La operación de inteligencia en Valle que terminó con la captura de coordinador de sicarios del ‘clan del Golfo’

En desarrollo de acciones de inteligencia dirigidas contra la expansión del grupo armado ‘clan del Golfo’, fue capturado Jhon Jairo Santiago González, conocido como alias Ojitos, señalado como coordinador de sicarios de la subestructura Valle de esta organización criminal.

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La detención tuvo lugar el jueves en el municipio de Riofrío, Valle del Cauca, en el marco de la operación denominada Némesis, ejecutada por la Dirección de Inteligencia Policial (Dipol), el Grupo de Reacción Operativa Antiterrorista, comandos Jungla y con apoyo de autoridades del Reino Unido.

Fuentes le indicaron a EL TIEMPO que Santiago González era buscado en 196 países mediante notificación roja de Interpol, como parte de una estrategia judicial internacional para su localización. 

“Sobre él pesaba una condena de 39 años de prisión, emitida por el Juzgado Tercero Penal del Circuito de Cartago, por los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas de fuego”, dijo la fuente.

El fallo judicial, fechado el 1 de octubre de 2024, se derivó de un doble asesinato ocurrido en el suroccidente del país, en el cual una menor de edad resultó muerta.

Los reportes de inteligencia de la Policía indican que alias Ojitos tenía un rol operativo clave dentro de la subestructura Valle, encargada de consolidar el control territorial del ‘clan del Golfo’ en zonas rurales estratégicas del departamento. Su estructura operaba principalmente en los municipios de Dagua, El Cairo, La Unión y Trujillo, donde se registra una disputa activa entre diferentes organizaciones armadas por el dominio de corredores de movilidad y rutas del narcotráfico.

Las actividades delictivas lideradas por el capturado habrían estado enfocadas en garantizar la presencia armada de la organización criminal y facilitar su expansión hacia regiones con al Pacífico y conexiones hacia el Eje Cafetero.

Además, las autoridades señalan que este accionar criminal se vincula a una red de intereses transnacionales que buscan consolidar control logístico y financiero sobre enclaves clave para el tráfico de estupefacientes.

Alias Ojitos había logrado evadir los cercos de seguridad en diferentes oportunidades, según registros de inteligencia, gracias a redes de apoyo locales y al uso de rutas alternas de movilidad.

Su detención fue posible tras meses de labores de inteligencia técnica y humana, y posterior despliegue táctico de los comandos especializados que lograron su aprehensión sin intercambio de disparos.

Redacción Justicia