Los ingresos tributarios en América Latina llegaron al 22,9 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2019, cifra que implicó un incremento del 0,3 por ciento frente al 2018, y se mantuvieron en la senda del crecimiento leve hasta que llegó la pandemia en marzo de 2020, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).
De acuerdo con la entidad, el año antepasado, antes de que la pandemia frenara la mayoría de las economías del mundo, 14 de los 26 países latinoamericanos analizados mostraron un aumento en sus ingresos tributarios y 12 naciones tuvieron una disminución, mientras que todos, menos Cuba, registraron cifras por debajo del promedio de la Ocde (33,8 por ciento).
En la isla, el porcentaje se ubicó al cierre del año pasado en el 42 por ciento, de acuerdo con los datos recopilados.
No obstante, según la presentación, en los últimos 20 años la brecha entre los promedios de América Latina y el Caribe y la Ocde se redujo del 15,4 por ciento en 1990 al 10,9 por ciento en 2019.
Los mayores incrementos en los ingresos tributarios como porcentaje del PIB entre 2018 y 2019 se produjeron en Nicaragua, con un aumento de 2,7 puntos porcentuales (p. p.); Belice (2,2 p. p.) y Bahamas (2,1 p. p.).
Y al analizar las diferentes subregiones, los ingresos tributarios en el Caribe aumentaron en 0,8 p. p. entre 2018 y 2019, para ubicarse en 24,9 por ciento del PIB, mientras que en América del Sur se redujeron en 0,1 p. p. (para situarse en 22,9 por ciento) y en Centroamérica y México aumentaron en 0,2 p. p. (a 21,3 por ciento).
En el caso de Colombia, el nivel mostrado del recaudo tributario como porcentaje del PIB fue del 19,7 por ciento, levemente superior que en 2018, lo que indica que en Cuba los ciudadanos pagan el doble de impuestos con respecto a nuestro país, tomando el recaudo tributario del país como porcentaje del PIB.
Dentro de la región, en el Caribe el recaudo tributario subió 0,8 por ciento, hasta el 24,9 por ciento del PIB, mientras que en América del Sur los ingresos provenientes de impuestos bajaron 0,1 por ciento, hasta el 22,9 por ciento, y en Centroamérica y México aumentaron 0,2 por ciento, hasta el 21,3 por ciento.
Asimismo, el documento de la Ocde reconfirma que hubo una fuerte caída durante la primera mitad de 2020 en un contexto de colapso de la demanda interna, pero aparecieron signos de recuperación en la segunda mitad del año.
En este sentido, el documento, que también fue elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), señala que los ingresos tributarios totales en 18 países de la región disminuyeron 11,2 por ciento en promedio en 2020 respecto al año anterior.
“Los países ampliaron los programas de protección social, brindaron apoyo directo a las empresas, aplazaron el pago de impuestos y establecieron programas para facilitar el cumplimiento de las obligaciones impositivas”, indicó la Ocde.
Las últimas estimaciones indican que los ingresos tributarios totales en 18 países de la región disminuyeron un 11,2 por ciento en promedio en 2020 en comparación con 2019, mientras que la deuda pública externa aumentó durante el mismo período y necesitará una gestión coordinada en el futuro.
En el documento, la Ocde insiste en que hay margen para aumentar los ingresos provenientes de los impuestos sobre la renta de las personas físicas y los impuestos relacionados con el medioambiente, pero también las cotizaciones a la seguridad social en la mayoría de los países.
Estos dos rubros generaron el 9,2 por ciento y el 17,1 por ciento de los ingresos tributarios totales en 2019, respectivamente, en comparación con el 23,5 y el 25,7 por ciento en la Ocde.
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