Los partidos políticos más antiguos de Colombia siguen vigentes en el Congreso: en ambas cámaras están entre los tres logos más marcados en las papeletas durante las elecciones legislativas del 13 de marzo. El Partido Conservador (16) y el Partido Liberal (15) obtuvieron 31 curules en conjunto para el Senado tras las votaciones de este domingo. A la vez, en la Cámara de Representantes, los ‘rojos’ lograron 32 escaños y los ‘azules’ 25.
Aunque hicieron parte de los actores electorales más votados en esos apartados, sus resultados en las consultas interpartidistas son distintos: para el período 2022-2026 está definido que ninguno de los dos partidos tendrá un candidato propio a la Presidencia.
Luego de conocer las cifras de la consulta del Equipo por Colombia, los conservadores se sumarán a la campaña de Federico Gutiérrez (del Movimiento Creemos), quien venció a su candidato interno, David Barguil. Gutiérrez consiguió alrededor de 2 160 000 votos; Barguil, 630 000 aproximadamente. Cerca de un millón y medio de sufragios de diferencia entre ambos.
Mientras tanto, el Partido Liberal le ha dado libertad a sus militantes, hasta el momento, para apoyar a cualquier candidato. Sin embargo, el líder del grupo, César Gaviria, se ha reunido con posibles participantes de la primera vuelta presidencial como Luis Gilberto Murillo y Gustavo Petro. Cabe mencionar que su último candidato propio para la Casa de Nariño fue Humberto de la Calle en 2018. En esa ocasión, el aspirante no alcanzó la segunda vuelta, solo 400 000 electores lo apoyaron en las urnas.
¿A qué se debe la diferencia entre los resultados de estos partidos para el Congreso y la Presidencia?
Para Andrés Segura, consultor en asuntos públicos, una de las razones para que haya diferencia entre los resultados de ambas elecciones para los liberales y conservadores es la siguiente: “La Presidencia siempre es el eje. En el debate público siempre se habla de ella, por lo cual el ciudadano está mucho más cercano al diálogo presidencial que al legislativo”.
Además, el experto asegura que, en los últimos 20 años, el Congreso ha dependido de liderazgos regionales que se mantienen en el recinto por cuestiones familiares y alianzas políticas, lo que le otorga estabilidad a los partidos relacionados con estas lógicas. Lo anterior, según el consultor, no necesariamente los ubica en la agenda de todo el país para que les haga control político, como sí sucede en la rama ejecutiva.
Para concluir, explica que el desconocimiento es un factor que influye: “Entender que una cara o un responsable tiene la solución a los problemas es mucho más fácil que entender qué son las circunscripciones o el umbral. En el debate nacional, la democracia colombiana está representada por la figura del presidente”.
POLÍTICA
SANTIAGO CARMONA CARABALLO
Escuela de Periodismo Multimedia EL TIEMPO