo, hicimos cartografía social con la participación del pueblo wayuu.
Una vez teniendo el premarco cartográfico, que se cerró en enero de este año y ya está disponible en la página web del Dane, pudimos diseñar todo el proceso y pensar en el operativo para hacerlo allá en campo.
Hay cosas muy novedosas como tener que mandar a hacer tabletas, que es como nosotros recopilamos la información. Se llaman dispositivos móviles de captura y aguantan las temperaturas y el polvo del desierto de La Guajira.
En este momento estamos en campo, hemos comenzado por las zonas que son urbanas y ya hay gente que está en Uribia, que es la parte más amplia de los cuatro municipios que implica la sentencia, y que ya empezaron a recoger esa información sobre estas zonas rurales.
¿Cómo trabajaron desde el Dane con los resguardos y comunidades que participan en el registro?
Los censos se hacen durante años, no solamente el año de recolección. Tuvimos diálogos directos, yo misma estuve en La Guajira abriendo el primero de estos diálogos organizados por el Ministerio del Interior, que es lo que corresponde, con las autoridades wayuu.
Realizamos 21 asambleas territoriales con las autoridades, acordamos con ellos el contenido del cuestionario y los aspectos operativos. Se hizo un comité técnico que estuvo conformado por autoridades wayuu y allí se precisaron los detalles de la operación.
Después de todos estos espacios de concertación con las distintas autoridades, que son una comunidad horizontal, de clanes, se minimizaron los riesgos asociados al rechazo de las comunidades ya en el operativo.
¿Cuánto se ha invertido para este sondeo?
En términos de recursos, aproximadamente 28.000 millones de pesos para este operativo de recolección, con todo lo que implica: personal operativo, personal de campo, personal istrativo, contratación de transporte, diseño y construcción de los instrumentos de recolección, logística de bienes y capacitaciones.
¿Las personas de la comunidad, además de participar algunas de ellas en el registro, plantearon temáticas o preguntas para el registro?
Sí, ellos mismos plantearon temas nuevos como la de las competencias en saberes propios del pueblo wayuu, la discriminación de barreras de físicas y económicas a las fuentes de agua y la pertenencia de cada persona wayuu a un territorio ancestral. Son más de 200 preguntas las que tiene este cuestionario.
Además de que es un registro diferencial en el país, ¿Se incluirá alguna distinción adicional como orientación sexual o diversidad de género?
No, dentro de las fases de detección lo fundamental es suplir lo que nos pide la sentencia T-312 de 2017. No hay ninguna necesidad asociada a la identificación de identidades de género u orientaciones sexuales de la población wayuu.
El registro busca ser base de políticas públicas en pro de la comunidad. ¿Cómo han trabajado con las demás instituciones que cobija la sentencia para lograr ese objetivo?
Bueno, la sentencia de la corte ha sido dada para muchas instituciones, siendo dos los principales pilares. Una, el Ministerio de Vivienda, por el tema de agua en La Guajira, y otra, el instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), por el tema del bienestar de los niños.
Quienes estamos involucrados vamos viendo lo que están haciendo cada una de las entidades. Todas las que están involucradas han tenido avances, están produciendo cambios y resultados que registra la Mecanismo Especial de Seguimiento y Evaluación de las Políticas Públicas (Mesepp), a cargo del Departamento Nacional de Planeación (DNP).
Desde el Dane, se contribuirá con la información del Registro Multidimensional Wayuu y el Sistema de Información para el Pueblo Wayuu. Y entre todas las entidades hemos venido avanzando en la Mesa Estadísticas Étnicas, para poder hacer esa solicitud de información que tienen lase demás instituciones y que va alimentando su sistema de información que nos exige la sentencia.
Finalmente, ¿cree que este registro puede ser el inicio para hacer otros registros de comunidades indígenas en el país?
Yo creo que sí es un ejercicio muy interesante. En términos de relacionamiento y de lo que podemos lograr en conjunto con las comunidades étnicas es un paso interesante para poder replicar en otras áreas. Este es un ejercicio particular porque te tiene que dar respuesta a esta sentencia, pero sin duda alguna este relacionamiento que estamos teniendo con la población, pues nos va a dejar muchas lecciones aprendidas que también podremos replicar en otros espacios.
El Registro Multidimensional Wayuu, hecho por el Departamento istrativo Nacional de Estadística, Dane, busca recolectar información de calidad para que el Estado implemente y haga seguimiento a políticas públicas sobre agua potable, seguridad alimentaria y salud, en La Guajira.