Christy Hoffman, secretaria general de UNI Global Union, habló con EL TIEMPO sobre la delegación internacional de observación electoral conformada por ochenta y cinco personas, 54 hombres y 31 mujeres, entre sindicalistas y defensores de derechos humanos de 9 países de América Latina, Canadá y Estados Unidos, que llegaron al país, con el objetivo principal de monitorear el proceso electoral del 13 de marzo.
¿Qué balance hace de la jornada electoral en Colombia?
Es esencial que Colombia continúe interactuando con los observadores internacionales, a fin de crear la confianza pública necesaria para unas elecciones exitosas. Esto también requerirá información clara y consistente por parte de las autoridades sobre las medidas que se están tomando para garantizar el derecho al voto de todos los ciudadanos. Todo el software empleado durante el proceso electoral debe estar sujeto a una auditoría externa para garantizar una transparencia total.
¿Por qué y cómo tomaron la decisión de hacer parte de esta veeduría electoral?
Los sindicatos son una parte integral de todas las democracias fuerte en el mundo, y UNI ha trabajado durante décadas para defender los derechos democráticos de los trabajadores colombianos. Somos una organización que representa a millones de trabajadores en todo el mundo, y nuestros en Colombia nos han instado a monitorear estas elecciones.
Están preocupados por la amenaza que representa la violencia en curso y los informes en los medios sobre posibles irregularidades. La MOE (Misión de Observación Electoral) también ha documentado un aumento del riesgo durante las elecciones de este año, en Bogotá y en todo el país, y un aumento de la violencia contra los líderes cívicos y políticos. La paz y la democracia en Colombia han sido durante mucho tiempo una prioridad para el movimiento sindical internacional.
¿Cómo se repartirán y organizarán alrededor del país?
80 de nuestros brindarán observación electoral en Bogotá, bajo la supervisión de la Misión de Observación Electoral, que ha indicado que el 22% de las mesas de votación están en riesgo – un aumento del 32% en comparación con las mismas mediciones realizadas antes del proceso electoral de 2018. Seré parte de una delegación más pequeña que se reunirá con autoridades, embajadas, sindicatos y diversas partes interesadas para recopilar información y hacer recomendaciones.
¿Cuál es la situación en Colombia que más les preocupa y que crean pueda ser un factor de riesgo para las elecciones?
La violencia y el conflicto – especialmente en las comunidades rurales de Colombia, la
posibilidad de actividades fraudulentas en todo el país, y la incertidumbre que rodea ciertos aspectos del proceso electoral pueden presentar barreras a la participación democrática. Una solución requerirá transparencia, disponibilidad de información clara y consistente, y cooperación con la comunidad internacional.
Según la MOE, 131 municipios del país presentan algún factor de riesgo de fraude electoral y violencia ¿Cómo garantizar un ambiente electoral limpio y transparente con este
panorama?
Es difícil celebrar elecciones justas en un contexto de violencia, miedo y violaciones de los derechos humanos. La plena implementación del Acuerdo de Paz de 2016, y otras medidas para consolidar la paz aún más, serán cruciales para brindar garantías en las comunidades rurales más afectadas por el conflicto armado. Se deben proporcionar los recursos necesarios para garantizar elecciones justas en todo el país.
¿Qué esperan del diálogo con autoridades electorales y movimientos políticos y sociales?
Los sindicatos han jugado un papel de liderazgo en la construcción de la paz y la democracia en muchas naciones del mundo. Esta misión buscará trabajar con las autoridades y la sociedad civil para recopilar información, brindar recomendaciones y promover la participación democrática en Colombia.
También es fundamental continuar fortaleciendo el movimiento laboral colombiano para reducir los niveles extremos de desigualdad económica e informalidad laboral, que pueden generar inestabilidad en Colombia. Existe una conexión entre las dificultades económicas que enfrentan las familias trabajadoras colombianas y el hecho de que Colombia tiene una de las tasas de afiliación sindical más bajas del mundo. Los ataques contra activistas deben terminar, y el movimiento sindical internacional tiene la responsabilidad de apoyar a nuestros colegas en Colombia.
¿Qué resultados esperan obtener de este proceso?
Promover la participación democrática, brindar transparencia y generar confianza para que todos los colombianos puedan ejercer su derecho al voto con imparcialidad, confianza y en un ambiente libre de violencia o intimidación
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