El movimiento del senador y excandidato presidencial Gustavo Petro, que hasta ahora había tenido dificultades para avalar sus candidatos para las elecciones de octubre próximo, logró una alianza con la Unión Patriótica (UP) que le despeja el camino en procura de buscar el poder local y regional.
Petro llegó a la segunda vuelta presidencial el año pasado de la mano de su movimiento Colombia Humana, que obtuvo 8’024.033 votos. Y aunque estuvo tramitando la personería jurídica, esta le fue negada ya que la ley establece que se les otorga a los partidos que superen el umbral en el Congreso.
Por eso, a pesar de la alta votación, para las elecciones de este año no tiene un partido que le permita avalar candidatos.
El acuerdo entre la Colombia Humana y la UP, un partido que surgió fruto de un primer acuerdo de paz con las Farc y cuya personería jurídica fue revivida por una decisión del Consejo de Estado en 2013, se da entre dos sectores claramente de izquierda.
Si bien la alianza ya está sellada, solo está pendiente de que le dé vía libre el Consejo Nacional Electoral (CNE).
El acuerdo suscrito establece que la Unión Patriótica cambiará su nombre y su logo para albergar a los petristas.
El nuevo nombre del partido será Colombia Humana-Unión Patriótica y tendrá el logo de esa colectividad y el que utilizó el movimiento de Petro en la pasada campaña presidencial.
“Esto se acordó en una junta nacional de la Unión Patriótica, y se radicó la solicitud ante el CNE. Solo estamos a la espera de que se apruebe la modificación de los estatutos”, expresó Gabriel Becerra, secretario general de la UP.
De acuerdo con él, para poder tener al grupo de Petro en la alianza fue necesario modificar dos artículos: el del nombre y el del logo del partido. Ahora lo que están esperando es que el Consejo Electoral avale esas dos modificaciones. El asunto todavía no ha sido abordado por la sala plena de esa corporación.
Si bien una vez quede oficializado eso Petro podrá avalar sus candidatos en todo el país para alcaldía, gobernaciones, asambleas, concejos y juntas as locales, en la Unión Patriótica han dejado en claro que el acuerdo no va más allá de una alianza.
“Por el momento es una alianza política entre un partido y un grupo significativo de ciudadanos sin personería, sobre la base de unas coincidencias programáticas. No es una fusión”, aclaró Becerra.
Hasta ahora, Petro había tenido dificultades para conseguir el aval para sus candidatos. Por ejemplo, el concejal Hollman Morris, quien aspira a la alcaldía de Bogotá, está avalado por Mais, mientras que Jorge Rojas, hombre clave en el petrismo y quien también aspira en la capital, tuvo que recoger firmas.
Por ahora, y mientras el CNE les aprueba las modificaciones a los estatutos, los avales para los candidatos únicamente se están entregando con el nombre de la UP. De acuerdo con Becerra, tan pronto en el Consejo les aprueben el nuevo nombre, le solicitarán a la Registraduría que en los registros queden los candidatos inscritos bajó la nueva denominación.
El plazo estipulado para inscribir candidatos vence este 27 de julio.
Petro y Farc
Los partidos y movimientos de izquierda se siguen moviendo de cara a las elecciones regionales de octubre. Esta vez se está buscando una alianza entre la Colombia Humana de Gustavo Petro, la Unión Patriótica y la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc) para la contienda electoral en Bogotá.
Sin embargo, está claro que esta alianza no será para la alcaldía de la capital, solo será para las listas a Concejo y para juntas as locales.
Si bien en lo formal se ha dicho que el proceso de conversación va por buen camino, EL TIEMPO supo que la idea de esta coalición era que el movimiento indígena Mais también la integrara.
Sin embargo, esta colectividad no es muy partidaria de que en la alianza se incluya a la Farc. Pero, a último momento, todo indica que la UP y la Colombia Humana estarían prefiriendo quedarse en el acuerdo con la gente de la exguerrilla.
En materia de aspirantes, la Farc está interesada en tener candidatos al Concejo y encabezar, por ejemplo, la lista a la junta a de Ciudad Bolívar, un sector deprimido de la capital.
Aunque la Farc hace parte de las negociaciones, en realidad representa un movimiento ciudadano llamado Soy Bogotá, que está conformado por del partido de la antigua guerrilla y movimientos sociales de la capital, que no necesariamente están vinculados con el partido.
REDACCIÓN POLÍTICA