En 2022 dará inicio en la Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia el juicio en contra del expresidente de ese alto tribunal José Leonidas Bustos Martínez, luego que este fuera declarado indigno y acusado por el Congreso por su posible participación en el escándalo de corrupción judicial conocido como el ‘cartel de la toga’.
Bustos fue acusado como presunto autor de los delitos de concierto para delinquir, tráfico de influencias de servidor público y coautor impropio de cohecho propio. Como el exmagistrado viene ya acusado, el proceso en la Sala Especial de Primera Instancia inicia directamente en la audiencia preparatoria.
Por esa razón, la Sala de Primera Instancia dispuso poner a disposición de los sujetos procesales los cuadernos originales para que las partes puedan trabajar para la audiencia preparatoria y la de juicio oral y solicitar tanto pruebas como peticiones de nulidad, si así lo desean.
El plazo para hacer ese procedimiento vence el 24 de enero de 2022. Luego, la Sala Especial tendrá que citar a una audiencia para dar comienzo al proceso.
Bustos fue acusado de pertenecer supuestamente del ‘cartel de la toga’, una organización criminal dedicada a direccionar procesos en la Corte Suprema a cambio de dinero, por la cual ya fueron condenados los exmagistrados de ese alto tribunal Francisco Ricaurte y Gustavo Malo Fernández, así como el fiscal anticorrupción Luis Gustavo Moreno.
En concreto, por haber exigido 2.000 millones de pesos al congresista Musa Besaile, según dijo él mismo propio dicho, y otros 600 millones a Álvaro Ashton para beneficiarlos en sus casos.
El principal testimonio, el cual Bustos califica de mentiroso, es el del propio Moreno quien dijo que él mismo le entregó 200 millones de pesos, en una visita que le hizo a altas horas de la noche, cuando los escoltas del exmagistrado ya no se encontraban.
Moreno dijo que los dineros producto de la corrupción no siempre se entregaban en efectivo porque algunas veces se hacían compras “para distribuir las utilidades”. Y, por eso, entre las pruebas se encuentra que supuestamente Bustos le pidió a Moreno un reloj de marca Rolex que costó 42.9 millones de pesos.
Bustos, quien fuera un poderoso magistrado, hoy está fuera del país. Desde Canadá, ha intentado cuestionar la acusación en su contra. La última vez fue una denuncia contra Edward Rodríguez, quien fue el representante investigador de su caso, pero que fue initida por la Sala de Instrucción de la Corte Suprema al estimar que el congresista no incurrió en delito alguno.
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