Atención: fueron liberados los 29 uniformados secuestrados en una asonada en El Plateado

Los 28 agentes de la Policía y el mayor del Ejército que se encontraban secuestrados por un grupo de civiles en la vereda La Hacienda, del corregimiento de El Plateado, fueron liberados. El anuncio lo hizo el ministro del Interior, Armando Benedetti, quien viajó a Popayán, donde presidió un consejo de seguridad con el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, y la cúpula militar.

(También le puede interesar: ¿Secuestro o retención?: las consecuencias legales de las asonadas de la población en contra de la Fuerza Pública)

"¡Los 28 policías y el militar secuestrados en zona rural de El Plateado, Cauca, han sido liberados! En un trabajo interinstitucional, entre el Ministerio del Interior, el Ministerio de Defensa, las Fuerzas Militares, Policía y la Defensoría del Pueblo de Cauca, con el acompañamiento de ONU Colombia, la Iglesia Católica, la Mapp OEA y la Red de Derechos Humanos se logró su liberación", publicó el ministro Benedetti. 

La Defensoría del Pueblo también confirmó la liberación y exigió "respeto al Derecho Internacional Humanitario (DIH) para evitar que la situación en El Plateado se siga deteriorando". 

Los uniformados habían sido secuestrados desde el pasado 6 de marzo en una asonada de la población civil, instrumentalizados por las disidencias del frente 'Carlos Patiño'. Los videos de unas tanquetas militares en llamas, difundidos a través de las redes sociales, motivaron duras palabras del ministro de Defensa, Pedro Sánchez, quien aseguró que los responsables del ataque se enfrentaban a los delitos de secuestro y tentativa de homicidio.

Durante el día siguiente, una comisión de la Defensoría del Pueblo y organismos multilaterales negociaron con la comunidad la entrega de los policías y el soldado. Pero cuando estaba a punto de consumarse el acuerdo, un homicidio en El Plateado frenó el trato y los de la Fuerza Pública siguieron cautivos.

(Lea también: 'Nos decían que nos iban a quemar vivos': los duros relatos de policías secuestrados en El Plateado)

Este secuestro motivó un consejo de seguridad a primera hora del sábado 8 de marzo, presidido por los recientemente posesionados ministros del Interior y de Defensa, Armando Benedetti y el general (r) Pedro Sánchez, quienes viajaron hasta Popayán para mediar los diálogos con la comunidad. 

Tras la reunión, en un primer parte que entregaron los funcionarios, anunciaron que no habrá erradicación forzada en la región. "Este es un mensaje contundente para los campesinos y habitantes del Cañón del Micay. No va a haber erradicación de los cultivos a la fuerza (...) Aquí lo que sí hay es una compra de los cultivos, de la mata de coca con su raíz, pero que tiene que ser voluntaria", dijo el jefe de la cartera Política.

Benedetti también aseguró que han sido los grupos armados ilegales los que se han encargado de ventilar rumores frente a la política de drogas del Gobierno, "diciendo que va a haber una erradicación forzosa y no la hay".

(Notas relacionadas: No habrá erradicación forzada en El Plateado: las conclusiones del consejo de seguridad tras asonada de civiles)

Esta estrategia es similar a la aplicada en el Catatumbo —pagar por erradicar— en el marco de la conmoción interior. De hecho, tras la acción criminal, el presidente Gustavo Petro aseguró en su cuenta de X que la Fuerza Pública continuará en la región y que, si los policías permanecían "retenidos", extendería la medida de excepción a esta zona del país "para financiar la ofensiva militar y social definitiva".

El 12 de octubre del año pasado fue lanzada la Operación Perseo para retomar del control ilegal del cañón del Micay, un enclave de las disidencias. El anuncio contó con la presencia del gabinete de ministros, quienes llegaron a El Plateado con cascos y chalecos antibalas (en una escena duramente cuestionada) para acompañar la llegada de el Estado a una región históricamente desatendida. 

Después de más de cuatro meses de instalado el operativo, ha habido resultados operacionales importantes, como combates con los grupos ilegales, incautaciones de armamento e insumos químicos para el procesamiento de cocaína y la desactivación de más de un centenar de minas antipersonales.

Sin embargo, saltan a la vista dos lunares. Uno tiene que ver con los constantes 'choques' entre la población civil y la Fuerza Pública, a quienes amotinan para impedir su avance en la zona o para cubrir a los grupos ilegales, que siguen ejerciendo un fuerte control social. Al menos en tres ocasiones han utilizado la táctica del secuestro de militares o policías para frenar operaciones, evitar capturas o reclamar los cuerpos de presuntos disidentes dados de baja, como la asonada del pasado 11 de noviembre.

"El secuestro de los uniformados recientemente liberados se presenta en una región en la que las disidencias al mando de 'Mordisco' mantienen un control poblacional extremo y se encuentran en confrontación armada por la acción de la Fuerza Pública. Además, se da en un contexto en el que por primera vez en varios años la Policía ingresó al territorio a hacer presencia institucional", dijo la defensora del Pueblo Iris Marín, tras la liberación de los 29 uniformados. 

Y agregó: "Durante la activación de la Operación Perseo en Argelia, el 12 de octubre pasado, la Defensoría del Pueblo reforzó su monitoreo permanente, siguiendo la grave crisis humanitaria que enfrenta la población civil. Exigimos a los grupos armados, especialmente a las disidencias al mando de 'Mordisco' el respeto integral de la autonomía de las comunidades". 

En el territorio hay dos posturas. Mientras la población asegura que desde la intervención militar los combates se han intensificado y han quedado en medio del fuego cruzado, las Fuerzas Armadas aducen una instrumentalización de los ciudadanos por parte de los ilegales para torpedear su despliegue.

(Complemente su lectura: ¿Quién es el brigadier general Mario Contreras, nuevo comandante para el Catatumbo durante la conmoción interior?)

Y la otra mancha ha sido la descoordinación entre la estrategia de defensa y la del Estado para llegar integralmente al territorio. Así lo hizo ver el exministro de Defensa, Iván Velásquez, durante el primer consejo de ministros televisado.

“Desde el inicio hemos insistido desde el Ministerio de Defensa que no podemos quedarnos indefinidamente acá (El Plateado) sin una presencia real del gobierno que permita la transformación de este espacio, porque con esa presencia del Gobierno tiene que generarse la confianza en la institucionalidad”, dijo Velásquez antes de salir del cargo.

Redacción Justicia