Un grupo de mujeres de la Policía Nacional, de diferentes especialidades como inteligencia e investigación judicial, fue conformado hace cuatro meses con el único objetivo de identificar y ubicar a un considerado peligroso narcotraficante que habría ordenado varios asesinatos de testaferros del otrora cartel del norte del Valle.
La Policía señaló que las muertes se empezaron a registrar en enero de este año en Cali, Pereira y el norte del Valle, y que los cuerpos eran encontrados desmembrados, lo que llevo a la hipótesis de que se trataba de una vendetta ligada a negocios de droga.
“Dentro de la investigación, muy coordinada con la Fiscalía, empezamos a desarrollar patrones y perfiles de comportamiento, verificamos antecedentes y realizamos varias entrevistas que nos fueron dando luces sobre quién o quiénes estarían detrás de los homicidios”, dijo a EL TIEMPO una de las investigadoras del caso.
Uno de los nombres que quedaron sobre la mesa fue el de Carlos José Robayo Escobar, alias Guacamayo, que además ya estaba en el radar de las autoridades por ser considerado el jefe de una red de narcos que se hace llamar ‘la Gran Alianza’.
‘Guacamayo’ fue hombre de confianza de Diego Montoya, alias ‘Don Diego’, quien llegó a ser una de las cabezas del cartel del norte del Valle en la década de los 90. Los dos fueron extraditados a Estados Unidos.
‘Guacamayo’ pagó siete años de condena y regresó al país a principios de 2013. En junio de ese mismo año fue capturado por homicidio, y en una polémica decisión de un juez recuperó la libertad en marzo de 2018.
“Desde que quedó libre, al parecer, se obsesionó con cambiar su aspecto físico, y realmente lo logró. Algo que por varios meses nos confundió es que buscábamos un hombre de tez morena y gordo, y Carlos José se había sometido a un proceso de piel, con expertos, y hoy luce como un hombre blanco”, aseguró la investigadora.
Además, se sometió a una cirugía de baipás gástrico con la que logró bajar 30 kilos de peso, cambió su mentón, papada y nariz; además, le realizaron un diseño de sonrisa.
Se obsesionó con cambiar su aspecto físico, y realmente lo logró. Buscábamos un hombre de tez morena y gordo, y Carlos José se había sometido a un proceso de piel y hoy luce como un hombre blanco
“Del hombre del que teníamos la última foto, al que estábamos buscando, realmente no teníamos idea de cómo era su fisionomía, solo sabíamos de sus más de 10 cirugías, y de allí teníamos que partir”, señaló la investigadora, quien recalcó que dentro del perfilamiento, los expertos criminalistas establecieron que para ‘Guacamayo’ eran sagrados sus tatuajes, y que por ello muy seguramente no los había removido.
Muy joven, Carlos José se mandó tatuar en el brazo izquierdo una guacamaya, y de allí nació su remoquete: ‘Guacamayo’. Con el tiempo, según la Policía, se mandó a tatuar otros cuatro, con símbolos “que serían de protección, que le mandaron hacer sus brujos de confianza para evitar traiciones y una muerte violenta”, dijo la investigadora.
De hecho, el grupo especial de mujeres policías dedicadas a ubicar a ‘Guacamayo’ no la tuvo fácil porque tras la captura –en mayo de 2019– de Greilyn Fernando Varón Cadena, alias Martín Bala, jefe de ‘la Gran Alianza’, este se volvió más paranoico.
‘La Gran Alianza’ es una red de narcotraficantes que, señalan las autoridades, está integrada por narcos que fueron extraditados a Estados Unidos, pagaron condena y regresaron al país. Desde la costa Pacífica envían entre 5 y 10 toneladas de cocaína, trimestralmente, hacia Centro y Norteamérica.
‘Guacamayo’ fue nombrado jefe de la organización, y en medio de ese proceso continuó con su transformación física, que lo llevó a salir de Cali y tener como base de operaciones el Magdalena Medio.
Cayó por un tatuaje
“Hasta esta región del país se desplazaron las agentes, que lograron ubicarlo a principios de esta semana en La Dorada, Caldas. Una de nuestras investigadoras empezó a seguirlo y logró visualmente identificar el tatuaje de una guacamaya en el brazo izquierdo”, afirmó la oficial frente al caso.
Informó la Policía que alias Guacamayo, de 51 años, estaba solo con su conductor, pero su vestimenta “de pies a cabeza, ropa de marca, reloj y joyas, lo delató como el típico narco, no necesitaba estar con un ejército”, manifestó la investigadora.
En los seguimientos, las investigadoras establecieron que ‘Guacamayo’ estaba en La Dorada para someterse a una nueva cirugía estética. Tenía su tapabocas, un sombrero y se desplazaba en una camioneta de servicio municipal. “Cuando lo requerimos, lo separamos del conductor; los dos estaban sin documentos de identificación y no lograron dar una versión igual sobre su presencia en el municipio. Le levantamos las mangas de la camiseta y por su tatuaje lo identificamos plenamente”, afirmó la oficial del caso.
Cuando lo requerimos, lo separamos del conductor (...) Le levantamos las mangas de la camiseta y por su tatuaje lo identificamos plenamente
‘Guacamayo’, cuya captura fue resaltada por el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, es sindicado de concierto para delinquir agravado con fines de homicidio, homicidio agravado en concurso homogéneo y tráfico y porte de armas.
Entre los crímenes de los que es señalado el hombre figuran el del intendente de policía Hernando Zuluaga Lurduy –ocurrido en abril de 2019– y el de los hermanos Jhon Freddy Martínez Caicedo, Leison Martínez Granja y Gustavo Adolfo Martínez Bazán –en julio del año pasado–, quienes fueron encontrados en una fosa común en Zarzal, Valle del Cauca.
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