En la gran mayoría de las encuestas de intención de voto que se conocieron antes del pasado domingo, en prácticamente todas se evidenciaba que iba a haber segunda vuelta, pero que sería entre Gustavo Petro y Fico Gutiérrez.
Por eso, el hecho de que el exalcalde Bucaramanga Rodolfo Hernández se haya impuesto a Fico generó sorpresa en muchos sectores, pero también confirmó lo que se hablaba en muchas zonas del país.
De nada le sirvió a Gutiérrez contar con el apoyo de las estructuras de buena parte de los partidos como ‘la U’, los liberales y los conservadores y el apoyo en general del uribismo y Cambio Radical.
Rodolfo fue un hombre que como candidato al final decidió no asistir a los debates presidenciales, sin tener grandes estructuras pero moviéndose muy bien a través de las redes sociales. Ahora con una muy buen votación, y se le ve como un firme aspirante a ser el nuevo presidente de los colombianos.
En otras palabras, a disputar la segunda vuelta llega un candidato de la izquierda y otro que bajo ninguna circunstancia se puede decir que represente al establecimiento o a las estructuras de los partidos. Estos fueron precisamente los grandes derrotados en las elecciones de este 29 de mayo.
Con un mensaje sencillo y un lenguaje directo, que a lo largo de esta campaña se centró en atacar “la ladronera” y en luchar contra la corrupción, Rodolfo Hernández llega a disputar la segunda vuelta presidencial y llega sin grandes apoyos, pues no hay partidos respaldándolo como tampoco grandes electores.
Es más, él le dijo a EL TIEMPO que iba a financiar con su plata toda la campaña y que no iba a recibir aportes de empresas, sino eventualmente unos mínimos apoyos de algunos particulares.
Incluso fue de los candidatos en el marco de esta contienda en ocasiones se tomaba los días libres para estar con su familia y para descansar. Precisamente hoy votó y dijo que se iba para su casa a descansar un rato.
Ante esto, los colombianos ahora irán a votar a una segunda vuelta presidencial entre dos candidatos que están totalmente alejados de las estructuras políticas tradicionales del país. Alejados del establecimiento.
Si los colombianos realmente querían un cambio en el manejo del país, parece que será evidente a partir del 19 de junio.