La pregunta "¿Dónde vivimos?" parece sencilla al principio. Cada persona conoce su dirección, su ciudad, su país y, por supuesto, su planeta Tierra. Sin embargo, al levantar la mirada hacia el cielo, la cuestión se vuelve infinitamente más compleja: ¿En dónde estamos realmente?
El recorrido cósmico comienza en el vecindario más cercano: el Sistema Solar. Aquí, la Tierra está acompañada por siete planetas, algunos rocosos como Marte y Venus, y otros gaseosos como Júpiter y Saturno.
Al alejarse un poco más, después de Urano y el planeta enano Plutón, se encuentra un vasto territorio repleto de cuerpos helados conocido como el Cinturón de Kuiper. Este cinturón se extiende entre 30 y 50 unidades astronómicas (UA) del Sol. Para ponerlo en perspectiva, una unidad astronómica es la distancia promedio entre la Tierra y el Sol, por lo que este cinturón está realmente lejos. Aquí residen objetos como Makemake y Haumea, que giran en la oscuridad del sistema solar.
Siguiendo adelante, a unos 4 años luz de distancia (aproximadamente 40.13 billones de kilómetros), se encuentran otros sistemas estelares. La estrella más cercana es Próxima Centauri, y junto a ella está Próxima b, un exoplaneta que ha capturado la atención de los científicos por ser uno de los más similares a la Tierra que se han descubierto hasta ahora.
Alejándose aún más, se descubre que la Tierra pertenece a una vasta estructura llamada Vía Láctea. El hogar galáctico es una espiral impresionante, y el sistema solar se encuentra en uno de sus brazos, conocido como el Brazo de Orión.
La Vía Láctea no está sola. Forma parte de un grupo de galaxias llamado Grupo Local, un conjunto de más de 50 galaxias cercanas. Entre ellas, destacan la majestuosa galaxia de Andrómeda y M33, las más prominentes junto a la Vía Láctea.
Alejándose aún más, se llega al Supercúmulo de Virgo, una vasta región que abarca 107 millones de años luz y que contiene el Grupo Local, junto con muchos otros grupos de galaxias. El tamaño de esta estructura es difícil de imaginar.
Yendo incluso más lejos, se encuentra el Supercúmulo de Laniakea, un titán cósmico que alberga alrededor de 100,000 galaxias, incluida la Vía Láctea. Este supercúmulo tiene un diámetro de 520 millones de años luz y es el hogar del Supercúmulo de Virgo y otros supercúmulos notables como el del Centauro. En Laniakea, se estima que hay 10 mil billones de estrellas, lo que hace reflexionar sobre la cantidad de planetas que podrían existir solo en este supercúmulo.
Finalmente, al aventurarse al límite de lo que se puede ver, se llega al Universo Observable. Este vasto cosmos, que contiene todo lo que se conoce, tiene un diámetro de 93 mil millones de años luz. Al observar, parece una red inmensa de galaxias, estrellas, materia oscura y muchos misterios más. Aunque parece casi infinito, nuestra percepción tiene un límite, los invitamos a seguir a Faber Burgos en sus redes sociales.